Extra 2 - Lian Yueting (1)

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Se dice que la temporada de verano en la ciudad de Yi es una estación deliberadamente reservada para el descanso de esta bulliciosa ciudad.

La ardiente luz del sol se colaba por los pequeños huecos entre las frondosas hojas de paulownia, y arrojaba una ligera luz dorada sobre el asfalto. Un joven conducía su bicicleta rápidamente por las viejas y estrechas carreteras, mientras el viento caliente agitababa su fina camiseta blanca, dejando al descubierto los delgados brazos blancos bajo los puños, que estaban un poco enrojecidos por el ardiente sol.

La bicicleta se detuvo frente a una floristería y el joven la cerró con llave junto a un pilar de metal, empujó la puerta y entró corriendo: —Papá, papá, ¿ya ha vuelto Ting Ting?

—Todavía no, ¿por qué estás...? Shen Tingwei iba por la mitad de su frase cuando levantó los ojos y se detuvo.

Miró el rostro enrojecido de Kang Tong y el fino sudor que se filtraba por las comisuras de su frente, dejó con impotencia el eustoma a medio cortar, se acercó, sostuvo el agua mineral fría que había sacado del pequeño congelador y le entregó un vaso de agua: —¿Por qué estás tan cansado?

—Me apresuré a volver tan pronto como terminó la última clase. Kang Tong agarró el vaso de agua, bajó la cabeza y tomó un sorbo, pero luego no pudo evitar preguntar: —¿Cuál fue el resultado del examen de Ting Ting? ¿Todo está bien?

—Está bien, no te preocupes. Shen Tingwei miró el reloj: —Tu papá llamó hace un momento, y dijo que hay un poco de tráfico en el camino de regreso del aeropuerto, así que vamos a esperarlos en casa más tarde.

Kang Tong se apresuró a volver en cuanto terminaron las clases, y al no ver a Lian Jue como esperaba, dijo con voz larga y decepcionada: —Ah... ¿por que más tarde?

Shen Tingwei no pudo evitar reírse de su expresión, y siguió ordenando las ramas florecidas en el cubo: —Ya estás en secundaria, ¿por qué sigues tan apegado a tu hermana?

Kang Tong sacudió la cabeza, sus ojos oscuros miraron a Shen Tingwei mientras corregía obstinadamente: —¡Es mi hermano menor!

Shen Tingwei lo miró durante mucho tiempo, suspiró y aceptó impotente esta afirmación, diciendo: —Esta bien, es tu hermano menor.

La cuestión de si Lian Yueting era un hermano menor o una hermana menor había consumido gran parte del tiempo y pensamiento de Kang Tong durante los pocos años que le quedaban de infancia.

La historia comienza el día en que Shen Tingwei había dado a luz, siendo también el día en que la visión del mundo de Lian Jue recibió otra sacudida.

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El nacimiento del bebé de Shen Tingwei era definitivamente una prioridad para la familia.

Una semana antes de la fecha del parto, Kang Tong ya estaba de vacaciones de invierno y Lian Jue había abandonado por completo sus asuntos de trabajo, sólo para centrarse en acompañar a Shen Tingwei durante su parto.

Shen Tingwei sentía que eran demasiado intensos, y todos los días observaba al pequeño y al grande rondando por su cama, lo que le mareaba los ojos, así que preguntó: —¿Pueden ustedes dos...?

Lian Jue: —¿Quieres agua?

Kang Tong: —¿Quieres algo de fruta?

Shen Tingwei: —¿... encontrar una clase?

Lian Jue: —¿...?

Kang Tong: —¿...?

Shen Tingwei parpadeó: —... ¿Quieres inscribir a Kang Tong en una clase particular de nuevo?

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