6. Incest

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Las cenas familiares nunca eran del gusto de nadie, probablemente por eso mismo ya habían pasado varios milenios desde la última vez que tuvieron una, recordaba que algo muy horrible paso la última vez que se juntaron varios dioses en un solo lugar con tensiones de por medio, pero ni a Athena ni a Poseidón pareció importarles eso cuando decidieron que tener una cena todos juntos sonaba a "la mejor idea de la existencia."

Alguien iba a morir hoy y su gente tendría que ocuparse del cadáver.

Respira profundo, tragándose la tensión en el ambiente, en la mesa principal se encontraba sentado en la cabecera, con Poseidón del otro lado, sus más fieles consejeros estaban a sus costados en compañía de los vástagos de Hypnos, como si la cosa no se pudiera poner más tensa por alguna extraña razón que no alcanzaba a su comprensión, Apolo y Artemisa también se encontraban ahí, con la rubia y Athena siendo las únicas que platican amenamente con una sonrisa, mientras que Apolo parecía estar intentando matar al mocoso de ojos negros de Hypnos, el que obviamente intentaba contestarle aunque su consejero ya le llamado la atención dos veces, estaba seguro que dentro de poco le iban a clavar un tenedor si no se quedaba quieto.

Y como si nada de eso fuera suficiente, todos los hombres se encontraban también por el lugar, unos más tensos que otros, literalmente se podía cortar el aire con un cuchillo y solo sonrió cuando vio al sirviente llegar con un poco más de comida, esperando que fuera la cabeza de alguien para darle emoción a la fiesta.

—¿Y entonces, Hades? ¿Qué tal el inframundo? —casi le grito Poseidón desde el otro lado de la mesa, en un tono claramente burlón.

Lo primero que hizo antes de responder fue rodar la mirada y darse cuenta de la incomodidad de las marinas presentes, desde que su hermano menor tenía su cuerpo original, había prescindido completamente de Julián Solo, por lo que no le sorprendía que esos pobres mortales no supieran ni que hacer, demasiado complicado debería de ser adaptarse al nuevo dios.

—Tú sabes, oscuro, lúgubre y todo lleno de muertos, lo normal —corto la carne de su comida lentamente, apreciando el punto medio en el que estaba preparado el platillo—. ¿Quieres que hablemos de las torturas que aplicamos?

—Tío Hades, eso suena desagradable para platicar durante la cena —se tomó su tiempo para agradecer por la comida, apreciando el sacrificio de los animales que estaban siendo servidos en sus platos—. ¿No lo crees, Apolo?

—¡Por algo Jacinto te mando a la mierda!

—¡Vete al carajo cría del incesto!

De un momento a otro la elegante y bien servida mesa había desaparecido entre ellos, con los dos mocosos finalmente agarrándose a golpes "sencillos" antes de que toda la bola alrededor los siguiera, algunos dorados se aseguraron de ir a salvaguardar a Athena, así como las siervas de Artemisa corrieron hacia la rubia, todos los demás simplemente siguieron la corriente o buscaron salvar la comida posible, mientras la rubia despotricaba en contra de los irrespetuosos que empezaron con la locura del momento.

—¡Hades!

Estaba a punto de darse la vuelta y huir del lugar, antes de que la mano de Poseidón lo tomara del brazo y lo jalara hacia algún lugar que no ubicaba, alcanzando a ver por el rabillo del ojo como Thanatos sostenía con fuerza a Hypnos, claramente el dios de la muerte estaba muy interesado en que Oneiros recibiera o diera una paliza.

[...]

Quiso respirar el aire tranquilo de la noche, pero el hecho de que Poseidón lo tuviera contra la pared, besándolo, no le permitía disfrutar de del bonito paisaje que era el patio de aquella casa.

—Todo fue un desastre~ —susurro divertido el dios de los mares, dejando en paz los labios del mayor, pero sin alejarse, permitiéndole respirar el aire fresco.

—Solo era cuestión de tiempo, sabes que se odian desde hace mucho. —levanto las manos para acariciar el cuello de la ropa de Poseidón, acariciando el tocado de oro al igual que los hombros de su traje, a pesar de que ninguna arruga iba a desaparecer por más que lo intentara.

—"Cría del incesto" Que insulto más bonito ¿O habrá sido un halago? —inclino su cabeza hasta ser capaz de chocar contra la de su hermano, moviendo sus manos para acariciar sus costados, buscando una manera de retirarle la ropa.

—Podrían haber sido ambas cosas, lo que es irónico, muchos de nosotros venimos justamente de eso —golpeo las manos traviesas de Poseidón, lo último que quería era hacer un espectáculo más grande siendo cogido en un lugar tan incomodo—. O espera, ¿Acaso te ofendió a ti el insulto?

Por unos minutos no obtuvo respuesta alguna, a pesar de que espero pacientemente sin forzar a Poseidón hablar, hasta que finalmente un gruñido salió de sus labios, lo que le hizo soltar una carcajada por tan estúpido suceso.

—No seas imbécil Poseidón —levanto las manos, tomando el rostro de su ofendido hermano con ellas para acercarse de nuevo, buscando sus labios—-. ¿Qué nos importa a nosotros ser hermanos? Es mucho mejor que meterte con simples mortales.

Sabe que esa clase de comentarios nunca serán del agrado de sus hermanos, pero no es algo que le importe y el de cabello azul también parece olvidarse momentáneamente de la situación cuando sus labios finalmente se encuentran, esta era una práctica que realizaban varios de ellos, durante siglos, poco le debía de importar si entre ellos se insultaban por lo mismo.

—¿Pero no te da miedo tener un mocoso igual que el de Hypnos? —apenas y se separaron, Poseidón no retuvo su lengua en lo más mínimo.

Un coscorrón fue lo que recibió como respuesta, como si el fuera a pasar por algo tan horrible como tener a un mini dios solo por capricho, arriesgarse a perder su cuerpo y todavía sufrir quien sabe que cosas durante una larga temporada, no le tiene tanto amor a la vida como para pensar en hacer tal cosa.

Que pregunta más estúpida.

Tiempo de hermanos. [Kinktober 2021]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora