28. Breeding

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Hay un pensamiento que tortura su mente mientras se pasea por el palacio de su hermano, husmeando por cualquier lado mientras el otro termina de desocuparse.

Hades no tiene muchos hijos.

A diferencia de Zeus y él, que se habían metido con cuanta criatura viva se les antojara, a diferencia del mayor, que siempre había sido tan reservado y fiel a su esposa, que a estas alturas le sorprendía, mas no le desagradaba, que ya no estuvieran juntos, aunque tal vez era algo de esperarse, desde que empezaron esas guerras por apoderarse de la tierra realmente sus ex mujeres habían decidido dejarlos, por lo que podía suponer, que si su hermano ya no la tenía a ella, menos posibilidades iba a tener más hijos.

"¿Era realmente importante que los tuviera?"

Pregunto una vocecita en lo profundo de su consciencia mientras hace su camino de regreso a donde Hades prometió que iba a estar cuando terminara con sus cosas, el tiempo es exacto cuando lo observa de pie en el corto horizonte mientras se dirige hacia él.

Se detiene cuando faltan menos de 20 pasos para llegar hasta el de cabello negro, lo observa detenidamente mientras su mente se encarga de hacerlo disociar con la realidad, de repente el dios del inframundo no está solo de pie tranquilamente frente a él, sino que esta adorablemente gordo mientras un pequeño no realmente parecido a él se esconde detrás de sus largas ropas.

Quiere criarlo.

No le importa si necesita un hijo o no, si es importante o no, quiere engordarlo, hay un anhelo inconsciente porque sea su culpa el nacimiento de un próximo dios, quiere pasar el rato con el mientras no solo lo llena de semen sin descanso, sino que también le hace cuanto crio puede, aun cuando probablemente jamás será el padre responsable que nunca ha sido capaz de ser.

—¿Poseidón? —llama preocupado cuando ve la manera en que su hermano se queda quieto y por un momento nace el impulso de retroceder, como si tuviera un mal presentimiento.

Da los últimos más más rápido de lo que anteriormente camino, impulsado por el deseo y egoísmo por algo que claramente su hermano no había pedido ni pediría nunca, de seguro odiaba los niños, pero ha como le iba a encantar a él hacérselos después de todo, los tiburones ballena con los que le había ayudado debían contar como algo parecido a sus hijos ¿no? Hacerle unos cuantos mas no debía ser ninguna molestia.

—Vamos a la cama, Hades~ —dice de repente, con su mano acariciando el rostro del mayor mientras sus ojos aun observan algo que no es real.

—Yo... Creo que no. —intenta pensar en alguna de las muchas formas de deshacerse de su hermano cuando claramente parece estar planeando algo que no le gustara, tristemente, jamás piensa lo suficiente rápido.

—Tonterías —se agacha incluso antes de tener una respuesta, tomando a Hades por las piernas y poniéndoselo en el hombro, como si fuera alguna clase de costal mientras hace su camino con dirección al cuarto del mayor—. ¡Hoy disfrutaremos de la noche!

—¡Poseidón, bájame en este instante!

Sí, debería de empezar a pensar más rápido.

Tiempo de hermanos. [Kinktober 2021]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora