No sabe cuál es la emoción de Poseidón por sus piernas, no comprende la felicidad que le embarga cuando cede a ciertos deseos extraños, desde simplemente caminar con ropa a justada hasta simplemente sentarse de cierta manera y simplemente dejarse acariciar por un rato, en lo que el calor y las ganas de su hermano escalan lentamente.
Este momento no es diferente, pero se siente más incómodo que otras ocasiones. Se encuentra vestido únicamente por una bata corta, obviamente la prenda está destinada a dar el acceso más libre posible hacia sus piernas, las cuales, por mera petición y morbo del menor, se ha encargado de revestir con ¿medias? Las cuales llegan solo un poco por encima de sus rodillas, son simples, molestas y no comprende la fascinación de Poseidón por acariciar sus piernas, abrirlas lentamente y restregar su mejilla contra ellas. Su espalda se recarga incómodamente contra el respaldo del trono de su hermano, la sala está vacía, carente de sirvientes o las marinas, es más normal de lo que parece ocupar ese lugar como uno de muchos otros para tener sexo, no por nada tiene cojines por todas partes, su comodidad primero, ante todo.
—Oye, si vas a romperlas hazlo ya. —deja salir un bufido para demostrar su molestia, levantando la pierna que no está siendo mimada para frotar su pantorrilla contra el rostro de su hermano, el cual en lugar de molestarse simplemente se restriega más, como si fuera una especie de animal.
—Oh, no... ¿Quieres que las rompa? —hay cierta tristeza en su voz cuando escucha aquello, sabe que es inevitable destruir las medias cuando se emocione más dentro de unos minutos, pero le gusta tanto como se ve el mayor en ese momento, postrado como un gato molesto en el trono que no comparten por completo, mirándolo enojado mientras le hace vestir aquello. Acaricia lentamente la pierna que se frota contra su mejilla, subiendo lentamente hacia la rodilla, donde se encuentra el elástico para tomarlo y luego dejarlo ir, haciendo sonar la carne de manera que el pie de su hermano termina por patear su rostro—. ¡Oye, ten cuidado!
—¡Eso debería de decir yo, animal! —retrae la pierna donde aún siente un pequeño ardor, sin siquiera preocuparse por la seda que sigue los movimientos lentos de su cuerpo, están tardando demasiado y aunque el lugar no es su molestia, la manera en la que tiene que estar vestido si lo es—. Si vas a estar haciendo esto podemos ir a la habitación ¿sabes? Cualquier posición es incomoda en los tronos.
—Wow... No sabía que tenías prisa por ser cogido hermanito~ —sonríe atraído por el mal humor de Hades, quien claramente murmura una maldición en su contra sin detener su avance, apartándose brevemente de la pierna que ha estado adorando durante varios minutos. Sus manos suben también, acariciando superficialmente la bata de seda para buscar los cordones que la mantienen cerrada, abriéndose un espacio en el pecho pálido, que abre con su mejilla—. ¿Quieres que lo hagamos de una vez? Yo quería adorarte un poco más.
—No necesito que me adores en tu trono —baja la pierna que aparto hace unos minutos, acomodando las dos a los lados de Poseidón mientras lo ve acomodarse, mirándolo desde arriba en todo momento, mientras besa su pecho, probablemente buscando el calmarlo o que se deje "querer" un poco más. Vaya estupidez—. Y tengo prisa por acostarme en un colchón a descansar de tus fastidiosos juegos.
La sonrisa de Poseidón se extiende más sobre su rostro después de las duras palabras de su hermano, detiene su intención de calmarlo mediante besos, consciente de que algo así ya no va a funcionar, así que simplemente se levanta del suelo y busca acomodarse encima de él, encerrándolo en el trono, agachándose lo suficiente como para ubicar su rostro en su cuello y dejar que las piernas se acomoden por sí mismas a los costados de su cuerpo. Es verdad que la posición es más incómoda para el que está sentado, que para el que está de pie, pero sin duda alguna eso no le importa al dueño del lugar mientras sus manos se abren paso entre la ropa que no cubre nada y busca quitarle el mal humor a su hermano, algo que no va a resultar bien hasta que se retiren a un lugar más cómodo, algo que no piensa hacer hasta asegurarse de que pueda pasearlo por los pasillos totalmente su...
—¿Se puede saber en qué estás pensando?
—Auch.
Una de las manos de Hade sostiene con fuerza su cabello, obligándolo a apartarse del cuello para mirarse fijamente a los ojos y darse cuenta de que la molesta es totalmente visible.
—¿Cosas sucias? —dice mientras palmea la mano que sostiene su cabello, intentando que lo suelte.
—Poseidón. —usa su mejor tono de advertencia en ese momento, retirando sus piernas de los costados de su hermano y acomodando sus pues al borde del asiento.
El movimiento, aunque no es realizado para llamar la atención, atrae por completo los ojos del menor que intenta mirar un poco mejor la "situación".
No quiere discutir más por la situación, así que simplemente se lo quita de encima haciéndolo a un lado, aprovechando la distracción, ni siquiera se molesta en atar de nuevo la bata cuando se pone encima otra más larga de color blanco, la cual lo cubre totalmente y oculta sus piernas, lo que le hace resoplar cuando escucha un chillido por parte de su hermano, la angustia por dejar de ver sus piernas.
—Eres un idiota ¿Lo sabias? —no se gira a enfrentarlo, simplemente se aparta del trono y comienza a caminar para regresar por el pasillo del que llegaron hace un buen rato.
—Tu eres el idiota, nunca usas medias y el día que te lo pido solo te molestas. —patea un cojín a modo de berrinche, mientras refunfuña por su "mala suerte".
—Oye... —abre la puerta para salir de ahí, girándose en el momento perfecto en que otra almohada sale volando.
—¿Qué? —el sonido de la puerta siendo abierta no llama mucho su atención, solo le molesta más, pero se gira para ver a su hermano, aun cuando está ocupado destruyendo almohadas de manera innecesaria.
—¿No vas a venir a la habitación? Tal vez me alances en el pasillo~
La almohada a punto de ser destruida cae lentamente de las manos de Poseidón cuando sus ojos se centran en observar la pierna que su hermano le muestra, sosteniendo las batas que utiliza, por lo que solo la media y la piel se ve, desde el pie hasta el glúteo.
Y así como su hermano desaparece de repente de la puerta, el también abandona sus ansias de hacer berrinche y sale corriendo detrás de él, con suerte, podría ponerlo contra la pared.
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Tiempo de hermanos. [Kinktober 2021]
FanfictionSiempre seria mucho mejor pasar tiempo con Poseidón, aun si solo fuera para tener sexo o escucharlo decir alguna estupidez, en ocasiones, ambas cosas casi al mismo tiempo. Saint Seiya. Kinktober: Poseidon&Hades