Tiempo de hermanos. [Kinktober 2021]

12. Oral.

Cualquier momento es bueno para consentir a su hermano mayor y no tiene nada que ver que se encuentra aburrido.

Primero observa a su alrededor, asegurándose de que se encuentran solos, pero no duda de su privacidad cuando está consciente de que hay espectros en todas las puertas y nadie va a entrar haciendo escándalo, de hecho, nadie va a entrar a menos de que él o Hades se retiren primero del lugar, lo que le da seguridad para deslizarse desde el sillón hacia el suelo, seguro de que su hermano, quien está sumamente entretenido con su lectura, no va a detenerlo.
Se arrastra de rodillas desde su lugar en el suelo hasta quedar frente a las piernas de Hades, golpeándose con la mesita de centro y maldiciendo por lo bajo mientras intenta hacerlo, antes de poner sus brazos encima al igual que su cabeza, mirando hacia arriba intentando lograr que su hermano le preste atención.

Aunque se supone que, hacia esto para consentirlo, no por atención... Detalles.

El libro entre las manos del más pálido se cierra por un momento, su rostro siempre aburrido y centrado no cambia cuando lo ve de rodillas en el suelo, simplemente tienen un pequeño juego de miradas, antes de que la mirada de su hermano deambule por la habitación, probablemente buscando una razón para hacer que se levante de ahí y se siente correctamente en el sillón.

—¿Qué piensas hacer? —mantiene su libro a buena altura mientras le da una mirada sospechosa al menor, no le sorprendía su confianza ante la privacidad, incluso si no la tenían el no dudaba en intentar hacer algo.

—Quiero complacerte, un poquito. —separa su pecho de las piernas para poder acariciarlas con la fuerza suficiente para sentir la carne de los muslos.

—¿No podríamos ir primero a la recamara? —finalmente baja el libro hasta ponerlo en el brazo del sillón, más que preocuparse por estar en un cuarto, le preocupaba más manchar los sillones, estaba bien que sus sirvientes no iban a quejarse de limpiar, pero prefería no tener que dar la orden para que hagan ese tipo de limpieza.

—No creo que hagamos mucho ruido. —no hay mucha resistencia cuando sus manos abren lentamente las piernas de Hades, la sensación de que se le permita hacer lo que quiere le hace sentir "pececitos" en el estómago.

—No lo decía por el ruido... —respira profundo mientras abre las piernas y se levanta solo un poco para que Poseidón acomode todo como quiere, por un momento espera que sus pies no necesiten tocar el suelo y sus piernas suban a los hombros del menor, pero en cambio, lo que recibe es el rostro de su hermano chupando uno de sus testículos por encima de la ropa, por reflejo toma el libro y golpea su cabeza, más que ofendido estaba sorprendido—. Bestia.

Esta demasiado ocupado babeando la ropa de su hermano como para contestar o reaccionar al golpe "cariñoso" en su cabeza, su atención está centrada en buscar las partes donde la ropa se divide, chupando todo lo que puede hasta que es capaz de retirar las prendas que ocultan el miembro de Hades, sin siquiera molestarse en secar la baba que se desliza por las comisuras de sus labios, sacando la lengua para lamer el glande, buscando acariciar la uretra con la punta de su lengua antes de que su cabello sea jalado por las manos de Hades, quien llama su atención con una expresión que denotaba más enojo que placer.

—Te lo vas a tragar, todo. Nada de manchar mi ropa de nuevo.

La sonrisa se extiende en su rostro antes de volver a su tarea, utiliza una de sus manos para sostener la base del tronco mientras se traga automáticamente la cabeza del pene sin pensárselo dos veces, con la mano de Hades en su cabeza, está seguro que no va a retirarse de ahí hasta tragarse todo el semen y eso es algo que no le molesta, lo prende la ira de Hades, su enojo ante la ropa que ya le arruino una vez y que aún no le ha pagado. Utiliza su única mano libre para levantar un poco su cuerpo, solo lo suficiente para inclinar mejor su cabeza, tomando con su boca más de la mitad del pene para comenzar a mover la mano que sostiene la base, asegurándose de masturbar la parte que no piensa tragar mientras sus labios y lengua se ocupan del resto, asegurándose de poder empezar lo que quería hacer antes de que cabello fuera jalado, acariciar la uretra con la punta de su lengua, consiguiendo la reacción de Hades que desea, un ahogado gruñido y sus piernas casi cerrándose, era el punto que su hermano odiaba que fuera estimulado porque en el fondo era el lugar que más le gustaba.

Lleva un ritmo moderado conforme la respiración de su hermano va cambiando y las manos en su cabeza buscan que vaya más allá, obviamente no obedece la indicación y se mantiene como esta, hasta que las manos del mayor lo empujan y mantiene en su lugar y las piernas se levantan por si solas, casi apretando su cabeza con las rodillas.
Traga el semen sin asco y hasta utiliza la lengua para envolver la cabeza del glande y estimularlo, asegurándose de sacar toda la carga antes de tener la posibilidad de retirar su cabeza, el sabor le parece gratamente dulce, pero no se acerca al que suele chupar cuando lo bebe directamente del vientre de su hermano, tan exquisito.

—¿Puedo cogerte en el sillón? —pregunta cuando finalmente se separa y su hermano respira con un poco más de tranquilidad.

—No, iremos al cuarto —no puede evitar enojarse ante aquella proposición, creía que había quedado claro que no quería ensuciar los sillones de su sala—. Si quieres eso, cógeme en tu palacio.

—Lo tendré muy en cuenta cuando estemos ahí.