Reinos Unidos. 𝕷𝖔𝖘 𝖌𝖊𝖒𝖊𝖑𝖔𝖘 𝕸𝖎𝖓 𝖄𝖔𝖔𝖓𝖌𝖎. ✔️

Verdades.

—¿Hermano?

—¡Sí! El emperador Min es mi hermano, somos los gemelos Min Yoongi. —respondió Yoongi acercándose a Jimin— ahora quiero la verdad.

—Sí, me acosté con él, pero estoy seguro que me dio a beber algo. —confesó Jimin.

En ese momento, Yoongi sentía como la sangre entre sus venas empezaba a calentarse. Sin darse cuenta y estando fuera de sí, Yoongi empezó a quitarle desesperadamente la ropa a Jimin, quién rápidamente trató de quitar sus manos para evitar lo que estaba a punto de pasar. La mirada noble que tanto le gustaba a Jimin, había desaparecido como por arte de magia, ahora estaba viendo al verdadero Yoongi ¿Quién era él? Estaba seguro que ese chico, no era del cual él se había enamorado, estaba totalmente cambiado, lo odiaba, odiaba aquel cambio o simplemente, odiaba no haber visto aquella personalidad antes, siempre han dicho que el amor es ciego, hasta ahora Jimin se da cuenta que esto es totalmente cierto.

Yoongi seguía intentando quitarle la ropa a Jimin, pero éste luchaba con todas sus fuerzas para que no lo lograra, el pelinegro paró en seco, harto del comportamiento de su novio ¿Acaso Jimin había creído en las palabras del emperador? Sí era así, nuevamente Min había ganado y eso le hacía hervir más la sangre.

—¡Estoy harto de fingir! —gritó Yoongi cerrando la celda en la que se encontraba Jimin.

—¿Qué haces Yoongi? —preguntó Jimin tratando de abrir la celda, pero era inútil.

—Yo nunca te amé Jimin, solo eras un trofeo. Min se quedó con todo lo que yo quería; se quedó con mi madre, mientras yo fui abandonado, se quedó con el puesto del emperador, cuando yo luché día y noche para ese puesto, se quedó con tu amor, aunque realmente yo no lo quería. —confesó Yoongi ante la mirada estupefacta de Jimin, quién no podía creer la verdad escondida durante tantos años.

—¿Por qué te quedaste conmigo entonces? —cuestionó Jimin sintiendo como las lágrimas salían de sus ojos, humedecido rápidamente sus mejillas.

—Porque creí que así Min dejaría de ser emperador —susurró Yoongi—, pero me equivoqué, sus celos impidieron que dejara el puesto ¡Fui un idiota!

—Yoongi... —murmuró Jimin con su voz casi audible.

—Quería salir de pobre y tener la vida que me merecía, tu amor no me iba a mantener, solo fuiste un estorbo.

Dicho esto, Yoongi empezó a caminar hacia la salida, ignorando los gritos de Jimin, quién le pedía que lo sacara de allí, pero en ese momento Yoongi, ya no era Yoongi, ahora era un ser despiadado, quién quería conseguir el poder aunque tuviera que matar a su propio gemelo. Mientras Yoongi buscaba al emperador por todos lados, siendo ágil ante los guardias, Min caminaba en su habitación de un lado a otra asustado e impotente ante la noticia de uno de sus guardias. El reino pronto quedaría bajo el agua después de una gran tormenta, todos deberían buscar refugio en los lugares más alto y todo aquel que estuviera bajo tierra, moriría ahogado.