[Historia en un mundo alterno que no daña, perjudica o incide de alguna forma sobre el mundo original de Guardianes]
previamente:
Martha, marcus, sara y tarquin entraron a la casa al final de la calle, ahi se encontraron con babayaga, esta asesino a la mitad de ellos, usando a tarquin y a una quimera como armas. Martha y Sara fueron asesinadas, mientras Marcus y Tarquin cayeron en un bucle temporal del fatídico día.
Marcus cayó de golpe una vez más, ver a su hermana morir cada día era una tortura, ya que apesar de sus esfuerzos está moría una y otra vez.
Tarquin gritaba viendo sus manos ensangrentadas, de nuevo, esta vez solo había matado a Martha, la quimera se había encargado de Tsuky y los demás.
—Mierda, ¿como saldremos de aquí? —Pregunto casi para si mismo. —Tarquin, levántate, nos quedan treinta y cuatro segundos antes de que se reinicie.
—Ya no puedo, no puedo seguir viviendo aquí, dónde daño a Martha —Exclamo Tarquin en un alarido mientras se encogía en el suelo —Todo el tiempo debo matarla aunque no lo desee y no puedo negarme, ya no puedo, ya no puedo.
—Hey, Tarquin, tranquilo de acuerdo, saldremos y mataremos a la bruja. Las muertes de Sara, Tsuky y Martha serán vengadas, no podemos quedarnos aquí y llorar, podemos tratar de salir.
Marcus maldijo por lo bajo antes de besar a Tarquin, cerro los ojos y saboreo los labios de este. Jamás había pensado que haría esto, pero supuso que las circunstancias le ganaban a la moral.
Marcus ayudo a Tarquin a incorporarse y se preparó para el reinicio cuando todo a su alrededor comenzó a dar vueltas convirtiéndose solo en líneas de colores. Alzo la cabeza y tomo la mano de Tarquin mientras los transportaban de nuevo a aquel lugar.
Con un zumbido molesto aparecieron allá, Martha, Tsuky y Sara estaban ahí de nuevo. Caminaron y de nuevo ahí estaba la casa, vacía y abandonada, como una invitación a entrar.
Con un suspiro, Marcus abrió la reja justo cuando otro niño se unió a su grupo. Tenía la piel blanca, el cabello azul y una mancha roja atravesandole la cara y tapando uno de sus grises ojos. Traía una capucha que daba una sombra siniestra sobre su cara.
—¿Tu quien eres? —Pregunto Marcus extrañado, pues en todo el tiempo que llevaban en el bucle, jamás había visto a aquel niño.
—Mi nombre es Pluton —Respondio el chico adelantandolos.
Entraron detrás de el, e inmediatamente vieron a la quimera frente a ellos, con brío la bestia corrió hacia ellos para matarlos. Marcus trato de adelantarse, justo cuando el tal Pluton, saco una katana de su capucha y con un movimiento contra reloj la bestia estaba partida en dos.
—¿Cómo diablos? —Pregunto Marcus pasmado, mientras el chico entraba a la casa.
—¿Que fue eso? —Pregunto Martha asustada, mientras Sara se acercaba a una de las mitades de la quimera. —¿Cómo sucedió esto?
—Yo tampoco lo sé. —Respondio Marcus, enderezadose sabía que ese era el momento en que debía actuar, tomo una de las barras de acero que se encontraban en el suelo y avanzo a la casa con ella, preparado para atacar.
Entro y lo primero que vio fue a el chico de cabello azul peleando contra babayaga la cual lo atacaba con cuchillos.
El chico avanzo pisando los cuchillos y dando vueltas en el aire, con su katana lista para cortar el cuello de la bruja, cuando los cuchillos dieron media vuelta en el aire y la bruja desapareció.
Esto desconcertó a ambos chicos, hasta que Marcus los vio, pero era demasiado tarde. El chico chocó contra la pared y uno a uno los cuchillos se clavaron en su piel sosteniendo lo contra la pared.
Después algo salió volando velozmente y se clavó en el suelo, era la katana partida en dos, Marcus con determinación las tomo. Una en cada mano.
—¿Marcus? —Hablo una voz a sus espaldas, era Tarquin —¿Que estás haciendo?
Marcus camino hacia el y lo beso nuevamente
—Voy a terminar con esto, te amo —Declaro antes de correr directamente a la bruja que estaba distraída, al llegar salto y con un giro le cortó el cuello.
Eso había Sido demasiado fácil, alegremente se levantó y corrió hacia Tarquin, justo cuando una de las partes de la katana lo atravesó.
Escupió sangre mientras la segunda parte de la katana atravesaba su cabeza, saliendo por uno de sus ojos. Se dejó caer sobre las rodillas, antes de que la última luz se apagará.
Tarquin corrió hacia el, pero antes de que pudiera llegar algo controlo sus movimientos y lo hizo ir hacia Martha, Sara y Tsuky. No lo habían logrado, había perdido a Marcus y ahora nada lo salvaría de ese lugar.
Con lágrimas en sus ojos mato a cada una de las chicas, incluso tuvo que perseguir a Martha que había corrido hacia la casa, una vez que todos estuvieron muertos, Tarquin se dejó caer sobre las rodillas, llorando.
Justo cuando una mujer, que brillaba de una manera inusual, se agachó junto a el, en su rostro solo se reflejaba bondad y compasión.
—Has sobrevivido, pequeño. Pero ha llegado la hora de partir —Anuncio la mujer con su negro cabello callendo en una cascada. —Has Sido tan valiente, estoy orgullosa de ti
—¿Mamá? ¿Eres tú? —Pregunto, aún aturdido.
—Si, cariño —Respondio, llevando a Tarquin hacia una gran luz. —Al fin descansaremos.
La luz se hizo intensa y dejo inconsciente a Tarquin, mientras una paz lo inundaba.
Abrió los ojos, estaba en un campo lleno de gente recogiendo frutos de los arbustos, levanto una mano para cubrirse del sol, justo cuando su madre llegó y lo ayudo a levantarse.
—¿Dónde estamos? —Pregunto Tarquin aún confundido.
—Este es el Makänan, nuestro lugar de descanso eterno, ¿Recuerdas?
—crei que no era real —Respondio Tarquin.
Entonces todos voltearon a verlo, los amables rostros que había visto segundos antes de habían convertido en caras perturbadoras, con sonrisas anchas y ojos saltones.
En su oído se escuchó una voz, que no era para nada como la de su madre.
—No lo es.
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GUARDIANES | LA OSCURIDAD: FASE 1, PLUTON
Ciencia Ficción∆ ∆ ∆ Martha vivia pacificamente en Pluton junto a su hermano Marcus, cuando Sara llegó con un alarmante mensaje: Keith, Dios del Sol amenazó con invadir todos y cada uno de los planetas y crear un reino de terror y oscuridad. Estos herman...