GUARDIANES | LA OSCURIDAD: FASE 1, PLUTON

Traiciones Solares

CARONTE

—¿Qué está pasando aquí? —Preguntó Keith detrás de ellos.

—Mierda —Maldijo Park mientras empujaba a Ambrose al portal, antes de saltar el detrás.

Cayó en su mundo el cual ya estaba habitado por los niños de cada planeta, estos corrían y reían.

—Ven, te mostraré el lugar. —Dijo Park jalando de la mano a Ambrose.

—O-okey —Respondió Ambrose mientras Park corría frente a él directo a un grupo de niños que jugaban con sus poderes.

Cuatro niños resaltaban entre los demás, uno de ellos hacia figuras de agua sobre sus manos, el de a lado hacia un dragón de fuego, otro hacia un fuerte tornado y la última, hacía que del suelo crecieran hermosas flores.

—Que bien lo hacen niños —Dijo Park

—Creo que me gustaría tener hijos algún día —Dijo Ambrose cargando a la pequeña niña.

—Seria lindo —Respondió Park tocando el cabello de la niña. —¿Continuamos?

—Si —Respondió Ambrose bajando cuidadosamente a la niña para seguir a Park.

—Viven según sus planetas o sus tribus muchos de estos niños jamás habían visto a una niña o viceversa, así que aquí les he enseñado a respetar además no quería que sus costumbres quedarán olvidadas por lo que siguen haciendo sus rituales aquí. —Aseguro señalando a tres niños que hacían una danza alrededor de una fogata.

—Es muy lindo de tu parte —Dijo Ambrose con una sonrisa.

—Sí, no entiendo ¿Cómo Keith puede hacer esto aun cuando hay niños implicados? —Se Preguntó Park mientras aún veían a los niños.

—Es una pena que la mayoría de estos niños quedarán huérfanos —Murmuro Ambrose.

—Lo dice quien dijo "pero mataremos a todos los adultos" te recuerdo que esos adultos son los padres de estos niños.

—¿Y qué esperabas que hiciéramos? No podemos simplemente regresar con Keith y decir "Lo lamentamos señor todos los habitantes de todos los planetas desaparecieron de la nada"

—De cualquier forma ya nos vio salvar a Lorkya, ya no hay vuelta atrás debemos seguir.

—Supongo

—Ven vayamos a aquel invernadero, quiero mostrarte algo.

—¿Qué cosa? —Pregunto Ambrose sonrojado

—Ven te gustará —Insistió Park jalando por segunda vez a Ambrose de la mano hacia el invernadero que se mantenía ocultó tras dos grandes sauces y una fuente de un ángel hecha por los niños Saturninos.

Entraron y dentro habían unas grades flores Uranitas, plantadas por uno de los niños. Park tomo una de las flores bebes que tenían el tamaño del dedo pulgar de este y se la mostro a Ambrose.

—¿Qué te parece? —Le pregunto con una sonrisa.

—Es hermosa, pero se vería más hermosa en ti —Respondió Ambrose quitándole la flor y poniéndola en la oreja de Park, como toda una comedia romántica.

—¿Tan cursi eres?

—¿No te gusta que sea cursi?

—No, la verdad no

—Bueno pues tendrás que acostumbrarte

—¿A si? —Pregunto Park acercándose a Ambrose.

—Si —Dijo Ambrose rosando sus labios.