Llevo una hora revelando las fotografías.. extrañaba el cuarto oscuro de mi casa, me recuerda mucho a mi adolescencia..
Cada vez que mi mente divaga es Madara quien está ahí esperándome, con su sonrisa de ensueño y su cabello alborotado... me siento como una niña, he suspirado más veces de las que puedo contar y ahora me encuentro revelando el rollo fotográfico donde él me sonríe de manera sexy..
Si supiera lo que despierta en mi.. lo loca que me pone, tengo miedo por lo que él saca de mi, cuando Madara esta cerca mi cuerpo no obedece, no puedo pensar o respirar normal, él me aturde y eso me asusta..
Quiero pensar que lo volveré a ver.. que quizás si estamos destinados a encontrarnos, pero mi vida no es un libro y yo no soy la protagonista.. soy solo yo, Sakura, la simple y sencilla Sakura..
Suspiro nuevamente y tomó mi cámara y mis llaves, camino admirando la gente a mi alrededor, mi barrio es tranquilo y alejado del bullicio.. no se donde ir, tampoco me interesa, solo buscaré algo que me guste y me sentaré a tomar fotografías.. adoro plasmar la felicidad o tristeza de la gente, que una imagen puede contener tanta emoción hace latir mi corazón..
Camino por horas y me encuentro muy cerca del centro de la cuidad, el cielo se nubla y sonrió por mi mala suerte, solo a alguien despistada como yo le pasan estas cosas.. no tengo frío pero tampoco estoy vestida para caminar con dignidad por la calle.. lo bello de ver la lluvia caer, es que la gente corre y trata de escapar de algo tan hermoso y natural.
Me acercó a una librería y veo que mi libro se exhibe en la vitrina.. es lindo.. me siento realizada por algo tan sencillo como eso. Muchas veces quise ser yo la protagonista de mis historias, verme a mí misma rodeada de amor y pasión.. pero supongo que no es solo mi fantasía..
Me alejo de la gente y comienzo a caminar sin sentido nuevamente, hay un bonito parque, la gente corre de la lluvia con sus perros y los deportistas siguen corriendo bajo la lluvia...
Le tomo una foto a una linda pareja adolescente que se besa bajo la lluvia..
—¿que se sentirá? - me pregunto a mi misma en voz alta-
Suspiro nuevamente..
—yo puedo mostrarte que se siente cerezo..
Mierda! Esa voz! ¿Como es posible?! Las mariposas chocan unas contra otras en mi vientre, cierro los ojos por que estoy nerviosa y estúpidamente loca por él.. los nervios me desarman por dentro, el agua golpea suavemente mi rostro, sus manos se aferran a mi cintura y siento su respiración en mi rostro..
—mírame cerezo.. quiero que sepas que soy yo quien te besará bajo la lluvia..
Abro mis ojos y Por Dios! Es tan escandalosamente hermoso! ¿Por que alguien como él quiere besar a una chica como yo?!
—no podría pensar en nadie más que no seas tu Madara..
Él me sonríe y me derrito en sus brazos, veo su cabeza bajar y mi pobre corazón no da mas.. sus labios rozan los míos con delicadeza, yo abro mi boca insegura, pero cuando su lengua hace contacto con la mía me olvido de todo.. siento que moriré, me aferro a sus cuerpo temiendo que sea un sueño, su boca se vuelve apasionada, su olor, su piel, su cabello y la lluvia entre nosotros hace de este momento lo más bello que he experimentado en la vida.. él se separa lentamente de mi boca y me mira fijamente..
—¿es un sueño verdad? -le digo en un susurro-
Su característica risa masculina me hace entrar en razón.. no estoy soñando.. esto de verdad me está pasando a mi..
—¿sueñas muy seguido conmigo preciosa?
Cada frase que sale de sus perfectos labios es poesía para mis oídos..
—sueño siempre contigo desde que te conocí Madara..
—eres tan bonita Cerezo..
Dice el mientras acaricia mi rostro...
Caminamos por las calles mientras conversamos de todo, él se ve interesado en cada cosa que digo.. creo que nunca superaré el ponerme roja frente a él.. por su ropa se que él estaba corriendo y si chicas se ve muy muy sexy con ropa deportiva.. comienzo a creer que no hay nada que le quede mal..
Llegamos a mi casa riendo y le paso la ropa que me traje de su casa, sus bóxer y su camiseta que uso de camisa de dormir ..
Pongo su ropa en la lavadora y me pongo un short sencillo y una camiseta de tirantes.
Él entra en mi campo de visión y se me cae un vaso.. si, soy torpe cuando estoy con él..
No puedo reaccionar hasta que él se agacha para recoger los vidrios, lo ayudo y trato de pensar en otra cosa que no sea él y su perfecta presencia pero es imposible...
Cocino para ambos y él toma mi libro en sus manos..
—¿te gusta la literatura erotica? -dice divertido-
—mm.. Madara.. yo escribí ese libro.
Sus ojos se abren con asombro y vuelve a mirar el libro..
—¿de verdad cerezo?
—si.. solo no se lo digas a nadie, es algo que no le digo a muchas personas.
—¿puedo llevármelo?
¿Él lo quiere leer?!! Oh por Dios! Esto no puede ser real!
—si, obvio..
Su sonrisa es tan hermosa..
Después de comer, me siento junto a él para seguir conversando como si fuéramos viejos amigos..
—Saku.. ¿hace cuanto conoces a Sasuke?
—al gruñón lo conozco desde que tengo memoria, es mi mejor amigo..
—¿ustedes nunca?...
¿Está celoso?!! No lo puedo creer.. quizás sólo es curiosidad.
—jamás.. es guapo, pero Sasuke no es el tipo de chico por el cual podría perder la cabeza.. es muy gruñón y frío.
—¿y cuál sería tu hombre?
—tu.
Mierda! Cerebro! ¿Por que me dejaste sola?! Ahora que más te necesitaba!!
Él sonríe y me atrapa en sus brazos, se me escapa el aire y las neuronas cuando él me besa!
Me vuelvo loca y respondo a sus caricias y sus labios.. sus manos son gentiles, él me trata como si fuera lo más delicado que ha llegado a sus manos..
—te deseo cerezo.. se que no me creerás por que no eres consciente de lo hermosa que eres.. pero me gustas, solo dame una oportunidad de demostrarlo..
¿Que puedo decir? Es lo que quiero, es lo que anhelo.. Madara es todo lo que quiero..
—muero por estar en te tus brazos desde el primer día en que te vi Madara..
—no sabes lo feliz que me haces cerezo..
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Hermosa Coincidencia
FanfictionA dos semanas de casarse con el que se suponía era el hombre de su vida, Sakura se da cuenta que las cosas no son tan perfectas como ella pensó, una serie de eventos desafortunados la arrojan a los brazos de un hombre que jamás pensó que podría fija...