—Madara—
—¿cómo está ella?
Mi Saku lleva horas con trabajo de parto, el doctor dijo que yo estaba demasiado histérico para quedarme adentro, ¿pero que quiere que haga si ella llora y grita? Es normal que se me salieran un par de palabrotas y me pusiera como un animal enjaulado!
Maldito doctor!
—señor Uchiha, ella está siendo trasladada al quirófano, tendrá una cesárea de emergencia.
—¿y eso por que?!
—por que los bebés son muy grandes y no están en la posición correcta para tener un parto natural..
—¿pero por que no me dijeron eso antes?!
Paso mis manos por mi cabello, Sasuke intenta controlarme, Itachi, Obito y Hashirama también están aquí.
—por que la señorita Haruno insistió en tener un parto natural, no tiene de qué preocuparse, todo estará bien.
—pero yo quiero estar ahí para ella!
—señor Uchiha, si usted se controla puedo llevarlo con ella, pero si no se comporta solo la estresara y su mujer necesita estar tranquila.
—yo me comportaré lo prometo, solo déjeme estar con mi cerezo.
Ella sonríe y la acompaño para ponerme el traje verde y la mascarilla.
A Saku le están poniendo la anestesia en la columna.
—cerezo..
—Madara! No vuelvas a dejarme sola!
Me acercó y tomó su mano, la mitad de su cuerpo está tapado, supongo que debe ser una carnicería.
—lo siento hermosa, es que no soportaba verte así.
Ella se ríe y aprieta aún más mi mano.
—fue gracioso verte como tarzan en medio de la jungla, solo falto que te golpearas el pecho! -dice ella riendo-
Esa es mi Saku, solo ella puede estar riendo en un momento como este, sus ojos ya no expresan miedo o dolor ella parece ¿drogada? Pero que mierda le inyectaron!
—Saku, abre los ojos.
—estoy cansada Madara, me siento en paz, como si miles de pájaros volaran a mi alrededor.
Si, está un poco drogada.. pero por lo menos ya no llora, cuando supimos que tendríamos dos bebes casi sufrimos de un infarto! Pero con el tiempo nos acostumbramos a la idea de ver a dos partes de nosotros revolotear a nuestro alrededor, por una parte es bueno, ya que no se sentirán solos y tendrán compañeros de juegos. Además mi cerezo está tan feliz que no puede ocultar esa bella sonrisa.
Ellos serán mellizos, elegimos los nombres cuando ella tenía 6 meses, no fue fácil, de hecho fue una de las cosas más difíciles que tuvimos que hacer. Pero al final yo elegí Fudo que hace referencia al Dios del fuego y la sabiduría, por que un hijo mío no tendrá cualquier nombre, ellos serán Uchihas y el nombre es lo principal.
Saku eligió Koichi que significa príncipe que brilla con luz propia.. mi chica también sabe elegir buenos nombres.
—Madara quiero ver a mi bebes..
—tranquila amor, ya los conoceremos.
Acabo de terminar la frase y escucho un llanto, mi corazón se paraliza y ella abre los ojos, la lucidez vuelve a su mirada, como si el solo hecho de escuchar ese llanto le devolviera la vida.
Veo a la pediatra tomar a mi hijo y pesarlo y medirlo. Ella lo arropa y me lo entrega, se lo acercó a Saku con mucho cuidado y se lo dejo en el pecho, ella y yo estamos llorando de felicidad.
El pequeño tiene el cabello azabache como el mío.
—es hermoso! -dice ella-
Un segundo llanto me indica que mi otro pequeño está listo para conocernos.
Cuando lo recibo suelto una risotada y lo acercó a Saku.
—cerezo, él tiene tu cabello!
Ella llora y abraza a los dos pequeños. Yo tomo fotos y espero a que trasladen a mi Saku.
—puede llevar a sus hijos para que su familia lo conozca, mientras ella es traslada a su habitación.
Le di un suave beso en los labios, y me lleve a mis pequeños tesoros a esa habitación con un enorme ventanal, donde estaban mis primos, mi hermano, Naruto y las amigas de Saku.
Todos estaban expectantes de conocer a mis pequeños hijos, cuando vieron esas pequeñas pelusas negra y rosa abrieron los ojos con asombro, las chicas lloraban, Naruto me levantaba el pulgar con una sonrisa idiota, Sasuke y Itachi tenían una sonrisa ladeada, Hashirama los miraba con ternura y Obito sonreía de oreja a oreja.
Mis pequeños estaban dormidos y relajados en mis brazos..
Hoy es el mejor día de mi vida..
—Sakura—
Como duele la maldita cirugía! Por suerte mis pequeños son tranquilos, ellos solo hacen ruido cuando tienen hambre.
Todos me han ayudado con el cuidado de los bebés, ya que estoy incapacitada, tengo que caminar con cuidado por que la piel está tirante y me duele.
Por suerte Madara adora ayudarme y mimarme, él será un padre excelente eso puedo verlo, se que siempre pensó que en su vida no tendría una familia y menos hijos. Pero cuando miro sus ojos negros llenos de amor y ternura, se que él nació para hacernos felices...
Ahora está sentado en la mecedora, completamente dormido con nuestros pequeños en su regazo. Se ve tan lindo y adorable.
¿Como es posible que un hombre así sea tan dulce?!
—Madara.. cariño, vamos a la cama.
Él abre sus ojos lentamente, me sonríe y mira a nuestros bebés.
—Saku, ellos son tan perfectos.. yo estoy tan feliz.
—lo se cariño.. y adoro verte así de feliz, por que yo me siento igual.
Dejamos a nuestros pequeños en la cuna, él me abraza por la espalda y yo cierro los ojos.
—en cuando te sientas mejor nos iremos a casa hermosa..
—adoraré vivir contigo y nuestros hijos en ese lugar Madara..
Pase meses con miedo a no ser una buena madre, con miedo a que Madara desapareciera, pero todo es más simple de lo que pensé, por que el amor que nos tenemos es tan puro y sincero que cuando estamos juntos nada más importa..
Mi sueño de formar una familia se hizo realidad, quizás no pueda tener más hijos, pero la oportunidad que hemos tenido supera todo lo que imagine. Ahora somos 4 en nuestra pequeña burbuja, nuestro amor está dividido en cada trocito de sus pequeñas almas, en cada risa y cada gesto de esos pequeños pedazos de cielo.
¿Que mas necesito para ser feliz? Nada.. por que Madara me lo ha dado todo.. el ha complementado cada parte de mi vida con sus sonrisas y personalidad perfecta.
Quien pensaría que aquel chico de la carretera sería todo mi mundo..
Mi hermoso y perfecto Madara..
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Hermosa Coincidencia
Fiksi PenggemarA dos semanas de casarse con el que se suponía era el hombre de su vida, Sakura se da cuenta que las cosas no son tan perfectas como ella pensó, una serie de eventos desafortunados la arrojan a los brazos de un hombre que jamás pensó que podría fija...