—Madara—
A pesar de que el doctor dijo que todo estaba bien, me siento extraño.
Algo afloró en mi, esa desesperación por estar sobre ella cuidando cada paso que da, la casa me parece un campo minado y aunque no cerezo dice que soy exagerado y se ríe de mi no me importa, por que yo cuidaré de ellos.
—Madara! Puedo caminar!
—lo sé preciosa, pero en mis brazos estás protegida.
Ella suelta una carcajada mientras yo la dejo en el sillón.
—no estoy enferma!
—Saku, solo déjame cuidarte..
Últimamente la he visto sonreír mucho, ella suele cantar en la ducha y bailar en las mañanas.
Tiene un poco menos de dos meses, estoy ansioso por que su vientre crezca, pero pasan las semanas y mi pequeño no crece nada.
—hora de las vitaminas cerezo!
Ella sonríe, se que estoy siendo demasiado irritante y sobre protector pero no quiero que nada malo le pase a ninguno de los dos. Yo no soportaría verla triste otra vez.
—Madara.. mi editor me llamo.
—¿y que quería preciosa? Aun tienes un par de semanas para entregar tu novela.
—él quiere que revele mi identidad.. dice que las novelas son muy populares y que mis lectoras quieren saber de mi.
—eso es genial! ¿Por que tienes ese rostro preciosa?
—no se.. me da un poco de miedo..
—Saku, es tu trabajo, tu adoras escribir, yo iré contigo, estaré a tu lado en todo momento.
—oh Madara! Te amo tanto!
Está feliz, se que tiene inseguridad, y que a veces piensa que no es lo suficientemente buena, pero Saku lo hace increíble, ella es simplemente perfecta en todo lo que se propone.
Una semana después..
—Sakura—
Él se ve tan caliente con esa camiseta negra y sus jean tradicionales, tiene el cabello suelto y las manos en los bolsillos mientras me sonríe.
Nunca pensé que la firma de libros sería un éxito, tenía tanto miedo de que nadie viniera y ahora está lleno de chicas de todas las edades las cuales se comen con los ojos a mi hombre mientras el sonríe.
Karin e Ino no pueden creer que yo era el rostro tras sus libros favoritos. Naruto y Sasuke solo se parten de la risa en una esquina mientras son acosados también por las chicas. Parece un club nocturno lleno de chicas con las hormonas desenfrenadas, ellas hacen miles de preguntas a la vez y chillan como adolescentes.
—¿tu eres su novio? -dice una chica emocionada-
Esa simple pregunta capta el interés de las demás que miran con expectación a Madara.
—somos más que eso, mi cerezo y yo seremos padres. -dice él con una enorme sonrisa-
Verlo así de feliz me da calidez y consuelo, por que ese hombre es todo lo que he soñado siempre.
—¿donde puedo conseguir uno así? -me dice una chica-
Yo suelto una risotada y el ambiente se llena de expectación.
—no lo sé chicas, yo nunca pensé que un hombre como el de mis novelas pudiera ser real, Madara es un sueño hecho realidad. Él me salvo de una situación bastante desagradable y desde ese momento yo quedé perdidamente enamorada de él.
Él se acerca y me da un beso en la frente. Suspiros femeninos salen de todos lados, si lo pienso bien mi vida así sido digna de una novela romántica, el chico guapo y perfecto se fijo en mi y en solo una semana sentí que no había nadie más que complementara mis días como lo hace él.
La alarma de su celular suena y lo veo salir para después regresar con un vaso de agua y las vitaminas en la mano. Yo abro la boca y él sonríe de forma tierna.
Más suspiros y chillidos, creo que si siguen mirándolo así a más de una le dará un infarto.
Al terminar nos vamos abrazados del lugar, los chicos conversan entre ellos y decidimos ir a comer.
—oye Saku! ¿Se quedarán a vivir en la cuidad? -pregunta Naruto-
—por el momento si, Madara no deja ni que camine sola. -digo riendo-
—nos quedaremos hasta que el bebé nazca y después nos iremos a la cabaña, se que me mi cerezo adora ese lugar y es la mejor opción para que nuestro pequeño crezca sano y fuerte, quizás cuando tenga que entrar al colegio volveremos.
—pueden ir a visitarnos cuando quieran! -les digo yo-
De verdad adoro esa casa en la playa, me imagino corriendo por el bosque con mi pequeño o pequeña, mientras Madara nos mira con ternura. Sería un sueño y se que se cumplirá.
—oye frentona! No puedo creer que nunca nos dijeras que eras tú la que estaba detrás de nuestros libros favoritos! Aunque debo decir que era un poco extraño que siempre fueras la primera en tener los libros.
—lo siento Ino, me daba un poco de vergüenza confesar.
—¿y vergüenza por que tonta?! Me has hecho suspirar como idiota imaginando que encontrare un hombre como esos! -dice Karin-
Yo suelto una carcajada, creo que las he arruinado a ambas, las chicas esperan hombres irreales y perfectos.. aunque yo encontré el mío, ¿por que ellas no podrían?
—¿estás cansada hermosa?
—estoy bien Madara, sabes que siempre estoy cansada, pero hoy quiero pasar el rato con los chicos y me gustaría caminar contigo en la noche.
—lo que tú quieras preciosa.
Está comenzado a atardecer y caminamos de la mano por la cuidad, la gente siempre camina apurada, como si le faltara tiempo para terminar el día, nosotros lo hacemos de forma lenta, disfrutando de cada segundo que tenemos el uno con el otro, Madara siempre sonríe, creo que solo una vez lo he visto triste..
Él tiene esa energía tan positiva y contagiosa, que al mezclarse con su aura sensual y cuerpo de ensueño lo hacen ser un ser único en todo el universo. Estoy segura que jamás encontraré otro hombre igual a él.
—¿que piensas preciosa?
—que eres todo lo que siempre he querido en la vida..
Él se detiene mientras sonríe, estamos en medio de la calle con el semáforo en verde para cruzar, mientras la gente corre agitada por alrededor, pero yo solo tengo ojos para él, para ver sus lindos ojos negros llenos de amor.
—tu eres la chica de mis sueños Saku.
Las mariposas revolotean en mi estómago cuando su cabeza baja lentamente, sus brazos están en mi cintura aferrándome a su cuerpo con mucha delicadeza, sus labios son suaves y gentiles, su lengua acaricia la mía con sensualidad y destreza que solo él posee... es un beso lleno de sentimientos intensos y perfectos que llenan mi corazón.. por que en este mundo agitado y abarrotado de gente solo somos él y yo.
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Hermosa Coincidencia
FanficA dos semanas de casarse con el que se suponía era el hombre de su vida, Sakura se da cuenta que las cosas no son tan perfectas como ella pensó, una serie de eventos desafortunados la arrojan a los brazos de un hombre que jamás pensó que podría fija...