—Madara—
Ha pasado una semana desde que operaron a Saku, la chica alegre que conocí se me escapa entre los dedos..
Saku está triste, está apagada y llora en silencio para no molestar.. aun no entiende que lo que siento por ella es tan profundo y sincero que nada de esto me haría dejarla.
No sabía que sus ganas de ser madre eran así de profundas.. yo jamás pensé en la posibilidad de formar una familia, nunca estuvo en mis planes por que nunca me había enamorado.
Pero ahora todo es diferente, ella está tan metida en mi corazón que el verla así, consumida en la tristeza me rompe el corazón.
Acaricio su cabello mientras duerme, tiene marcas oscuras bajo los ojos, ella no ha dormido ni se ha alimentado bien esta semana, siempre me sonríe para darme consuelo. Saku no entiende que yo estaré ahí para ella pase lo que pase, por que ya es parte de mi vida.
—preciosa.. vamos a comer algo..
—tengo sueño, solo un rato más..
La abrazo contra mi cuerpo y se relaja, es tan bonita que suelo perderme en sus facciones de muñeca, perderme en esa capacidad que tiene de volver mi mundo al revés.
Quisiera encontrar el modo de distraerla y de que por un momento volviera a ser la chica feliz y divertida que es.
Entonces recuerdo que a parte de ser guapo e increíblemente sexy, también tengo un buen cerebro, y por ende buenas ideas.
Busco una maleta y comienzo a empacar sus cosas, ella levanta la cabeza y la veo fruncir el ceño.
—¿qué haces?
—empacando, nos vamos de viaje, te llevaré a uno de los hoteles Uchiha y podremos descansar de todo.
—Madara...
—¿qué pasa cerezo? No me digas que no quieres ir..
—gracias.. por ser increíble y por estar aquí conmigo.
Se ve tan frágil, tan triste, pero aun así ella me sonríe, aun así intenta calmarme.. me acerco y acuno su rostro con mis manos, esos lindos ojos verdes me miran con amor, ella pareciera sonreír con la mirada cuando estoy cerca, y saber que provoco ese tipo de cosas en Saku me hace sentir tan afortunado.
—Ve a bañarte cerezo, yo iré buscar mis cosas y paso por ti en una hora..
—está bien.. nos vemos en una hora.
Camino a casa pienso en todo lo que debe rondar esa cabecita rosada, no se que se sentirá llevar un bebé en el vientre, eso escapa de mí entendimiento y por más que intente tratar de ponerme en su lugar, no puedo ser imbecil, por que no podré sentir ni la cuarta parte de lo que ella siente.. lo que si siento es tristeza por verla así, tengo miedo de que ella se quiera alejar de mi, miedo de que no pueda superar todo lo que conlleva perder la esperanza..
Yo estaré ahí para mi cerezo, estaré en sus momentos malos y en sus momentos buenos, le devolveré de alguna manera la sonrisa y haré que me quiera del mismo modo que yo la quiero a ella..
Hashirama nos lleva al aeropuerto y en el avión la veo contemplar la cuidad con algo parecido a la melancolía, pero a penas mi mano estrecha la suya comprendo lo mucho que me quiere, por que lo que yo veo en esos ojos es solo profundo amor y esperanza.
El lugar que elegí está a dos horas de la Cuidad más cercana, el hotel está ubicado frente a un bello lago, los árboles a su alrededor le dan ese toque de misterio y descanso que tanto necesita.
—es hermoso!
—lo es cerezo.. podemos quedarnos el tiempo que quieras, tengo una casa cerca de este lugar, pero quise pasar unos días aquí para que puedas ver más gente, ademas la comida te encantará..
—eres tan dulce...
—y tu eres la chica más bella que he conocido..
A mis ojos siempre será perfecta, siempre será bella e irreal, por que cada cosa que hace o dice me estremece, cada gesto y movimiento para mi es hermoso.
Pasamos tres días en medio de la gente , de la música y de la exquisita comida que ella parece adorar, me gusta verla así, me gusta disfrute de cosas simples que yo le puedo ofrecer, por que Saku no es exigente, no es vanidosa ni interesada, ella es real y sincera, es delicada y amable, adoro su personalidad suave y también su lado agresivo, me gusta que tenga tan marcado esos dos opuestos, por que solo la hace aun más especial y diferente del resto.. la hace única en su especie y solo mía..
Las tardes son largas y alegres, hemos salido a caminar bajo la sombra de mis árboles mientras el sol calienta la tierra, la he visto reír y contemplar todo a su alrededor, parece una niña pequeña maravillándose con cada detalle.. como si nunca antes hubiera visto el mundo de esta forma, quizás ha pasado la mayoría del tiempo haciendo lo que la sociedad impone, estudiado, trabajando, siendo sociable en una cuidad cosmopolita mientras la vida se le pasó frente a los ojos sin darse cuenta.. quizás ella obvio lo que la naturaleza podía ofrecerle, esa calma y esa paz que solo se consigue estando lejos de la cuidad.. pero para eso me tiene a mi, para llenar sus días de cosas nuevas, para que sienta la libertad de ser ella misma sin ninguna presión de por medio, aquí no hay bares, no hay pelirrojos estupidos ni clubes femeninos, aquí solo somos ella y yo, solo el Madara real que solo ella conoce y Sakura.. mi Sakura.
—¿lista para conocer la casa del lago?
—lista!
La cabaña está oculta en medio del bosque frente al lago, solíamos venir los veranos aquí con mis padres, hace años que no veía este paisaje, pero esos tres días que estuvimos en el hotel me encargué de que todo estuviera en su lugar y en perfectas condiciones para recibirnos.
—oh! Esto es lo más bello que he visto!
Cada día sonríe más y por eso yo también lo hago.
—Madara! Es como un cuento, podría vivir toda mi vida aquí!
—preciosa, podemos quedarnos el tiempo que quieras.. aquí puedes escribir tus novelas, nadie te molestará..
—¿y tu trabajo y tu vida?
—Saku, mi vida es donde estes tu..
—oh Madara!
Me he convertido en el tipo de chico del que siempre me burlé, pero no es algo que me moleste, solo me causa gracia.. por que jamás pensé que estaría en esta situación, babeando por una chica y entregándole todo sin condiciones.. pero ella no es cualquier chica, y se merece todo lo que tengo para entregarle.
Por dentro la cabaña está tal como la recuerdo, la madera sigue dándole ese toque hogareño y cálido que me encantaba cuando niño. La decoración de mi madre sigue intacta, cada detalle de este lugar me hace sentir en casa, y que Sakura esté conmigo solo incrementa esa sensación de pertenencia y hogar que destruye mis ganas de salir volando.. por que quizás siempre busque algo que me faltaba pero no supe muy bien que era. en mis viajes y en mis años, nunca sentí por completo lo que siento ahora, quizás el motivo por que siempre regresaba a mi cuidad natal era por ella, solo que aún no la conocía, ya no tengo esa sensación de vacío en mi interior.. Saku ha logrado llenar cada espacio de mi, haciéndome sentir feliz y en calma.
Ella se ha convertido en la luz y calidez que necesitaba, ella es mi compañera y mi amante.. con ella me siento en casa, por que Sakura es y siempre será mi hogar..
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Hermosa Coincidencia
Fiksi PenggemarA dos semanas de casarse con el que se suponía era el hombre de su vida, Sakura se da cuenta que las cosas no son tan perfectas como ella pensó, una serie de eventos desafortunados la arrojan a los brazos de un hombre que jamás pensó que podría fija...