Flufftober 2021 [Henray]

Día 5. Cafetería.

Relacion Adulto/Joven Adulto.

Universo alterno.

Era una tarde fría y lluviosa la que hacía en la cuidad de Swellview, el ambiente afuera era húmedo, el cielo gris daba un toque de nostalgia como de película vieja y cuando el clima estaba así, las personas tendían a buscar lugares cálidos donde cobijarse de las heladas temperaturas.

Y es aquí donde la cafetería dulces momentos hace presencia. Todos en la cuidad iban a dulces momentos por un café o chocolate caliente y un dulce para pasar la tarde. Hoy no era la excepción, el lugar estaba repleto de personas, todas las mesas estaban saturadas; los meseros corrían de un lado para otro atendiendo a cada cliente que entraba por la puerta de cristal.

Por suerte para Henry, solo tenía que encargarse de la limpieza. Su trabajo consistía en limpiar los pisos, las mesas y los platos sucios, de vez en cuando los baños pero solo cuando necesitaba dinero extra. Así que no tenía que volverse loco atendiendo a los clientes... Aunque hoy, sería diferente.

— Oye Henry — Jasper lo llamó desde el mostrador, Henry se encontraba detrás de este.

El rubio alzó la miraba para ver a su amigo.

— ¿Si? — Preguntó sin soltar el trapeador con el cual limpiaba los pisos.

— ¿Puedes ayudarme atendiendo? Hay demasiada gente, Charlotte y yo nos estamos volviendo locos. No podemos con todos — Explicó el de rulos mostrándose algo cansado.

Henry miro hacia las mesas, su amigo tenía razón, el lugar hasta se sentía sofocante de tantas personas que habían. Se mordió el labio, nunca le habían pedido que hiciera de mesero, Charlotte y Jasper siempre se encargaban de todo a la perfección pero hoy parecía que no podían con tanto.

Miro a su amigo de nuevo quien esperaba pacientemente a que respondiera pero en sus ojos podía ver que espera a que dijera que sí. Dejó escapar un suspiro, ¿que podría salir mal? Solo atendería a un par de personas y ya está.

— E-está bien — Tartamudeo un poco. Jasper exclamó de emoción antes de indicarle que un cliente había llegado.

Henry solo asintió viendo como su amigo se iba. Dejó el trapeador a un lado, todo un delantal y una pequeña libreta luego dejó escapar un último suspiro antes de encaminarse hacia el final de la barra donde vio al cliente, un hombre sentarse.

El desconocido hombre mantenía su cabeza gacha hacia su teléfono, vestía de traje y saco. Henry no le dio importancia y llegó frente a él.

— Buenas Tardes — Habló para llamar la atención del hombre, este alzó la mirada y cuando lo hizo Henry casi se desmaya.

El hombre era demasiado atractivo, con unos ojos azules tan brillantes que podían iluminar todo el lugar, unos labios finamente elegantes, un cabello castaño cual príncipe encantador y un rostro perfectamente esculpido por los mismísimos dioses. Henry jamás había visto una cosa tan bella como el hombre que tenía frente a él.

— Buenas Tardes — Respondió con un leve acento inglés.

La libreta que sostenía en sus manos se le resbaló al escucharlo.

Santa madre de Dios, pensó Henry. Es bellísimo.

— Ammm, ¿estás bien? — Volvió a hablar el hombre mayor.

Henry regreso a la realidad al escucharlo hablar, se había quedó cautivó por esos hermosos ojos azules y esa melodiosa voz.

— S-sí, estoy bien — Se aclaró un poco la garganta tratando de calmar sus nervios. El castaño le regalo una sonrisa y Henry sintió sus piernas flaquear, para disimular eso, se agachó y recogió la libreta.