Día 18. Abrazos.

598 62 9
                                    


Ambientado en el universo de Henry Danger

Relación platónica adulto/joven.



Hay una cosa que a Henry le gusta hacer en todo el mundo. Abrazar a Ray.

Siempre que se sentía mal o tenía un día pesado en la escuela, corría a los brazos del castaño, quien siempre lo recibía a gusto.

A Henry le gustaba abrazar a Ray, pues daba los mejores abrazos de oso. Sus abrazos eran los mejores, protectores y amorosos. Henry los amaba y cada vez que tenía la oportunidad se acurrucaba en ellos junto al sillón giratorio.

Y a lo largo de los años se había abrazado una infinidad de veces.

La primera fue cuando Ray lo contrató de nuevo para ser Kid Danger. Henry recuerda que salto de alegría y se abrazó a su jefe, quien no tardo en corresponder el abrazo junto con una sonrisa.

La segunda vez fue cuando Ray volvió a ser indestructible, después de las lágrimas de aquellos escarabajos le hubieran quitado su poder. Henry jamás olvidará lo asustado que estuvo en esos minutos donde el castaño hacía la prueba para ver si su indestructibilidad había vuelto. Cuando este se levantó y dijo su típico "estoy bien", Henry corrió hacia él y se lanzó en sus brazos, abrazándolo tan fuerte, temiendo que si lo soltaba pudiera perderlo.

La tercera vez que se abrazaron fue en una ocasión muy peculiar. Ray hacía su drama de diva queriendo abrazos, Henry se ofreció a dárselo, pero el castaño tan dramático como siempre hizo una escena diciendo que él debía darle abrazos porque quisiera, no porque se lo pedía.

Henry se rió en aquella ocasión, no burlándose, sino más bien de forma tierna ante la escena que el castaño le había montado.

Ray volvió después pidiendo abrazos y Henry con gusto se los dio.

Se habían abrazado muchas veces, pero el abrazo que siempre le dolerá a Henry es aquel que se dieron cuando llego la hora de dejar Swellview.

Era una cálida tarde de septiembre, él tenía su equipaje a un lado listo para irse a Distopía, Ray estaba del otro lado, sonriendo de forma nostálgica.

— Bueno, aquí es — Murmuro el rubio cuando llegaron a la zona de abordaje.

— Sí — Respondió el castaño en voz baja.

Ambos se miraron por un segundo, en silencio se decía todo lo que en palabras no podían.

Henry tragó saliva cuando escucho el llamado de su vuelo.

— Bueno...

Ray asintió, no quería hablar, sentía su garganta entrecortada.

Sin decir una palabra, cortaron la distancia y se dieron un abrazo. Ray envolvía sus brazos por su cintura, Henry mantenía los suyos alrededor del cuello del mayor, su barbilla la recargo en el hombro de Ray y cerró sus ojos, disfrutando por última vez de estos abrazos.

Ray lo apretó más contra él, dejó un beso en los rubios cabellos de Henry y unos segundos después lo soltó.

Se miraron una última vez, se sonrieron, luego Henry tomo sus maletas y camino hacia la línea de abordaje, podía sentir la mirada de Ray sobre el mientras se alejaba.

Trago duro, aguantando las lágrimas mientras entregaba su pasaporte y el boleto de avión. Ya no había vuelta atrás, jamás volvería a estar entre los brazos de Ray.

A menos que...

— ¡Bienvenido de vuelta, amigo! — Exclamó el castaño abrazando a Henry con fuerza. Esta vez no lo soltaría por nada del mundo.

Henry sonrió feliz, correspondiendo al abrazo. Después de todo, siempre volvería a esos abrazos, su lugar favorito en todo el mundo.

Flufftober 2021 [Henray]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora