Día 23. Mudanza.

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Ambientado en el universo de Henry Danger pero no apegado al canon de la serie. 

Ray y Henry no tienen poderes, Capitan Man y Kid Danger no existen.

Relación Adulto/Joven Adulto.

Henry: 19años

Ray: 35años.


Oficialmente, Henry estaba mudándose, a pesar de todas las quejas y protestas de su madre, él había tomado una decisión. Se mudaría con su novio, Ray Manchester, quien también era su jefe de basura y más.

Kris Hart no estaba muy contenta cuando su hijo le dijo que se iría a vivir a un departamento con un hombre extremadamente mayor. Si bien había aceptado la rara relación que su hijo tenía con el hombre, pues, Ray se veía de buenas intenciones. Dejarlo irse a vivir lejos de sus alas con una persona extraña no era algo que ella considera bueno.

Pero Henry siempre estuvo firme a su palabra, ya tenía 19 años, quería comenzar a independizarse y que mejor que teniendo a un novio con un lujoso apartamento en el centro de la ciudad con todo a su alcance.

— ¿Estás seguro de que esto es lo que quieres, hijo? — Preguntó Kris Hart por milésima vez en el día.

Henry, quien se encontraba guardando ropa en su maleta, detuvo lo que hacía y miro a su madre, quien desde que entró a la habitación tenía un aspecto preocupado.

— Si mamá, — Suspiró — Esto es lo que quiero desde que empecé a salir con Ray. No tienes que preocuparte por nada, conoces a Ray, sabes que es un buen hombre.

Kris asintió porque aunque le doliera admitirlo, su hijo tenía razón. Le regalo una pequeña sonrisa antes de retirarse de la habitación y dejar que su hijo terminara de empacar.

*

Maletas y un par de cajas llenas se encontraban en la puerta de la casa Hart unos días después, en su habitación solo quedaron los muebles, su cama, y un escritorio vacío. Era el momento, Henry se mudaba hoy.

Su madre le preparó un rico desayuno y se aseguró que toda la familia estuviera junta para tener un último desayuno. Henry le agradeció por eso, sabía cuál difícil era esto de la mudanza para su madre, aun cuando bien sabía que vendría a visitarla a menudo.

Tomaron el desayuno tranquilamente como normalmente solían hacer, Kris trataba de hacer caso omiso al tema de mudanza mientras mimaba a su hijo por una última vez.

Al terminar de comer, Henry volvió a su equipaje y se aseguró de que nada le faltaba cuando un mensaje de texto le leyó; Ray pasaría por él en una hora.

Y esa hora llegó demasiado rápido para que Henry o Kris pudieran asimilarlo.

En un minuto ya estaban abrazándose afuera del porche, mientras que Ray metía las maletas y cajas de Henry en la cajuela de su auto.

— Voy a extrañarte — Murmuró Kris en medio del abrazo. Henry dejó escapar una sonrisa.

— Mamá, no me iré tan lejos — Se separó del abrazo para poder verla — Vendré a visitarte y tú podrás hacerlo también, creo que a Ray no le molestara que pases a visitarnos — Sonrió.

Kris miró al hombre mayor por sobre el hombro de su hijo.

— Está bien.

Henry le sonrió de nuevo antes de darle un último abrazo para después caminar hacia la acera donde el auto de Ray estaba estacionado. Henry se acercó a él y lo rodeó por el cuello, Ray hizo lo mismo con su cintura.

— Escúchame bien, Raymond — Empezó a hablar la señora Hart — Dejaré que te lleves a mi hijo, pero si llegó a enterarme de que lo haces llorar, si Henry llega aquí con una sola lágrima. Te prometo que te buscaré y te mataré, ¿entendido? — Lo apuntó con su dedo de forma amenazante.

Ray trago saliva, por primera vez tuvo miedo de su suegra. Pero no iba a dejar que eso se notara, Ray Manchester jamás permitiría que alguien lo viera siendo débil.

— No se preocupe, Señora Hart, lo cuidaré muy bien, como si fuera mi propia vida — Miró a Henry mientras lo pegaba más a su cuerpo. Henry le sonrió con amor.

— Más te vale — Expresó Kris aun sin bajar la guardia. Henry dejó escapar una leve risita, su madre jamás dejaría de protegerlo.

Se despidió de ella una última vez para después subirse a la camioneta junto con Ray.

— ¿Estás listo? — Le preguntó el castaño luego de ajustar su cinturón de seguridad.

Henry, quien miraba por la ventana, admirando su casa, dejó escapar un suspiro y asintió.

— Sí, estoy listo — Giró para ver al castaño y regalarle una sonrisa. Ray le correspondió la sonrisa antes de poner en marcha la camioneta.

Henry volvió a mirar hacia la ventana, viendo su casa cada vez más lejos de él. Era la primera vez que se iba de casa para no volver.

Al llegar al apartamento de Ray, ahora suyo también, se dispusieron a descansar un poco; sentarse en el sofá a mirar algo de televisión mientras llegaba la hora del almuerzo. Después hicieron la comida juntos, teniendo un momento de diversión y coqueteos con ellos, casi teniendo sexo en el mesón de la cocina (si no es porque la comida casi se prende en llamas).

Después de comer, descansaron un rato más, era domingo, así que podían vagar todo lo que quisieran.

Ya más tarde, al bajar el sol, tomaron las maletas y cajas de Henry para empezar a desempacar. Henry metía su ropa en el armario que ahora compartiría con su novio, mientras que el castaño sacaba las cosas que había traído en las diferentes cajas, colocándolas donde a Henry le parecían que quedarían bien. Ray quería que Henry sintiera que este era su espacio también.

— Muy bien, está listo — Metió una última prenda en el armario para después cerrarlo. Se dio la vuelta para ver a Ray — Oficialmente me he mudado contigo — Sonrió en grande.

Ray le devolvió la sonrisa mientras se acercaba a él, lo tomó de la cintura, pegándolo contra él.

— Ahora viene la celebración — Murmuro contra los labios gruesos y rojizos de Henry antes de tomarlos contra los suyos.

Henry sonrió en medio del beso y dejó que su novio lo llevará cargando hacia la cama mientras continuaban con los besos y caricias para dar inicio a una fiesta de bienvenida donde solamente ellos dos eran los invitados.

Flufftober 2021 [Henray]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora