Irrevocable

3. Lo idiota jamás se me quitara

siento todo mi cuerpo dolorido, ese maravilloso hombre me tiene abrazada por la cintura, mierda! De día es aun mas bello.

Salgo de la cama con mucho cuidado y comienzo a vestirme.

--¿dónde vas?

él me mira divertido, se ve atractivo como el infierno con esa sabana tapando solo su cadera.

--a casa, estoy escapando antes de que te vuelvas un idiota.

Él suelta una carcajada y yo le regalo una sonrisa. Se levanta y camina hacia mi, sus brazos pasan por mi cintura y sube el cierre de mi vestido con mucha calma, mi pulso late sin control en mi cuello.

--¿de verdad te escaparas de mi?

--creo que ese fue el trato.. ya sabes, príncipe por una noche, sapo por la mañana.

Él vuelve a reír y acaricia mis senos sobre la tela, su boca se encuentra con la mía y su viril miembro se pega a mi vientre de forma descarada.

--no quiero que te vayas.. no aun..

y cuando estoy a punto de mandar a la mierda todo otra vez la puerta se abre y veo a una rubia platinada elegante y hermosa que nos mira con los ojos llenos de lagrimas y la boca abierta.

--Madara!

El rostro del chico sexy se desestabiliza por un momento, pero luego esa compostura fría que conocí anoche se hace presente. Ahora yo soy como la morena de ayer.. yo soy la otra.

--Kaguya..

por alguna razón Madara se gana frente a mi y evita que esa chica me mire con odio o quizás es al revés.

--¿cómo pudiste?! Eres un maldito hijo de puta! –le grita ella-

La chica sale llorando y me siento tan miserable por estar ahí con el hombre de otra..

--y así es como te convertiste en sapo. –le digo con sarcasmo-

él se gira y me mira fijamente.

--¿decepcionada? –me dice como si nada-

--no, me esperaba algo así de alguien como tu, pero no te preocupes ve por tu novia yo tengo que llegar a casa.

Él no dice nada solo me observa mientras yo camino fuera de su alcance. Solo me giro para admirar esa perfección por ultima vez.

--gracias por el sexo Madara, estuvo alucinante..

no estoy enojada ni sorprendida por lo que acaba de pasar. Él es un idiota, pero la verdad es que jamás había alucinado en la cama con un hombre y eso hacia que mi mente se centrara solo en lo importante.

--¿no me dirás tu nombre? –dice él-

--no tiene sentido, no nos volveremos a ver.

--¿segura?

¿qué mierda intenta insinuar?

--¿hace cuanto tienes novia?

--2 años, Kaguya no es mi novia, era mi prometida.

¿quee!!?

--¿cómo que era?

--¿cuál es tu nombre?

--como sea, adiós Madara.

--ya sabes donde vivo preciosa, cuando estés triste solo búscame..