10. Las palabras se las lleva el viento..

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Destruida, perdida, vacía..

Llevo un día en esta cama blanca, Ita me mira con tristeza.

Estuve tan sumergida en mi miseria que no tome atención lo que mi cuerpo gritaba con desesperación..

—es mi culpa -digo yo-

—no Saku.. el doctor dijo que el bebé era inviable, él no venía apto para la vida..

La vida suele ser sarcástica y cruel, no solo el amor es algo utópico, resulta que la tranquilidad también lo es.. perdí una pequeña parte de mi alma, una pequeña parte que también contenía el amor de Sasuke..

—aún así, si me hubiese dado cuenta podría haber hecho más..

—no Saku.. no hubiese marcado la diferencia, pero se que hubieses sido una madre maravillosa.

—eso nunca lo sabré Ita..

—Saku... ¿quien era el padre del bebé?

Él me mira con esos ojos suplicantes, llenos de tristeza.. Itachi ha sido lo más sincero que he tenido en mi vida, es el hombre que más conozco, y al mismo tiempo con el que menos tiempo he pasado.

—Sasuke Uchiha.

Él abre sus lindos ojos y me abraza, ya no tengo llanto que derramar, ya no siento nada, es como si estuviese muerta, en momentos de autodestrucción como estos, quisiera gritar y golpear todo a mi alrededor, pero el solo hecho de abrir mis párpados se hace algo difícil y angustiante..

Se que estoy viva por que el dolor no me abandona.. estoy viva por que Itachi me ha cuidado y me ha alimentado estos días.. estoy viva por que él me sonríe como si esto fuera solo un mal sueño.

—Saku...

—¿me odias Itachi?

—quee! No! Claro que no! Saku, yo te quiero..

Intente tanto creer en cada cosa que salió de la boca de Sasuke y de Madara y nunca pude.. pero Itachi es sincero, cada cosa que dice me hace sentir que es la pura verdad.

—gracias Ita..

Y en esa sala de hospital, con la pérdida de mi hijo y el corazón incinerado él me besa..

No hay rabia en su beso, no hay fiereza o posesión, Itachi me besa con una ternura que jamás experimenté, un beso que me lleva al cielo por lo dulce y perfecto que es..

Sus labios son cálidos y suaves, sus manos acarician mi cabello y siento su calor y aroma exquisito en mi.. su frente está pegada en la mia, mi respiración acelerada y el monitor de latidos cardiacos me delata.

—Ita..

—déjame cuidar de ti Saku.. déjame ser lo que esperas, lo que quieres.

—Ita, tu ya eres eso y más.. pero yo estoy rota, estoy destrozada.

—lo sé bonita.. pero no importa el tiempo que me tome recoger tus pedazos, yo te prometo que te haré feliz.

🌹

Sigo muerta por dentro pero sus cálidas sonrisas lograr agitar mi interior, él ha logrado llenar la casa de calor y luz, suele tocar la guitarra en esos duros días de invierno, yo me siento junto al fuego y dejo que las delicadas notas se filtren en mis oídos..

Cada vez que Ita toca las mariposas revoloteaban como un torbellino en mi vientre.

Sus ojos se cierran y puedo ver cómo disfruta de los acordes y de sus manos deslizándose con suavidad por las cuerdas metálicas..

IrrevocableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora