How to get a prince

Capítulo XIV

Dejun desabotona la camisa blanca de KunHang con ansias sin romper el contacto de sus labios, cuando logra su cometido, arroja la prenda al suelo y empuja a KunHang a la cama, subiéndose encima de él. Ambos gimen en la boca del otro sin importarles que alguien más pueda escucharlos.

Hoy es la fiesta de cumpleaños de Chittaphon, ambos están en la mansión de sus padres en una de las habitaciones vacías, la cual previamente cerraron bajo llave. Como era de esperarse, el día especial del tailandés se convirtió en un campo de batalla por ver quien conseguía llevarse los mejores tratos de la noche. Chittaphon ni siquiera tenía tiempo de sentarse con sus amigos porque debía saludar a las trescientas personas que sus padres invitaron a la casa.

Dejun muerde sus clavículas y pasa sus labios por toda su pecho, disfrutando del agarre en su cabello más de lo que debería. Siente cosquillas en el estómago y sensibilidad por toda la piel, quiere ser tocado, pero esta vez es su turno de consentir a KunHang y demostrarle que definitivamente sabe hacer algo con su boca. Siente el tirón en su cabello y de inmediato sube hasta encontrarse con los labios hambrientos de KunHang, ambos enredan sus lenguas en movimientos lentos y profundos. En menos de cinco segundos es ahora él quien está debajo, frotándose descaradamente contra KunHang.

Ha perdido al menos la mitad de su vergüenza, ¿Qué mejor manera de perderla toda que sometiéndose al placer que Wong KunHang le otorga? Podrá ser muy entusiasta del romance, pero definitivamente no es un santo, sabe perfectamente lo que su cuerpo necesita.

Él le da lo que su cuerpo necesita.

Por eso, trata de colocar la mano de KunHang sobre su miembro, pero para su sorpresa, él lo detiene.

— No es tiempo aún, ángel, créeme que nadie me haría más feliz que complacerte ahí, pero aún no estás listo, no tienes que apresurarte, te esperaré el tiempo que necesites — le sonríe —. Por ahora, podemos hacer otra cosa.

Cuando la lengua de KunHang hace contacto con sus pezones, sabe que ha perdido, que está totalmente a merced de este hombre que lo lleva a tocar el cielo con la punta de sus dedos. Poco a poco su camisa también terminó en el suelo, ahora los dos se encuentran sin camisa, deseosos de más contacto, porque entre ellos nunca es suficiente. La lengua moviéndose en círculos sobre la zona lo hace tener pequeños espasmos que hacen que las sábanas se hagan puños en sus manos. Gime y jadea, esto es demasiado.

Las manos de KunHang se pasean por su espalda de arriba hacia abajo, delineando todas sus curvas y apretando suavemente la zona. No sabe de donde saca la fuerza para levantarse y subirse al regazo de KunHang, moviéndose encima de su miembro, eso le arranca un gemido ronco al otro que deleita sus oídos.

— Ángel, si sigues así... ah.. — cierra sus ojos —... te dije que sería especial, así que por favor detente.

— Sólo... un poco más.

Ambos siguen besándose de la forma tan profunda en la que lo han estado haciendo, frotándose entre sí, hasta que Dejun es el primero en llegar al clímax, descansando su cabeza encima del hombro de KunHang, quien alcanza el clímax un par de segundos después.

Generalmente, para KunHang toma más tiempo el correrse, pero supone que esas cosas de que "con la persona que amas es diferente" finalmente tienen sentido.

— ¿Estás cansado, ángel? — pregunta suave. Dejun asiente.

— Quiero ir a comer algo, tengo hambre. Además, no quiero que Ten se desanime pensando que nos fuimos. — dice preocupado.

— Eres una dulzura — besa la punta de su nariz —. Haremos lo que quieras, así que vamos.

Hendery se levanta primero, recoge las camisas que están en el suelo y procede a vestir al hermoso chico frente a él con suma delicadeza. Dejun observa cada detalle de su rostro, desde sus ojos cansados hasta sus labios brillantes; le gustan sus pómulos marcados y que algunos mechones de cabello caigan por su frente. Wong KunHang es el hombre más hermoso que ha visto, no puede creer que él sea real.