How to get a prince

Capítulo XIII

— Mierda, mierda, ¡Mierda!

— Ya Hendery, ¡Tranquilízate! — YukHei lo toma por los hombros, mirándolo estresado — Tienes que calmarte, ¡Te necesito centrado!

KunHang lo mira encolerizado no pudiendo creerse sus palabras. Es que, ¿Cómo pretende que se calme si acaba de enterarse de que su maldito padre ha estado siguiendo a Dejun desde esa misma mañana?

Definitivamente las cosas se les comenzarán a salir de las manos en los próximos días. Muerde sus uñas conforme piensa en una salida rápida, pero es que no tiene ningún poder en estos momentos; cuando trabajaba para su padre tenía su propio grupo de subordinados que se encargaban de acatar cada una de sus órdenes por más endemoniadas que fueran. Evidentemente, no puede pedirle demasiado a Wang Yibo, hacer de espía doble es trabajo suficiente para ese pobre diablo.

El único que puede darle una solución en este momento es Yuta, es el único de sus amigos que mantiene una cantidad exagerada de guardaespaldas con él, podría pedirle algunos prestados para que se encarguen de cuidar de Dejun al menos hasta que puedan ingresar al internado, no hay manera de que su padre llegue a seguir a Dejun hasta ese lugar, ¿Cierto?

También comprende la rabia de su hermano, él también tiene a alguien a quien cuidar dentro de todo esto. Su tonto medio hermano logró enamorarse perdidamente de Kim Jungwoo, el estudiante de medicina y bonita sonrisa, no lo culpa, es realmente bonito.

— Vamos a casa de Yuta, es lo mejor que podemos hacer.

YukHei asiente de acuerdo y en veinte minutos están frente a un somnoliento japonés sin camisa que les deja el paso a su sala.

— ¿Qué quieren? Estoy teniendo días muy difíciles y necesito dormir unas doce horas más. — bosteza y no duda en tirarse en su enorme sillón.

— Necesitamos guardaespaldas, unos cuatro al menos, es urgente.

— ¿Qué...? — Yuta sacude su cabeza y pasa ambas manos por su rostro golpeando sus mejillas al final para poder despertarse — ¿Guardaespaldas? ¿Quieren explicarme por qué los necesitan?

— Nuestro viejo ha estado siguiendo a Dejun, Yuta, al paso que vamos terminará enterándose de lo que se trae YukHei con Jungwoo, ¿Te parece poco? — dice KunHang.

— Por supuesto que no — bufa —. Les daré lo que me piden, pero serán cinco para cada uno, ¿De acuerdo? Wong Yunxi no es alguien con quien deberíamos jugar.

— Gracias, hermano. — YukHei deja salir el aire contenido.

— ¿Hay alguna manera de saber qué se trae su padre? Ese tal Wang Yibo... ¿Es de confiar?

— Hasta ahora ha demostrado serlo, pero nosotros aún somos desconfiados por si las dudas — dice YukHei, su hermano asiente —. De todas maneras, ¿Jaemin no puede hacer algo esta vez?

El japonés parece pensarlo.

— Le diré que investigue sobre los movimientos de Wong Yunxi y que vigile a Dejun y Jungwoo, ¿Con eso les basta? — sus brazos se cruzan y los mira expectante.

— Es más que suficiente, Yuta, gracias — KunHang suspira —. Te ves terrible, ¿Te encuentras bien?

— Como dije: han sido días difíciles — de soslayo mira en dirección a su habitación —. Sicheng está en mi cama.