Capítulo V

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Cuando atraviesa las puertas que le permiten escapar del bullicio de la fiesta, suspira.

No importa si la temperatura sigue descendiendo por cada minuto que pasa, realmente, eso es lo de menos. Necesitaba alejarse de la actitud irritante de Chittaphon, las miradas cargadas llenas de lujuria puestas sobre él y sobre todo, la necesidad de terminar lo que comenzó con Dejun un par de horas atrás.

Ahora entiende por qué Chittaphon está tan paranoico respecto a Dejun; el chico es totalmente inexperto, pudo notarlo en los primeros cinco minutos en los que estuvieron a solas. Su manera de decir las cosas, sus gestos cargados de nerviosismos y sobre todo, sus ojos brillantes, deseosos de saciar su curiosidad por cada segundo que estuvieron juntos. Es como un niño que busca explorar el mundo, temeroso pero a la vez emocionado por enfrentar el mundo de afuera.

— ¡KunHang!

Se supone que debe mantenerse lejos, ¿Pero qué puede hacer si el que sigue acercándose es él?

— Hola.

— Hola... ¿Te molesta si te acompaño? — pregunta con dulzura, ladeando su cabeza.

KunHang niega, y ambos comienzan a caminar por el jardín delantero de la mansión de Kun, el cual se encuentra otra vez lleno de nieve.

KunHang creyó conocer a los de su tipo, los que se hacen inocentes, pero lo poco que había visto de Dejun lo tiene desconcertado desde hace varios minutos. No está seguro de querer enredarse con alguien como él, alguien que parece pensarse las cosas demasiado.

Sus hombros se rozan de forma no intencional mientras caminan sobre el césped cubierto de nieve. De reojo puede observar como Dejun exhala y su aliento se evapora en el aire, aparentemente, es bastante sensible al frío. Entonces se pregunta por qué quiso acompañarlo ahora, cuando la nieve cae sobre sus cabezas, y también por qué se quedó con él en la azotea, donde el frío también era espantoso.

Todos están siendo irritantes con él, todos quieren que se aleje de Dejun, pero el problema es que quien se acerca es Dejun, y él no va a hacer nada por evitarlo. No es que le importe lo que él quiera hacer de todas maneras.

— ¿Por qué estás aquí, Xiao Dejun? Estoy seguro de que más de alguno debió haberte advertido de mí.

Él sigue caminando incluso si Dejun se detiene después de haber hecho esa pregunta. Llega hasta la fuente llena de luces y observa el agua correr de forma pacífica.

— Todos dicen que si me acerco a ti, no podrán sacarme de ese agujero.

KunHang sonríe de forma amarga.

— ¿Por qué tengo que obedecer? — murmura — No entiendo por qué me tratan como un niño, puedo acercarme a quien yo quiera.

— ¿Y qué vas a hacer para demostrarles eso? — pregunta, encontrando miradas con él.

Al principio parece debatirse entre si actuar o no, la forma en que aprieta sus labios le hace pensar que está por cometer un acto que jamás pensó que haría. Sus piernas se mueve como si pesaran, como si quisieran quedarse pegadas al suelo, pero él sigue avanzando, teniendo ahora una mirada decidida en su rostro pálido; por eso, KunHang gira su cuerpo y acorta la distancia entre ellos.

Ambos se observan directamente a los ojos, sin prestar atención al bullicio de la fiesta, sólo enfocándose en ellos. La nieve sigue cayendo sobre sus cuerpos en finos copos, KunHang lo nota temblar por unos segundos, entonces, lleva su mano derecha a la mejilla de Dejun, dejándola ahí por unos segundos, después, su mano izquierda se aferra a su cintura, y es Xiao Dejun el que termina por borrar los escasos centímetros que separaban sus labios.

How to get a princeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora