Melodi
Estire la mano y apague la alarma, era sábado a las siete de la mañana, necesitaba hablar con Tristan, y si quería llegar a la hora de comer donde había acordado con el nesesitaba despertar temprano, había sido una semana tranquila y ahora se hacercaba lo peor. Cuando hable con Tristan el se encontraba feliz pero cuando le dije que necesitabamos hablar seriamente lo note preocupado y triste, sabia que por lo que nos juntábamos no era por una buena noticia lo cual me hacia sentir mal. Yo no lo merecía por eso debía terminar con esto que había durado tan poco esta vez pero había sido tan bueno.
Media hora después ya estaba lista, había dejado una nota a mis padres avisando que me hiria a la casa de Sam y que no volvería asta la tarde, sabia que esto mucho no les gustaría pero al darme un auto seguramente se esperaban cosas como estas. Ensendi el auto y partí rumbo hacia lo que seria fin de mi historia con Tristan. En el camino recordaba cada momento que pasábamos juntos lo cual me hacia llorar mas, no podia creer que la segunda vez no haya funcionado si habíamos sido tan felices la primera vez. Derrepente mi mente hizo stop y luego sigui pensando ¿como se lo diría a Tristan? En ningún momento me había puesto a pensar en eso y era uno de los asuntos mas importantes, tampoco me había puesto a pensar en como reaccionaria el. Lo único que se es que no debo arrepentirme de lo que voy a hacer.
A las 11:30 ya había estacionado el auto, había llegado media hora antes, igual era mejor así ya iba preparando que decirle. Salí del auto y entre al restaurant, pedí un café así tomaba algo antes que venga Tristan. Todo era muy confuso, recién me estaba empezando a darme cuenta de lo que estaba por hacer y quería irme. No podía ser posible, le rompería el corazón, otra vez. Sin darme cuenta una lagrima salió de mi ojo, la limpie rápidamente antes de que alguien me vea.
A las doce en punto veía como Tristan entraba al lugar, le hice señales con la mano para que me encontrara mas rápido. Ya había terminado el café así que la mesa ya estaba libre para pedir los platos de comida. Tristan sonrió al verme y se acerco.
- hola mon amour, te extrañe- con esas simples palabras hizo que me derrumbara. Tristan me miro preocupado y me abrazo. Antes de que lo hiciera lo separe y limpie mis lagrimas, si me abrazaba me arrepentiría de todo.
- Tristan tenemos que hablar- dije agarrando una servilleta para limpiarme las lágrimas.
El trago duro, esto es lo que al parecer el no quería. Tomo asiento en frente mio y cruzo los brazos por arriba del pecho y luego los soltó para agarrar el menú.
- ¿podemos pedir la comida antes?
- podemos pero eso no impedirá de que hablemos- le dije al ver que el la ultima cosa que quería en el mundo era hablar sobre nuestra relación.
El no me miro, siguió viendo el menú.
- ¿milanesa con papas fritas?- preguntó todavía sin mirarme- se que te encantan- yo rodee los ojos al ver como evadía el tema.
- esta bien- dije.
Tristan llamo al moso y pidió dos platos de milanesa con papas fritas mas dos gaseosas. Una vez que el moso se fue mire a Tristan, el también me miro, estuvimos mirándonos así unos minutos, cada uno tratando de leer los pensamientos del otro, lo único que decía los ojos de Tristan era "auxilio, no me dejes", eso me destrosaba, hacia todo lo posible por no llorar aunque pareciera imposible. Sus brazos estaban arriba de la mesa, toque sus manos con cariño mientras sentía como caían un par de lágrimas.
- lo siento- empeze.
El bajo la vista por unos segundos y luego me miro, tenia los ojos rojos, a punto de llorar.
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¿Escuela para homosexuales?©
Humorsinopsis Nueva ciudad, nueva vida, nuevos amigos y lo peor nuevo colegio, y más si se trata de un colegio para homosexuales...