El Rey Alfa

Capítulo 3*

Lian:

Llevo desde la madrugada sin poder pegar un ojo, me siento ansioso, inquieto ,desesperado y mi lobo
Carl no colabora con las sensaciones que se están desencadenando. Es más, las aumenta.

Abro la conexión con él.

》Estúpido lobo quédate te una puta vez tranquilo《

》No sé cómo pararlo idiota, presiento algo tal vez...《

》Calla, siquiera te atrevas a pensarlo《 Siempre en el mismo jodido tema.

》Calla tú , escucha Lían quizá...《 No le dejo terminar.

》¡Quizás Nada! ,No sabes cuantos siglos he estado buscándola en cada manada, por todo el reino, se supone que la búsqueda de mi luna y Reina De los Lobos la terminaba hace un año, pero al parecer tu quieres seguir buscando lo que no hay, ni hoy , ni mañana, ni nunca. Ella está muerta o La Diosa Luna no planeó que yo tuviera a mi mate《

》.......《

No responde, el sabe que tengo razón. Siento que cada día me estoy muriendo, los motivos para vivir son escasos,lo único que me queda es mi Reino, y no puedo darme el lujo de que me vean débil.

Desperté a las 7 de la mañana tal vez si dormí un poco, me levanté fui al baño, hice mis necesidades y duche.

Salgo del baño con la toalla colgando de mi cadera y me cambio con unos jeans negro ceñidos, playera blanca,chaqueta de cuero negra y converse blancas.

Derrochando dinero y con gustos sencillos. Lo recuerda mi subconsciente.

Bajé a desayunar al gran comedor ,la criada trajo un desayuno simple de huevos fritos con tocino y pan tostado,de bebida café con leche,antes de retirarse la criada me hace una reverencia deseando que tenga buen día.

No contesto, no estoy de humor para saluditos.

Al terminar de comer subo a la habitacion, me cepillo los dientes y salgo de la mansión con mi Beta que espera en el umbral de la casa.

- Alfa- me hace una simple reverencia.

- Que formalismo Jackie- escondo la sonrisa que amenaza con salir.

- ¿Sabes? Prefiero que no hables como siempre- Palmea mi hombro y al instante apartó su mano.

Andamos en uno de mis tantos autos de colección y nos dirigimos hacia la ciudad de Wyoming ,ya que mis territorios del reino quedan cerca y Jack sugirió que diéramos un paseo lejos del reino para distraer mi mente.

Tres camionetas negras blindadas están adelante y dos atrás, mis guardias se mantienen alertas ante todo cuidándome, ventajas de ser el líder de miles de licántropos. Llegamos al casco de la ciudad y la pierna se me mueve sola de arriba a bajo rápido.

》¿Sigues jodiendo?《 Le digo a Carl por el Link pero no obtengo respuesta.

- Parece que estás ansioso por el paseo- Se mofa Jack.

No le contesto, en otra ocasión le hubiese propinado un golpe.

-¿Estas bien?- Pregunta cuando sigo sin responder.

Niego con la cabeza y me mareo en breve con el olor que llega de golpe a mis fosas nasales, ese olor, carajo... Ese olor me embriaga. No lo pienso, abro la puerta del auto y salgo disparado como alma que lleva el diablo , ignoro que Jack me esté gritando y también el hecho que mandó a los guardias a asegurar el perímetro y lo otros que me sigan de cerca. Tengo dinastía de lobos fuertes así que corro más rápido siguiendo el rastro del olor tan tentandor, el olor a vainilla se intensifica más cuando doy vuelta a la esquina, choco con alguien y el idiota de mi lobo se digna a hablar.

》Es ella, ¡oh diosa lo sabía!《 Celebra Carl dando gracias a la Diosa una y otra vez.

El choque hace que la persona se tambalee y antes de poder reaccionar tomo a la persona con la mano en su cintura, inhalo profundo, su aroma de inmediato tan exquisito se esfuma y es sustituto del azufre, ¡Maldita sea! Humana. Una débil y estúpida humana.

El olor a azufre es lo que caracteriza a esa especie tan asquerosa, me sentía tan feliz de por fin encontrar a mi mate pero todo rastro de ilusión que tenia simplemente se fue.

Le pregunté desanimado si estaba bien, su cabello castaño caía suelto, su vestimenta era despreocupada, reparo su cuerpo curvilíneo, su rostro, sigo con mi escarmiento y sus ojos marrones centellean, nariz pequeña, pómulos no tan rellenos y labios carnosos. El leve carraspeo me sacó de mis pensamientos, tarde en entender que quería que quitara mi mano de su cintura y asi lo hice.

--Bueno me tengo que ir gracias por no dejarme caer- dice, pero yo no puedo prestarle más atención que a su horrible olor y como mueve sus labios al hablar.

-Denada- Escuetamente me despido absorto y decepcionado-Adios.

Pasó por su lado, corro y me escondo detrás de un árbol cercano, esperé a que estuviera lo suficientemente lejos para poder seguirla. 15 minutos despues estaba parada frente a la universidad "American School",me acerqué y vi que era nueva ya que le pidió la dirección de la oficina de la secretaria. Con el sistema auditivo mejorado escucho murmullos, gritos, risas y escándalos de los universitarios que no hacen más que darme una puta jaqueca. Me adentré y me escabulli rápido dónde la secretaria antes de que llegara la chica. Jasmine me conoce por salvar a su hijo de los rogues y no se opuso cuando le pedí que me inscribiera ni cuando le dije que le diera el mismo horario a la chica que estaba por entrar. Salí y justo la chica estaba cruzando el pasillo.

Espere diez minutos en el aula donde iban a dictar la clase de literatura, supe que se acercaba cuando percibí su olor tan fascinante al igual que el de azufre, efectivamente estaba en la puerta platicando con el profesor, no oí bien dado que los estudiantes hablaban alto sobretodo las chicas que soltaban risitas tontas cuando me veían. Soy consciente de mi atractivo y en ocasiones saco el provecho de eso para cumplir mis demandas. El profesor hace ruido con un libro que deja caer en el escritorio, toma asiento y le indica a la chica que se presente, determino su figura, los jeans se le ciñen perfectamente a sus piernas y retaguardia, su blusa es holgada sin embargo se aprecia la delgada cintura, en sí, su cuerpo se asemeja a un reloj de arena .

Su nombre es Cristin Wilson,el profesor le dijo que se sentara conmigo a lo que ella se noto confundida y el profe me indicó que alzara la mano. Su asombro no me pasó desapercibido, se sentó a mi lado izquierdo me presenté y seguimos con la clase, ella tomando nota de lo que el profesor decía y escribía en el pizarrón mientras que yo hacía arte en la libreta que robé de la mochila de un estudiante por ahí. Plasmé una sonrisa en mi cara, es obvio que para ella mi físico no le es indiferente dado que me ojeaba y cuando la atrapé en el acto le guiñé el ojo, la chica solo rodó los ojos para luego centrarse en la clase.

» ¿Acaso no cayó en tus encantos de niño bonito?«

Tensé la mandíbula. Ya verás sarnoso.