Capitulo 2: Bosque sombrío.

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Ambos podían sentir el helado viento de la noche, el cual movía de forma tenue las gigantescas ramas de los robles alrededor de ellos; el césped del suelo era oscurecido por las sombras que proyectaban, se sentía una escalofriante aura en el lugar, la cual incomodaba al Maestro Eon porque no podía quitarse la sensación de que los observaban desde las sombras. Además, la temperatura del sitio bajo bruscamente y pudo ver como una neblina se apoderaba del lugar, ofuscando su mirada de forma repentina, girando la cabeza de forma leve para denotar algunos arbustos y los tocones de los enormes árboles, susurró:

—Espera. El entorno cambio de repente, hubo un cambio en las dimensiones. Raro.

—¿Qué quiere decir con eso? solo para saber —comentó Spyro sudando de los nervios, mientras que respiraba de forma leve, le miraba preocupado al respecto.

—Es decir algo malévolo nos encerró en un especio ficticio, donde solo está esta isla —. El viejo hechicero viendo la espesa capa de nubes que tapaba por completo el cielo, decidió señalarle con el dedo índice—. Para ver si es verdad, intenta volar y atravesar ese manto de nubes oscuras.


—ok —. El joven purpura inseguro al respecto, extendió las alas para enseñarle los cartílagos amarillentos de estas, moviéndolas con rapidez empezó a volar; acercándose rápido al espeso manto de nubes oscuras, al atravesarlo su mirada fue ofuscada. Siguió volando por lo que se sintió como tres a cuatro minutos, después le atravesó. Poniendo una cara espantada por llegar al mismo lugar en donde había empezado a volar, viendo al Maestro Eon parado, decidió intentarlo nuevamente, pero sin éxito, solo regresaba al mismo lugar, sudando por el esfuerzo y sintiéndose sin energías, decidió aterrizar al lado derecho del mismo, viéndole de forma leve y jadiando como un perro, le comentó:

—No funciona, además, siento que me roban la energía, mejor no intentar volar por los cielos.

—Lo sabía. Soy un maestro del portal, puedo sentir estas cosas, ¿pero quién hizo este poderoso hechizo malévolo? El aura es oscura y rodea toda la isla, sorprendente.


—No lo sé. Vayamos con cautela, algo de veras anda mal —dijo Spyro sintiendo lo frio que se había vuelto el lugar, intentó mantener el calor pegando las alas a sus costados, ocultando los cartílagos de gama amarillenta por dentro. Avanzo un par de pasos, distinguiendo como los rayos azulados de la luna, difícilmente pasaban entre las ramas de los árboles, estos de forma tenue deslumbraban sus ojos carmesís—. La luna se ve, pero el cielo está totalmente nublado.

—Ok, tienes razón el pueblo debe estar adelante —. El Maestro Eon miraba en todas direcciones, concentrado para intentar sentir un aura malvada; pero mientras más intentaba no percibía nada, denotando unos hongos azules que estaban creciendo cerca de un árbol, aclaró nervioso—. Qué raro... Ya no puedo sentir nada de maldad, es como si algo me bloqueará.

—Si... ¿Cómo es eso? —preguntó El joven Dragón de escamas púrpuras, mientras pasaba por debajo de un roble caído. El Maestro Eon solo tuvo que atravesarlo como fantasma, mientras se colocaba las manos en la espalda.

—Me refiero al extrañó dolor de cabeza, es como un mal auguró por así decirlo —respondió con cierta inseguridad, alzó la mirada para ver el cielo nublado; parecía como si una tormenta se estuviera formado, estas casi no se veían por la espesura de los bosques—. Si. No estuviéramos en esta situación, me pondría a ver a las estrellas.

—Pero no podemos, mejor apresurémonos al pueblo para estar seguros —. Spyro observaba de forma desconfiada la maleza entre los robles, los arbustos a veces eran movidos de forma leve y cuando, revisaba se deba cuenta que eran pájaros o ardillas buscando nueces, pero si había una sensación de ser visto por algo oscuro.

El regresó del Skylander Spyro: El sombrío teatro de Marionetas 01Donde viven las historias. Descúbrelo ahora