capitulo 13: Del cielo a la tierra

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LA Luz de la luna roja en el cielo estrellado deslumbrada de forma leve, la misma parecía partida en pedazos por las grietas blancas sobre su superficie; donde brotaba esa luz, posando sus rayos sobre un enorme lago redondo. Se escuchaban las olas que rosaban contra la arena de su orilla, creando burbujas al rosar, acostado de lado sobre esta y en posición fetal, residía una criatura con escamas moradas en todo el cuerpo: este era delgada, placas que empezaban por debajo de su cabeza y le llegaban hasta la entre pierna, donde tenía un poco de pelo blanco, este también se veía en sus costados y bajaban de forma leve hasta la parte; donde empezaba sus piernas, también en la cabeza poseía unos cuernos retorcidos de gama amarilla y una cola con el mismo color de escamas: está en la punta poseía una enorme daga amarilla, el mismo al sentir la arena en su nariz, estornudo y despertó de golpe, al ver el respaldo del astro se puso derecho y extendió las palmas de sus manos con cinco dedos como si fuera un humano, tapando la luz del astro carmesí en el cielo estrellado.


Cuando pudo ver las zarpas blancas en sus manos, puso una cara pasmada y asustada, a la vez que inclinaba las piernas, doblando sus rodillas un poco, al ver sus pies con cuatro dedos, había una garra en cada uno, lanzo un grito desgarrador—. ¡No puede estar pasando...! ¡No es verdad! —. Afincando la mano en la arena, fue gateando hasta la orilla del lago, viéndose los ojos de reptil color rojizo como el rubí, estos deslumbraban de forma leve. Tragando saliva a la vez que miraba como el reflejo se distorsionaba de forma leve, notando la espina dorsal amarilla en su cabeza; la cual pasaba entre sus cuernos, esta bajaba por su espalda hasta llegar a la punta de su cola, donde desaparecían conforme llegaban a ese lugar. Dándose la media vuelta para centrarse en la arena, enseñando un diente afilado espantado—. ¡¿Ahora quien me hizo esto?! ¡Esto no es gracioso Heres! ¡Ven y regrésame a mi forma real! ¡No quería convertirme en un demonio! —. Al no escuchar nada trago saliva de los nervios, volviendo a mirar al basto lago, donde se reflejaba de forma leve, podía sentir el helado viento, de hecho, había una rara neblina por el lugar, la cual reducía un poco su vista girándose, logro notar los retorcidos arboles del bosque, estos casi no se veían por la poca luz que los iluminaban; la cual brotaba de los astros, de hecho, al concentrarse pudo notar un aura de incomodidad en el sitio—. Creo que estoy en su mundo... El pandemonio, es algo parecido a los bosques en Skylands, pero no me imagino que encontrare aquí —. El joven dragón antro mirando nuevamente al lago, decidió echarle un vistazo al horizonte, donde el oleaje distorsionaba el reflejo de la luna carmesí; de hecho el cielo no tenía nubes, solo algunas estrellas con brillos muy tenues, podía sentir lo raro que era ese sitio; era como si estuviera en un agujero negro lleno de oscuridad, donde la luz nunca llega, a la vez que respiraba para calmarse y pensar con claridad las cosas, denoto como poco a poco el agua de la orilla desaparecía del lago, parecía que iba a venir una gran ola o un tsunami, al ver eso ladeando la cola un poco y tragando saliva de los nervios, pudo ver como una enorme ola se acercaba a su ser, al verla enfrente y que se acercaba con rapidez, dio un paso hacia atrás—. Eso no debe ser normal —. Acorde miraba como una bestia aparecía de la ola, la cual se dejó ver de forma leve ante la luz del astro.


Dejando ver las tres cabezas en sus largos cuellos, estas tenían unos ojos de reptil color magenta, las escamas en sus cuellos eran de color azulado, detrás de las cabezas tenía espinas de hueso de un color azul oscurecido, también poseían aletas con huesos del mismo color con carilargos verdes recubriéndolos, estas estaban en sus cachetes. La criatura habían salido de la pared acuática; la cual se contorneaba hacia adelante, al verlo, la joven fiera entrecerrando las alas: amarillas por dentro y púrpuras por fuera como toda la piel escamosa de su cuerpo. Dio unos pasos hacia atrás por lo sorprendido que estaba, miro como la criatura hacia un rugido feroz, enseñándole los dientes como de tiburón, dispuesto a comérselo de un bocado, cuando estiro sus cuellos para morder al pasmado dragón antropomórfico, antes de que lo lograra, pudo escuchar un brutal rugido que lo espanto.

El regresó del Skylander Spyro: El sombrío teatro de Marionetas 01Donde viven las historias. Descúbrelo ahora