capitulo 4: La batalla contra Malefor

43 7 5
                                    

No se escuchaba nada en el lugar oscurecido, salvo las pisadas del joven dragón de escamas purpuras y placas amarillentas que empezaban por donde terminaba su cabeza y bajaban por su cuello, el cual era iluminado por debajo, debido a las gemas azuladas y moradas del camino en forma de "S", estas destellaban de forma espectral; acordé avanzaba con un pisar de sus cuatro patas, siguiendo a la extraña bola de luz amarillenta, la cual estaba flotando de forma espectral en frente de él, veía la nada oscurecida a los lados del senderó, la misma parecía infinita en todas direcciones.

Siguieron hasta llegar a una estructura circular, las paredes eran de pequeños ladrillos de color gris oscuro, el techo tenía forma de cúpula, la cual poseía tejas de color morado oscuro, podía ver a los lados y sobre las enormes puertas de madera oscurecida. Unos estandartes con rebordes metálicos y el símbolo elemental de la magia en el medio, el cual era representado por una especie de estrella blancuzca: esta residía sobre un fondo morado.


Spyro llegando a una especie de balcón con barandas de piedra blanca, donde estaba la entrada, pudo ver que el lugar era semi-deslumbrado por unos farolillos de acero forjado y vidrios trasparentes. Las velas blanquecinas que estaban dentro de los faroles encandilaban, iluminando lugares del mirador y de la pared en donde se encontraban. Estos residían colgados de unos mástiles hechos de metal, mediante cadenas; los cuales estaban ondulados en forma de "S", mirando el lugar con un movimiento del hocico. El dragón púrpura empezó a sentir una presencia oscura emanando dentro de la estructura, girando la cabeza hacia la izquierda pudo ver como la espectral bola de luz, se ponía al lado derecho de las enormes puertas. Mirándolas más de cerca, se podían apreciar unas manijas de metal con las siluetas de un dragón: estas parecían rugir porque mostraban los colmillos superiores e interiores de forma salvaje.

—Aquí estamos.... Es la representación del lugar donde mora la oscuridad trasmitida por ese hechicero malévolo, si logras derrotarla, nunca podrá poseerte nuevamente —conto la esfera de luz con una voz grave.

—Lo entiendo, lo único que no comprendo aun... ¿es el porque me ayudas con este problema? —. La joven fiera de ojos con iris rojiza, alzo el entre cejo de duda, mientras que emitía gruñidos pensativos al respecto.

—Es porque quiero ayudaros, eso es lo que hacen los héroes. Yo quería ser uno o intente serlo en su momento, sin embargo.... —. El ente paro de hablar, moviéndose de lado a lado para distraerlo—, ¿sabes? luego de esto te contare mi oscuro secreto, pero debo ver si eres fuerte para ayudarme a mí.

—Bueno. Es una promesa, ¿sí? —. Spyro esbozando una leve sonrisa, enseño unos colmillos enfilados como navajas de gama blanca; mientras que entre gruñidos suaves, le miraba diciéndole de corazón—: Eso hacen los héroes.

—Eres un dragón muy amable, pero después de mil años vagando como un espíritu, he podido entender muchas cosas de los seres de este mundo, supe... Que me hice algo malo —contó el extraño ser de luz con un tono desanimado—, no puedo acompañarte dentro, debido a que no es mi batalla, es la tuya. Tu solo debes desterrar a esa oscuridad que provino de alguien más. Recuerda no es tu oscuridad, sino la de otro.

—Entiendo... Espérame aquí —Spyro seguro de sí mismo, se puso frente a las puertas con un pisar de sus patas, alzando la cola para tener equilibrio y colocarse sobre sus dos zarpas traseras, las cuales poseían garras afiladas; había una garra en cada uno de los cinco dedos, bajando la manija derecha abrió una de las puertas y entro a la enorme estructura sin pensarlo mucho.


Después de entrar al sitio en vuelto en penumbra, donde se percibía esa aura lúgubre y malévola, que sintió en el balcón de la parte de afuera. La puerta por la cual había entrado se cerró, esto hizo que el dragón purpura se diera la media vuelta, denotando que la entrada se había cerrado de golpe; tragando saliva de los nervios, volvió a poner la vista hacia adelante, denotando de forma rápida el sitio. Las paredes eran de la mismo tipo de ladrillo color grisáceo que el exterior y los suelos se componían por enormes losas de piedra cortada a mano, estas casi no se veían por lo grande que era la estructura, podían ver algunas antorchas puestas en unos pilares grisáceos en la instancia, estos tenían en la base unos gravados con el emblema elemental de la magia: estos casi no se apreciaban al igual que los muros, debido a que las llamaradas no iluminaban casi el lugar, dejando partes de la sala envuelta en penumbra, donde solo se veía el lugar donde iluminaban las candelas.

El regresó del Skylander Spyro: El sombrío teatro de Marionetas 01Donde viven las historias. Descúbrelo ahora