CAP 6

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De un momento a otro el pelinegro que se encontraba admirando la noche, se convirtió en una sombra negra que parecía más como humo negro exteriormente.

Pero aunque la forma de Minho cambió, el seguía con sus cinco sentidos normales, podía ver a claridad todo, podía sentir el fresco de el aire de la noche y podía escuchar el sonido de el viento y su humo golpeándose con fuerza sin ser molesto.

Después de caer bajo seis metros siendo la torre de cuarenta metros de altura, Minho volvió a subir aun con la forma de una sombra llegando asi hasta el tope de las nubes.

Claro que es imposible respirar en las nubes, pero Minho era diferente al igual que todos los vampiros de su reino.

Le encantaba, era encantadora la noche a llegar al punto de fascinarle.

El humo lograba desaparecer con el oscuro e la noche y no era nada fácil distinguir estos dos.

La luna era resplandeciente con un blanco que podría dejar ciego a cualquier persona, una pelota extremadamente grande que lograba alumbrar cualquier callejón.

Minho después lograr estabilizar un poco más su vista nocturna, pudo ver al gran reino desde las alturas, era hermoso a primera vista, había poca luz por el pueblo y lo único que se lograba ver con un poco mas de claridad era el castillo.

Minho decidió dejar un poco atrás las coronas y los puestos de la realeza y dejarse llevar libre por tan siquiera un segundo.

Volaba entre montañas y ríos, bosques pequeños, colinas, llanuras, era liberador.

El oxígeno llegaba a sus pulmones sin ninguna interrupción, sentía el aire demaciado fresco, los pinos lograban dar ese oxigeno. Minho adoraba la naturaleza tanto como si fuera parte de ella.

Después de volar y ver muchos paisaje de noche, decidió ir al bosque y sentarse en la rama más alta del pino más alto para así observar a lo lejos.
Minho veia el castillo ahora mas lejos de lo habitual, era impresionante lo pequeño que se veía.

Minho mientras veia la vista y todo el panorama mientras comía un conejo que acababa de cazar, recordó a un castaño.
Un castaño que seguramente estaba a punto de tocar la canción del piano enfrente de todos.

Rápidamente saltó de el pino alto al suelo volviéndose a convertir en una sombra.

Voló nuevamente entre los árboles y colinas hasta llegar a la torre donde fue su partida.

Corría lo más rápido que podía para llegar hasta su habitación designada y cambiar su ropa de inmediato.

Lo hizo y sin gastar tiempo. Fue al gran salón de fiestas donde casi unas doscientas personas ya se encontraban ahí.

El pelinegro solo buscaba a su familia entre muchas personas, y era mucho más complicado con el reflejo de los espejos y el piso brillante.

Fue ahí, en una mesa no muy lejana del centro pudo encontrar a la familia de característica pálida y vestimentas color rojo tal y como la sangre.

— ¿Dónde estabas? —gruñó el padre de Minho mientras éste se acercaba.

— Di un pequeño paseo por la zona, lo siento, padre, no sucederá de nuevo.

Antes de que el señor Lee contestara, una copa sonó desde el centro del salón obteniendo la atención de todos y ver quien era la persona que requería esa misma atención. — Señoras y señores, reinas y reyes, nos encontramos hoy aquí por el festejo de un nuevo heredero al trono de Dynamy. —anunció el rey Han. — todos conocemos ciertas reglas de un nuevo rey y lo que conlleva. Cualquier rey necesita de una compañía para complementar el reinado de tal, en este caso una reina, claramente.

Nuestro destino ♕︎ 𝚖𝚒𝚗𝚜𝚞𝚗𝚐 ♕︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora