CAP 9

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Salió del baño con una toalla entre sus manos mientras la frotaba contra ellas mismas.

Tenía la vista hacia abajo, viendo sus manos mientras salía pero al levantar la mirada estaba seguro de que quería morirse de vergüenza.

— ¿Qué lo trae por acá, príncipe? — preguntó el castaño de cachetes inflados que se encontraba recargado en alguna de las paredes con ahora las cortinas abiertas.

El pelinegro se quedó estático sin saber que decir pues era un intruso en lo que parece ser la habitación del castaño.

Por suerte la luz del sol no lo llegaba a tocar pero la luz molestaba su vista y más si se trataba de enfocar al castaño.

Jisung observó que la luz lastimaba al pobre Minho, cerraba los ojos o bajaba la vista. Tomó una cuerda dorada que se encontraba al lado suyo y la jaló cerrando las cortinas rojas que taparon las ventanas.

— y bien, ¿contestaras mi pregunta? — preguntó el menor mientras se acercaba a él con los brazos cruzados.

Minho lo miró y reaccionó dando unos pasos atrás al ver que el menor se acercaba hasta llegar al marco de la puerta del baño.

El pelinegro chocó con este y se quedó ahí.

De alguna manera le causaba una molestia ahora estar con el castaño, pues pensaba que lo usó para solamente acercarse mas a su hermana. Idiota.

— si. —dijo con un tono un poco frio. El menor al momento puso una cara de confusión, pues literalmente había una persona no muy desconocida pero no muy cercana a el, además, había entrado a su recamara sin permiso.

— pero solo si tu contestas la mía primero, ardilla. — el pelinegro se cruzó de brazos ganando confianza.

Ardilla, ¿le dijo ardilla?, se preguntaba mucho esa palabra el castaño, ¿Quién se creía para decirle ardilla?

Jisung solo se resignó a acceder a la petición del mayor y contestar a lo que venga.

— bien, ¿es cierto que se enamoró de mi hermana? — preguntó retante.

Quería saber la verdad de lo que estaba pasando y de lo que escuchó. Una gran característica del pelinegro era que siempre lo ganaba la curiosidad pero tampoco llegar al punto de incomodar, pues no le gustaba hacer eso.

El castaño abrió los ojos de sorpresa sin saber que decir, era raro que supiera eso ya que después de tocar el piano con el mayor en la fiesta no lo había visto en toda la noche hasta ahora, creyó que se había ido a dormir y no había manera de que supiera lo que había pasado pero al parecer no.

Jisung no dijo nada y Minho se empezaba a desesperar de que no había respuesta alguna y siguió preguntando.

— o diga, majestad, ¿me usó para acercarse a mi hermana?

Claro que no era así
Giselle era hermosa, cariñosa y muy divertida, podía transmitir una energía muy agradable para cualquier otro y no necesitaba usar a alguien para acercarse a ella.

— no, no fue así, simplemente ella se acercó a mi y platicamos por casi toda la noche, no había manera de que no me gustara, simplemente me gusta y ya. Además, es muy amable y divertida, tiene un cierto enca...—interrumpió el mayor en ese momento.

Era molesto estar escuchando sus pensamientos, y mas si eran sobre su hermana pequeña,¿se llevaban un poco mal?, si, como cualquier otro hermano, pero Minho sentía a su hermanita como aun una pequeña niña.

— bien, ya comprendí toda la historia, gracias —alzó dos cejas cuando dijo "gracias". — si no te importa, me paso a retirar, descance principe. —fue lo único que dijo y salió de la habitación.

Nuestro destino ♕︎ 𝚖𝚒𝚗𝚜𝚞𝚗𝚐 ♕︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora