"Para: Minho
De: Jisung
Minho, leí tu carta, lloré mucho de tan solo pensar en esas tardes y todas las veces juntos, me arrepiento tanto de haberte ignorado por mucho tiempo, mi enojo era en vano y solo me perjudicaba a mi y tal vez a ti. Lo siento tanto, ahora solo deseo que estés aquí.
Te veré, pero por ahora, te amo."
Minho leía con tristeza y seriedad esa carta, pero lo único que se mostraba en su rostro era la seriedad, pues muy expresivo Minho no era.
Esa misma mañana uno de los caballeros había tocado su puerta varias veces. Minho no quería responder y no tenía ganas de ver ni platicar con alguien, estaba muy triste.
Después de escuchar varios golpes en su puerta gritó diciendo: "¿que necesitan?"
Un sobre color crema se deslizó debajo de la puerta y unos pasos alejándose.
Estaba muy enojado con sí mismo, se ponía a pensar una y otra vez en cómo su padre toma decisiones por él y que ahora por su culpa no podía estar con Jisung.
Todos esos pensamientos llegaron a él cuando terminó la pequeña discusión que tuvo con Kento hace unos minutos, siempre lo dejaba muy mal, con mucho coraje dentro de él y tristeza.
Se estresaba muy fácil si alguien lo molesta cuando está enojado.
Se levantó de la cama y caminó hasta el sobre.
Lo abrió y dentro de él se encontraba un papel doblado en tres partes y en la primera cara solo había un dibujo de una luciérnaga. La abrió por completo leyendo solamente la dedicatoria y de quien provenía esa carta.
Al leer "Jisung" su corazón pudo sentir una punzada fuerte, su cuerpo se estremeció ligeramente y su cerebro se alteró.
Comenzó a leer esa carta y poco a poco un dolor en su pecho lo atormentó.
Aun muy corta que sea la carta, las palabras eran muchas, muchas para Minho en esos momentos.
Una parte de él se alegró por saber que la carta que le había mandado ya estaba en sus manos, pero por otra parte estaba mal por la distancia que los separaba, y más en esos momentos en los que más se necesitaban después de dar sus declaraciones de amor.
Consiguió sentir furia también, pues cada que pensaba que su hermana podía tener a Jisung en cualquier momento lo enfurecía.
Ya no quería estar en ese castillo, o tal vez necesitaba de una persona en específico para querer estar en un lugar.
Por qué con él...todo era mejor.
Pero por otra parte él sabía que podía ser juzgado por Jisung por ser un monstruo, que en algún momento Jisung lo dejaría y eso lo destrozaría.
Guardo la carta en el sobre y la dejó en un mueble al lado de su cama.
Se recostó suspirando y entrando en un descanso.
Su mente comenzó a viajar, imaginándose escenarios ficticios, dejándose llevar por cosas que no existían, pensando solo en Jisung.
Así estuvo un par de minutos hasta que fue quedando completamente dormido.
...
— Giselle, ahora no puedo, espera hasta que termine esto.
La menor hizo un puchero detrás de la puerta. Quería que Jisung viera el vestido que la costurera le había hecho, quería escuchar por parte de su próximo esposo lo bien que lucía.
Pero solo recibió una respuesta negativa.
— bien...te estaré esperando.
— si, lo que digas. —balbuceó el mayor sin darle importancia a lo que estaba diciendo.
Pronto, el ruido de sus tacones se alejaba más y más, dejando a Jisung continuar con dibujos, dibujos que simulaban que Minho estaba ahí.
Empezó a tener problemas con el tema de Minho, o...al menos eso decía Giselle.
Soltó el lápiz con enojo, pues su dibujo del rostro de Minho lo quería tal cual a la realidad y no estaba funcionando.
Frustrado se levantó de la silla, tomó un abrigo y salió de la habitación.
Empezaba a llegar invierno y la temperatura bajaba gravemente.
Bajó escaleras y caminó pasillos hasta llegar al patio donde había una fuente de agua justo en el centro de todo ese lugar. Se sentó en la orilla de la fuente, donde caía el agua suavemente.
Muchos lotos había en el agua, y uno vió Jisung en especial.
Un loto azul muy oscuro que se hacía pasar por negro por la poca luz qué hay de noche llegó a las manos de Jisung.
Rápidamente lo tomó y le recordó al pelinegro por su color oscuro y el suave de los pétalos a su piel.
Ahora no se sentía mal por el recuerdo que había llegado a su mente, ahora sintió tranquilidad, y de alguna manera, sentía que Minho estaba ahí con él.
Dejó nuevamente la flor en el agua mientras marcaba una ligera sonrisa en su rostro.
— es imposible, Jisung. —dijo para sí mismo al dejar la flor y recargar sus manos en sus rodillas aún con una ligera sonrisa.
Se quedó en esa posición unos segundos, perdiéndose en sus pensamientos.
— Jisung. —sonó una suave voz. Miró de donde provenía el sonido hasta encontrarse con su hermano menor.
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Nuestro destino ♕︎ 𝚖𝚒𝚗𝚜𝚞𝚗𝚐 ♕︎
FanfictionMinho es de Hivermorny, un reino en el cual curiosamente solamente es poblado por vampiros, él también es uno de ellos. Jisung es de Dynamy, un reino normal y que estaba por tener a un nuevo rey. Era un amor indebido, no tenia por que existir. ¿Quie...
