CAP 18

49 6 0
                                        

— ven a despedirte de los Yamazaki. —dijo el padre de Jisung en la puerta de la habitación del menor.

— ninguno de ellos es Yamazaki, sólo el rey lo es. —dijo sin dirigirle una mirada a su padre y con una respuesta cortante.

— no necesito de esa información, ahora compórtate como un heredero de la corona y ven a despedirte.—subió el tono de voz al decir las últimas líneas.

— ¿por qué los decidiste correr?

— ellos se van, por cuenta propia, callate y ya vamos. —empezó a tomar camino a la puerta y salió.

Jisung gruñó y lo siguió.

Al llegar a la salida del castillo se encontró a Minho y a su familia con sus respectivos caballos. Minho en uno negro con algunas manchas blancas en sus patas, Sunghoon con su caballo negro con más manchas blancas y por último Kento con un caballo completamente negro.

Jisung volvió a encontrase con el bello cuerpo de Minho, no podía negar el hecho de que era muy atractivo el pelinegro para Jisung.
Su pecho fuerte, sus brazos bien proporcionados pero musculosos, sus labios carnosos, sus muslos grandes, su cabello lizo y negro como la noche, su piel suave.

"Ah, este chico si es lindo" : pensó el menor al verlo detalladamente.

Mientras él pensaba todo sobre Minho, su padre estaba teniendo una pequeña platica antes de despedirse.

Jisung decidió hablar con Minho, pero de manera más privada, entonces, le hizo una seña Minho diciéndole que se alejaran un poco de los mayores.

Los dos jovenes caminaron pocos pasos detrás de la puerta. Quedaron frente a frente ya aparte de los dos mayores y el más pequeño de ahí.

— entonces, te vas. —dijo en un tono de aceptación, pues no quería que el pelinegro se fuera.

— si, Jisung. —dijo tranquilo. — pero solo será por poco tiempo, regresaremos.

Dentro de Jisung, su corazón solamente late pero en él está un desesperado sentimiento que hacía desear al menor que sus brazos toquen el cuerpo del contrario, que de la garganta salgan palabras como; "no te vayas, aun quiero tenerte"

Finalmente Jisung admitió que necesitaba a Minho en su vida, pero como su pareja, pues trató de entender el porqué de tanto apego al mayor, todo el tiempo quería estar con el, hablar, tocarlo, siquiera verlo en las comidas lo hacía sentir tanta atracción a él.

No había otra explicación, como amigos tal vez podía ser la respuesta de esa conexión, como cuñados definitivamente no, solo quedaba como pareja, cuál acertaba completamente a todo lo que sentía.

— quiero que vayamos adentro, di que se te olvidó algo.

— Jisung. —Minho susurró. —mi padre me matará... ¡se me ha olvidado algo, ya vengo!. —gritó lo último recibiendo un "si" de su padre.

Ambos jóvenes corrieron, Jisung tomó la mano de Minho.
El pelinegro solo sintió escalofríos en su cuerpo y trató de esconderlo mientras corría junto a la mano de Jisung.

No fueron muy lejos de la salida, ambos se detuvieron en un jardín, justo los últimos rayos de sol terminaban en ese lugar.

Quedaron frente a frente, aun con sus dedos entrelazados y viéndose fijamente. Ambos cuerpos pedían los labios del otro, había mucha tensión en el momento.

— Minho.

— ¿si?

— ¿de verdad te tienes que ir?

— si, Jisung. —dijo calmado y pestañeando lentamente.

— no lo hagas. —se acercó al mayor. — quédate conmigo.

Esas palabras, raras e inesperadas que le dió Jisung, hicieron que el corazón del mayor diera un brinco dentro de su cuerpo.

Minho dió una ligera sonrisa.
— ¿ahora por qué estás así?

Jisung pensó dos veces si declararle su amor estaría bien.
Pero estaba seguro de que lo quería hacer.

— por que me gustas, Lee Minho. —dijo serio. A Minho no le caían esas palabras en su cabeza, no podía captarlas. — me gustas y no se si está bien.

Minho no dijo nada por segundos, solo pestañeaba un par de veces tratando de caer en razón.

Mil cosas pasaron por la cabeza de Minho, la primera cosa fue que si en realidad lo que estaba pasando era verdad, lo segundo era cómo tomaría su padre que Minho encontró el amor en un hombre, lo tercero en cómo le gustaba Jisung y lo mucho que deseaba estar con el, y así pensó cientos de cosas, pero esas cientas de ideas solo salieron en una pregunta.

— ¿por qué no lo estaría? —dió una sonrisa coqueta.

Jisung se sonrojó, pero en medio de la tranquilidad en la que se encontraban, el gritó de llamada a Minho de su padre sorprendió a ambos.

El pelinegro abrió los ojos, pues por el tono de voz de su padre presentía que ya tenían que irse.

Jisung soltó una mano de Minho y caminó rápidamente unos dos pasos para salir del jardín pero Minho se quedó parado, tomó su mano fuerte y atrajo el cuerpo de Jisung al de él.

— creo que también me gustas, Jisung. —dijo con su rostro en calma y con una leve sonrisa en sus labios.

— ¡Minho! —gritó Sunghoon justo entrando al jardín por un arco de piedra.

Rápidamente los dos enamorados se soltaron de las manos y Minho solo metió sus manos en sus bolsillos.
Ambos jóvenes comenzaron a caminar hacia Sunghoon para después los tres tomarán camino a la última puerta del castillo.

Al estar ahí, Minho solo tomó las riendas de su caballo y esperó a la mirada de Jisung que decía adiós.

— vámonos, Minho. —dijo Kento en tono demandante pero tranquilo.

Minho solo volteó a su padre por microsegundos y volvió a ver al menor.

— adiós, Jisung. —subió a su caballo y lo giró rumbo a la salida del pueblo.

Nuestro destino ♕︎ 𝚖𝚒𝚗𝚜𝚞𝚗𝚐 ♕︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora