Nuestro destino ♕︎ 𝚖𝚒𝚗𝚜𝚞𝚗𝚐 ♕︎

CAP 8

Sentía que los ojos del menor lo atrapaban. Tal y como si tuvieran el poder de encantar.

Se podía decir que llegaba a sentir atractivo con unos ojos marrones hermosos. ¿Qué tenía este chico que causaba tanta atracción?

Estaba clavado en sus ojos hasta que una fuerza inesperada lo llevó lejos de donde estaba.

— ¿qué demonios pasa por tu cabeza? —enojado el padre de Minho, abofeteo al menor. — ¡es la maldita fiesta del principe!

Después de la demostración de piano, Minho buscó la mesa de su familia, y ahí estaban, sentados y amargados como se esperaba.

— ¡el me lo pidió, padre! No podía decir que no.

Su padre era un loco por no hacer favores a los demás, ni siquiera por si alguien se estuviera muriendo.

Era una especie sin alma.

Se mantuvo segundos o tal vez minutos pensando en que hacer o decir para corregir al menor de que eso no se hacía.

No había de otra.

Kento, muy enojado le dió la orden a Minho de regresar a la habitación en la que se quedaban como castigo de su comportamiento.

Minho respiró fuerte, tratando de mantener su calma, no era que Minho amara las fiestas donde lo social destacaba sobre todo, de alguna esa era la excepción y quería seguir ahí pero su padre era un amargado.

Minho no pudo negar la orden de su padre y simplemente siguió caminando por todo el castillo hasta llegar al cuarto.

Ni siquiera le dio tiempo de decirle algo a Jisung, ni un adiós, tal vez el día siguiente no lo podría ver para decir adiós.

Jisung tenia algo encantador que atrapaba al mayor, nunca había sentido algo así por alguien y menos por un chico.

Solo miraba a las estrellas y el cielo nocturno desde la ventana de la habitación mientras pensaba sin fin de cosas.

No sabía si había hecho algún error en la ceremonia, tal vez confundió las teclas por su pésima memoria, pero también había olvidado que el cuerpo tiene memoria muscular así que no debió de hacerlo tan mal.

Y si arruinó todo, pensaba que tal vez por eso su padre lo regañó.

Estuvo mal y lo sabía.

...

El sol golpeo la cara de Minho, rápidamente su piel se torno de un color rojo intenso de sangre y ardia.

Otro horrible dia por la mañana había comenzado.

Se levantó de la cama con un dolor de cabeza insoportable y con la mitad de su cara quemada por el sol que le dio hace unos pocos segundos.

Se dirigió al baño a lavar su rostro con agua ya que esta calmaba las quemaduras, no sabía por cuánto tiempo el sol había estado dandole justo en la cara.

Estaba enojado por lo de la noche anterior, cada que se enojaba tenia un muy mal humor y recordaba lo mismo todas las horas del día.

Simplemente dejó pasar sus pensamientos malos, tomó una ducha rápida y salió.

Toda su familia no estaba en el cuarto, al principio no había visto si estaban o no en la habitación ya que apenas y podía abrir los ojos.

Supuso que se había levantado tarde y que seguramente ya habían salido al almuerzo.

No importaba. Acomodó por ultima vez su ropa y su cabello y salió del cuarto.

Una vez afuera, lo único que pasó por su mente fue ir al comedor.