CAP 4

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Los dos jóvenes regresaron al castillo sin problema alguno. Cada uno tomó sus caminos, Jisung a su habitación y Minho para la suya, ambos se encontraban ansiosos por el baile pero también tenían un tipo de sentimiento que jamas en sus vidas lo habían sentido de la misma manera.

Se sentían rebeldes con la escapada no planeada que habían hecho, sentían la emoción de tan solo recordar estar sin una corona puesta todo el tiempo.

Minho habia cumplido su propósito, el príncipe castaño que se encontraba acostado en su cama pensando infinidad de cosas, sonreía, sonreía involuntariamente al ver la imagen de estarse divirtiendo con un extraño chico de pelo negro.

Jisung se adentró en el sueño profundo que se convirtió pacifico para aumentar la energía y dejarla sacar en el dia siguiente del baile.

Minho no podía dormir sin repetir una y otra vez la cara y las acciones tan tiernas de el menor al estar en el tacto de el agua.
Pero tan solo recordaba una acción que aun no podía argumentar por completo. El cuerpo de Jisung se aferró a el cuerpo de Minho sin siquiera haberlo mirado, parecia como una ardilla colgando de un gran tronco, tal vez lo hizo adrede, tal vez solamente tomo de ayuda lo que tenia mas cerca de el, tal vez el fue su única opción.

Estaba sobre pensando las cosas sin dejarlo dormir, tenia que alejar cualquier idea errónea, eran dos hombres los cuales no pueden tener ni una sola compatibilidad.

Rápidamente Minho cayó en un explícito sueño, el sonido de la noche y pocas gotas de lluvia eran lo único que ayudo al pelinegro a desconcentrarse y dormir.

El sol radiante golpeó el rostro de Jisung dejando un bostezo salir de el mismo, el día tan esperado habia llegado y a la vez el día en el que Jisung tenía que aguantar las ganas de esconderse de absolutamente todos

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El sol radiante golpeó el rostro de Jisung dejando un bostezo salir de el mismo, el día tan esperado habia llegado y a la vez el día en el que Jisung tenía que aguantar las ganas de esconderse de absolutamente todos.

No quería una mujer a la que no amara realmente, no quería un matrimonio aun, no quería una relación fría en la que solo importen los puestos y lugares que tenía como rey. Era desagradable pensar que solamente necesitaba a alguien a su lado para ser completamente un rey, podía solo.

Se levanto de su cama desatendida y entre pasos flojos se dirigió al baño a mojar un poco su cara. Caminó de regreso a la primera parte de su habitación llevándose una inesperada sorpresa.

— ¡Dios mío! ¿Que hace usted aquí, príncipe? ¿No cree un poco inoportuno no tocar antes de entrar? —se quejó el castaño que estaba completamente en pijama y con un cabello echo un desorden.

— lo siento, majestad, pensé que ya estaba más que despierto y, pensaba qué tal vez podíamos practicar, perdón. —se detuvo ya que hizo un error de palabras. — podría ayudarle con la canción después del desayuno.

El menor estaba confundido y algo ofendido pero al parecer no era tan grave el asunto. —ah, si claro, después de el desayuno podré practicar un poco.

Nuestro destino ♕︎ 𝚖𝚒𝚗𝚜𝚞𝚗𝚐 ♕︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora