CAP 11

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— eres lindo hasta eso.

Jisung trató de no abrir los ojos de sorpresa, pero no era suficiente sus intentos y lo hizo naturalmente, y para disimularlo, rió.

— ¿que dices? —dijo riendo.

— es verdad, veo tu rostro y es muy bello.

Jisung estaba apenado y sonrojado, pocas personas le decían eso, nunca nadie se fijó en su belleza y pocos espejos hay en el castillo.

— te lo agradezco, no lo veo así. —mencionó el castaño.

— mmm deja veo que puedo hacer. —empezó a mirar a los lados buscando algo que lo refleje, tenía que haber una solución sobre lo que dijo.

Y simplemente miró abajo y encontró en el reflejo del agua una buena opción.

Tocó el brazo de Jisung y lo bajó despacio señalando el agua.

Jisung se inclinó y en el agua se vió.

— no es detallado y claro como un espejo pero es similar, ante mis ojos si lo es, entonces deberías creerme.

— ¿cómo si ni yo lo creo?

— aveces la verdad está en los ojos de otro.

Jisung detuvo esa frase en su mente, la pensó.

Y solo río en lo bajo mirando nuevamente al agua.

— se hace tarde. —se enderezó poniendo sus manos en sus bolsillos pensando que al lado de él estaba el pelinegro, pero esté no estaba ahí.

Ni tiempo le dió de terminar de mencionar un "¿que?" Ya que un golpe fuerte lo había hecho caer al agua fría.

Otra vez.
Abrió los ojos ya saliendo por ley de la superficie y escupiendo un poco de agua tocándose la cara.

Minho reía de alegría, no tardó absolutamente nada en quitarse la camisa negra que cubría su cuerpo, y entre risas Minho se tiró al agua de un brinco doblando sus piernas.

"Dios mio, es muy sexy en verdad." pensó Jisung en su mente al verlo sin camisa por segunda vez.

Pequeñas gotas salpicaron el rostro de Jisung y este volteó a otro lado saliendo de su pensamiento.

— ¡Minniee!

— lo siento. —dijo el pelinegro entre risas.

Algo tenía Minho que en las noches se veía mas hermoso que nunca, en el día era uno, pero en la noche era completamente otro. Y eso le encantaba a Jisung.

— príncipe Minho, hoy se ve... muy bien

Minho rió levemente y solamente miraba al castaño.

— le agradezco el cumplido, majestad. —al decir "majestad", el pelinegro se acercó un poco más al menor.

Jisung empezó a sentir escalofríos y a sentir una emoción que quería salir de su pecho, pero el castaño tenía que guardar la cordura.

Y entre esa cercanía que tenían ambos, Jisung rompió el momento.

— tenemos que irnos, príncipe.

Minho se separó un poco.

— si, estoy de acuerdo. —miró a la orilla del lago, y caminó para finalmente salir de este a espaldas.

Sacudió levemente su cabello negro, y tomó su camisa del suelo para ponérsela aún así estando mojado.

La vista de Jisung no se despegaba de Minho, le parecía muy atractivo, eso lo reconocía, pero nunca le gustaría un hombre.

Sin darse cuenta ambos, el sol ya salía por un horizonte y empezaban a salir rayos.

A Jisung le parecía hermoso ver un amanecer.

Pero a Minho le ardía la cara ligeramente.
No tanto por qué estaba mojado pero si ardía un poco.

Esto hizo que Minho corriera a su caballo para tomar una licorera y llenarla de agua del lago.

Mientras rellenaba ese frasco de agua, le indicaba al menor que preparé los caballos para irse.

Jisung desconcertado obedeció y desató a los caballos de los árboles y se subió en el suyo sujetando al de Minho.

Minho se apresuró a montarse y le dijo a Jisung:
— tenemos que correr un poco, majestad.

Jisung asintió y ambos echaron a andar a sus caballos.

A mitad del camino después de que él bosque termina, donde daba directamente el sol sin ni una sombra, Minho tiró el agua del frasco en su cara y brazos.

Sintió alivio, pues el sol ya lo quemaba demasiado.

Nuestro destino ♕︎ 𝚖𝚒𝚗𝚜𝚞𝚗𝚐 ♕︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora