Nuestro destino ♕︎ 𝚖𝚒𝚗𝚜𝚞𝚗𝚐 ♕︎

CAP 12

— no entiendo por qué irnos así de rápido.

Ambos jóvenes estaban metiendo sus caballos a sus corrales.

— teníamos que volver, majestad, su padre y mi padre se enojarían si no llegábamos, aparte...tiene una chica con la que estar. —Minho no apartaba su vista de las cosas que estaba haciendo.

— pues...si, pero también tengo que salir. —hablaba muy indeciso y ligeramente estresado el menor.

— ya veo. —se giró a Jisung — lo veo luego, Príncipe. —dió dos palmadas en su hombro mientras partía del lugar.

"que chico tan peleonero" : pensó Jisung mirando al techo.

Se fue de el lugar y llegó hasta su habitación a darse un baño.

Al terminar de vestirse, bajó a desayunar.

Estaba muy feliz de ver a Giselle, la extrañó toda la noche.

Las dos familias se sentaron a desayunar como todos los días, y al igual que todos los días, siempre Jisung y Minho terminaban mal.

Al finalizar su desayuno, Minho regresó a su habitación y de ahí no salió hasta que anochezca.

Ahora cada miembro de la familia de Minho tenía una habitación exclusiva.

Minho se quedaba ahí, leyendo un nuevo libro o pintando, pero nunca se aburría.

Mientras estaba terminando un boceto, tres golpes se escucharon en la puerta.

Se dirigió a esta para abrirla y encontrarse con el castaño.

— Buenas noches, Minho.

— Buenas noches, majestad.

— me preguntaba si quieres ver las estrellas a la punta del castillo, al parecer creo que te gusta admirar la noche.

A Minho se le hizo extremadamente raro el gesto del menor, en la mañana estaban un poco mal, y en la noche y tarde todo volvía a estar bien.

Pero Minho si apreciaba la noche, así que no podía decir que no.

Subieron hasta la punta del castillo, había una pequeña ventana, Jisung la abrió y cruzó una pierna.

Minho lo tomó del brazo parándolo.

— ¿qué haces?

— no te iba a llevar hasta la punta, ahí solo hay una punta. Ven, sé muy bien cuál es el lugar más alto del castillo. —cruzó ambas piernas y saltó sin más.

Minho rápidamente se asomó por el borde de la ventana y ahí estaba Jisung sin ni un rasguño en una pequeña parte plana.

Minho suspiró fuerte y apoyó un brazo en el borde de la ventana pasando ambos pies de el otro lado con un solo salto.

Cayó en el mismo lugar de Jisung y sacudió sus manos.

— sígueme. —dijo el castaño ignorando lo impresionante que le pareció que Minho había hecho todo con mucho precisión sin mucho esfuerzo.

Escalaron la pequeña parte de techo que estaba en diagonal para llegar a la parte plana de este techo.

No era muy ancho el espacio, pero tenía lo suficiente para dos personas.

Jisung se acosto en este y Minho copió el movimiento.

Ambos sentían el ligero aire en sus cuerpos mientras veían el cielo negro lleno de puntitos blancos.

— Jisung, es hermoso esto.

— lo sé, la noche para algunos es peligrosa, pero para mí es la más hermosa.

Minho suspiró tranquilo. — para mi también lo es, es el momento en el que todas las cosas se calman.

— Minho ¿puedo decirte algo sin que suene a ofensa?

— claro.

Jisung se giró para ver a Minho.

— tengo mucho miedo. No quiero tener esposa ni reinar, a eso me preparé toda mi vida pero no es lo que quiero.

— ¿Has hablado de esto con tu padre?

— Si, pero siempre es lo mismo, dicen que me beneficiará y que será bueno para mi. En realidad yo no me creo ninguna de esa basura si no me hará feliz. —hubo un pequeño silencio. — y además...—se levantó de golpe.

Estaba a punto de decir lo siguiente pero no midió su equilibrio, su pie fue atrás pensando que había aún del techo plano. Erró y todo su cuerpo fue para adelante.

Gracias a sus reflejos pudo sostenerse. Rápidamente Minho tomó las manos de Jisung.

Trató de levantarlo pero la gravedad no se lo permitía tan facil.

Poco a poco por el nerviosismo, las manos de Jisung empezaron a sudar y sus dedos ya no podían aguantar el peso.

— Minho, ya no puedo.

Jisung terminó resbalando, mientras caía, solo gritaba.

— mierda. —dijo antes de tomar impulso para correr y volar.

Minho estaba en mucho riesgo de exponer su secreto de tal manera, pero tampoco quería a Jisung herido.

Saltó y se convirtió en humo negro cayendo a una velocidad muy acelerada y fuerte.

Jisung solo caía de espaldas en un largo tramo que en cualquier momento se terminaría y su vida habría acabado.

Minho extendía su sombra lo más que podía, agarró más velocidad y al estar muy cerca de Jisung, todo el humo negro lo cubrió calmando todo.

La velocidad con la caía Jisung había desaparecido y ahora solamente era tranquilamente llevado por la sombra en el aire.

Solo veía humo negro y un poco de el exterior, entre lo que buscaba respuestas a este fenómeno, observó a Minho dentro igualmente del humo.

Sus ojos estaban ligeramente rojos y estaba más pálido de lo normal.