1

3.5K 249 27
                                    

Las preguntas más constantes en mi cabeza eran: "¿Por qué no puedo lograr tener un orgasmo?". Algo que me sacaba de todas mis casillas.
Mi mente se llenaba de preguntas en la madrugada.

No podía conciliar el sueño.

Me levante de mi cama, me miré a el espejo, si, parecía un zombie, un horrible zombie. Coloqué mis zapatos.

Era extraño ver a alguien a estas horas por el campus, pero solo quería y necesitaba un poco de aire fresco.

Al pasar por la puerta de Amber escuché unos sonidos extraños, acerque mi rostro contra la puerta y lo que escuché no eran sonidos extraños. Era simplemente el lenguaje de los gemidos pasionales.
Lance un bufido de fastidio y salí de aquel lugar.

Me dirijo exclusivamente a las maquinas por algo de leche chocolatada y una voz me sorprende.
—¿Otra vez no puedes dormir?—Una gran sonrisa resaltaba en su rostro.

Solía encontrarme a Jack todas las noches, era extraño, su vibra no me generaba confianza.

  Había algo, no sabía con exactitud qué era, pero había algo muy extraño en el.
—No, tú por lo visto tan poco—Le dije rodando mis ojos con fastidio. Jack dio unos pasos hacía mí, me miró de arriba hacía abajo detenidamente como si me inspeccionara. Sonríe y se marcha.

A pesar de que se había ido, seguía sintiéndome observada, ¿Sabes cuando duermes y despiertas de la nada porque sientes que te observan? O, ¿cuando estás haciendo algo y sientes que te miran, y cuando volteas alguien de verdad te observa?. Bueno es exactamente así, solo que en este caso yo era la única persona que se encontraba aquí.

Al pasar por los largos pasillos escuche pasos fuertes detrás de mi. Eran como los pasos de las bestias que aparecen en las películas. Me invadió el miedo y con valentía pare mis pasos volteando hacía atrás para ver quien era el chistoso que quería asustarme.

Frené en seco, pero mis ojos no veían a nadie, estaba sola, completamente sola. Apresure mis pasos hacía la puerta de mi habitación.

Me despoje de mi ropa, mientras mi mente trataba de entender porque desde hace 3 días todo parecía tan extraño, y también, ¿por qué era tan difícil llegarme?.

El agua comenzó a caer sobre mi cuerpo desnudo y escuche que la puerta se abrió.

Amber tenía una sábana envuelta en su cuerpo, sus largos cabellos negros despeinados, sus labios tan rojos que lucían tentadores. Baje la mirada, pero pude ver de reojo que se quitaba la sábana de su cuerpo.

Su cuerpo estaba desnudo, no se porque sentía las ganas de verla.

—Espero no te moleste, es que necesito lavarme—me dijo guiñando sus ojos y se metió en la ducha mientras yo esperaba mi turno. Y mi mente comenzó a imaginar escenas de ella con Harry.

Perturbador...

Las gotas de agua corrían por mi cuerpo, o no se si era sudor.

Me acerqué un poco, con mis dedos le toque un moreton que tenía por su espalda. Ella se exaltó un poco, nerviosa tal vez.

—¿Te duele?—mis dedos acariciaban el morado, ella volteó su rostro mojado hacía mi.

—Solo un poco—se acercó un poco y yo me acerque un poco más. No sé qué era pero mi cuerpo estaba vibrando.

Colocó sus manos en mis hombros y me empujó hacía la pared. Nuestras respiraciones se volvían forzadas. Sus labios besaron mi mejilla, mis manos agarraron su cintura, apretando su cuerpo más hacía mi. Saco su lengua he hizo círculos en mi cuello.
Agarré su cara y junte nuestros labios, besándonos con tanto fervor que no me daba tiempo de procesar lo que ocurría. Metí mi lengua jugando en sus labios mientras ella gemía.

Joder!!! Sus gemidos me volvían loca.

La puerta sonó y supe que era Harry. Las dos Sonreímos con coqueteo, se colocó la sábana, pero antes de salir me miró, se acercó de nuevo y posó sus labios con los míos en un beso suave.

¿Qué acaba de pasar?.

No lo sabía, solo quería entrar a mi habitación y tocarme hasta llegar a el orgasmo.

Mi cuerpo recostado en aquella enorme cama, mi cuerpo en completa desnudez, mis piernas abiertas, las luces apagadas y la luz de las estrellas le daba un hermoso resplandor a la noche. Mire el techo mientras mi mano izquierda tocaba mis pechos, apretaba mis muslos, mi cuerpo se exaltaba a el imaginar tantas escenas de placer en mi mente. Mis dedos llenos de saliva bajaron hacía mi clitoris, con movimientos lentos, sentía mi piel suave, tan mojada, solo quería apresurar mi paso y tocarlo con más rapidez, mi respiración se entrecortaba, mi velocidad aumentaba, mis piernas no podían soportar más, mordía mis labios con deseo, estaba apunto, pero cuando baje la mirada, mi cuerpo sintió un escalofrío. ¿O miedo?.

Habían dos ojos mirándome desde el armario, un ojo azul marino y uno verde, tan verde como las hojas de los árboles.

¿Qué demonios era esto?.

Mientras intentaba acercarme parecía que aquellos ojos con heterocromia se alejaban....

*****************

Si te interesa seguir leyendo vota por fis y si no también vota ❤

Mi primer orgasmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora