Flufftober2021 [the GazettE]

Drunk Confession

Kai casi se cae al estar subiendo las escaleras casi cargando a Ruki, bendita la hora en que se había descompuesto el elevador, agradeció que al menos no fueran tantos pisos, no sabía que hubiera hecho si hubiera tenido que subir más de diez pisos, probablemente se lo llevaría a su propio departamento, tomando en cuenta el estado del vocalista, seguro no le importaría.

Habían celebrado el lanzamiento del disco, les había costado mucho trabajo concebirlo y llevarlo a cabo justo como Ruki quería, por lo que cuando por fin estuvo terminado pensaron que la mejor idea para festejar era ahogarse en alcohol. Al menos para Ruki y Reita, los demás habían bebido pero no en exceso, Uruha no había bebido una gota y Aoi no solía hacerlo demasiado. Kai por su parte había parado de beber al notar la forma en la que Ruki aumentaba su estado de ebriedad, pensó que el único que podría llevarlo a casa sería él y no se equivocó. 

—Si pudieras poner de tu parte —dijo Kai haciendo esfuerzo para abrir la puerta del departamento.

—Va a ser un éxito, Kai —fue lo que contestó arrastrando las palabras, llevaba toda la noche emocionando por el disco—. Le pusimos las cosas esas mágicas, Aoi y Uruha están juntos, Reita te pidió perdón por ser un idiota, nada puede salir mal. 

Kai giró los ojos ante la mención del bajista, si bien era cierto que Reita se había disculpado con él por ser un patan, tampoco era que lo necesitara, se habían ido a la cama a sabiendas de que Reita era un imbecil, no había mucho remedio al respecto. Aún así, odiaba que se hubiera vuelto un tema de conversación, le causaba más vergüenza que gracia. 

—Nada va a salir mal, Ruki —le dijo acostándolo sobre su cama después de forcejear. 

El vocalista se tapó los ojos con el brazo mientras Kai le quitaba los zapatos que no había podido zafar en el genkan—. Debo estar de suerte —balbuceó—, tenerte aquí. Nada puede salir mal —repitió. 

Kai sonrió—. Nada…

—Te amo —lo interrumpió.

El baterista se quedó estático a mitad de la tarea de desabrochar las agujetas de la bota izquierda, Ruki estaba levantado con los codos mirándolo con absoluta seriedad, incluso ya no lucía tan ebrio. 

—Ruki…

El vocalista negó, sus ojos entrecerrados denotando que sí estaba ebrio—. Lo siento, ya no podía ocultarlo, siempre me has gustado, desde que empezamos la banda y luego dijimos que no íbamos a salir entre nosotros —se volvió a recostar balbuceando—. Y luego fuiste, te enamoraste del idiota de Reita, sabía que te iba a romper el corazón, pero no hice nada para evitarlo, me arrepiento. Luego toda esa locura de demonios, fantasmas o lo que sea me hizo pensar que tenía que decírtelo, solo nunca hubo oportunidad, mi única oportunidad es esta, cuando no sé si se entiende lo que estoy diciendo y todo el mundo da vueltas. 

Kai suspiró, su corazón latiendo con fuerza, sentía la cara la caliente por el sonrojo. Jamás hubiera imaginado aquello de Ruki, menos por tanto tiempo,  o cabía duda que el vocalista era también un gran actor—. No sé qué decirte —fue todo lo que pudo formular. 

Ruki bufó—. Lo sé, no te estoy pidiendo nada. Solo necesitaba sacarlo del pecho, aprovecho qué hay alcohol involucrado, así mañana podremos hacer como que no pasó. Mientras hoy te puedo decir que te amo —volvió a decir. 

El baterista se sentó en la orilla de la cama—. Que no sepa qué decirte, no significa que quiera que finjamos que no pasó —dijo ordenando sus ideas. Ruki trató de levantarse pero Kai no se lo permitió—. Descansa y si mañana tienes el mismo valor, dímelo de nuevo, sabré qué decirte entonces. 

Ruki no contestó, solo una sonrisa se asomó en su rostro, se quedó dormido al instante. Kai volvió a suspirar, lo tapó con una manta esperando que no se despertara a mitad de la noche. 

—Descansa —le dijo saliendo de la habitación. 

Tal vez también había sido el alcohol el su organismo lo que lo había hecho sentir feliz al escuchar a Ruki decir algo como eso. Tal vez mañana si ríos averiguarían qué hacer al respecto.