la tatuadora de bonten [completa]

Capítulo 4

Sayuri ordenó su pequeña maleta y cuando estuvo lista, salió de su departamento para dirigirse a la tienda de tatuajes que hoy se encontraba cerrada, pero iba a hacer una excepción para los miembros de "Bonten". Abrió el lugar con total tranquilidad e incluso encendió la radio para que All the Star de Kendrick Lamar con SZA comenzara a sonar a través de los parlantes. Barrió un poco la zona y cambió el papel de la silla que se encontraba en el estudio hasta que sintió voces alegres y algunas no tanto.

—¿Este es?

—Parece bastante bonito para encontrarse en un barrio de mala muerte.

La chica salió mirando a todos los chicos con una leve sonrisa.

—¡Hola! —gritó asustando a la mayoría. Sanzu enseguida se contagió con la energía.

—¡Hola, pequeña!

—¡Pequeña tu poronga! —le dijo sin quitar la sonrisa. Ran y Rindo se tentaron y comenzaron a reír a grandes carcajadas—. Mi estatura será pequeña, pero tengo una edad similar a todos ustedes. Un momento... a ustedes dos los conozco. —dijo apuntando a Rindo y a Ran—. Eran esos hermanitos busca problemas de Roppongi.

—¿Cómo sabes? —Ran sonreía.

—Yo vivía en Roppongi. Y bien, muchachos de Bonten, ¿Qué quieren de mí?

—Quiero saber tus ingresos de la cuenta bancaria. —habló Kokonoi sonriente—. Y si estás manejando bien estos negocios.

—Ah~, lamento que eso no se va a poder, querido. —suspiró—. Es algo entre mi bolsillo y yo. ¿Dónde está el líder?

—Aquí. —Mikey habló, pasando entre todos y poniéndose delante del escritorio de Sayuri. Ella sonrió un poco, pero se sintió mal al ver su aspecto, ya que según Takemicchi y sus otros amigos le contaban, Manjiro solía ser un joven con más masa muscular, lleno de energía y sin ojeras. Mientras tanto Mikey, estaba feliz de verla, pues logró escuchar de ella en el pasado y verla en algunas fotos que su hermana Emma le mostraba, mas nunca se vieron en persona.

Pero siempre era lo mismo, en todas las líneas de tiempo, Sano y ella se encontraban y eso era el destino.

—Yo que tú echo ojo a estos muchachos. Me voy a presentar, soy Kobayashi Sayuri. —sonrió con grandeza—. Y este es mi lugar favorito en todo el mundo. Aquí tenemos tres opciones para el cliente. La primera es escoger algún diseño hecho por mí, el otro es que tú hayas traído tu propio boceto y aquí terminar de arreglarlo para que quedes satisfecho y el último es boceto libre.

Apoyó sus manos en la mesa de su escritorio y observó a cada uno a los ojos con una sonrisa. Todos estaban algo entusiasmados por lo cómodos que se estaban sintiendo con la presencia de Sayuri.

—Y bien, ¿Qué opción eligen, muchachos?

Todos comenzaron a debatir sus ideas. Sanzu quería algo más exagerado, con muchas rosas y colores. Takeomi quería algo más sofisticado. Kokonoi quería algo que tuviese algún signo peso o que implicara dinero. Ran y Rindo ya tenían tatuajes, así que esta vez querían algo más pequeño y sutil. Mochi y Kakucho también querían algo que no fuera tan llamativo y Manjiro, él ya le estaba dando la idea a Sayuri.

—¡Mikey, ya lo decidi...! —Sanzu se calló cuando vio que el líder ya tenía el diseño en sus manos.

—Esto nos haremos. —dijo sin ninguna expresión en su rostro—. Y nada más.

Sanzu hizo un puchero—. ¡Pero Mikey! ¡Yo quería algo con más colores!

—Tiene rojo, blanco y negro. Son colores suficientes.