—Y... listo. —exclamó la chica alzando el papel para soplarlo y mirarlo una última vez antes de meterlo al sobre.
—¿Qué haces? —cuestionó Kokonoi entrando a la salita que se le había asignado a Sayuri. Era una especie de oficina para que pudiera seguir haciendo diseños de tatuajes o simplemente para tener un momento de tranquilidad. El muchacho se apoyó en la puerta ya cerrada y fijó su mirada en la fémina.
—Escribía una carta para Kazutora, pero ahora que me doy cuenta soy una idiota y fácilmente puedo mandarle un mensaje. —se rió haciéndose burla—. Creo que quedé en el pasado.
—Muchos quedamos en el pasado.
Sayuri lo quedó mirando y luego asintió levemente. Guardó la carta en el cajón y se puso de pie soltando un pequeño grito de aliento.
—¡Bien, vamos!
—¿A dónde?
—No puedo creer que esté escuchando esa pregunta. —se cruzó de brazos con un deje de burla—. Tú y yo tenemos una salida pendiente, chico. Recuerda que vamos a ir a la biblioteca a pasar la tarde. —tomó sus lentes y salió de la sala siendo seguida por Kokonoi—. Te advierto desde ya que soy expresiva cuando leo algo que me atrapa fácilmente. O como también puedo dormirme.
Eso hizo sonreír a Hajime de forma inconsciente, ya que se sentía feliz de por fin tener algo de compañía en las veces que tenía tiempo para asistir a la biblioteca. Aunque claro, durante y después de lo sucedido con Akane, se sumergió tanto en el "conseguir dinero de forma rápida y fácil" que se olvidó que fuera hay un mundo precioso, uno en donde todavía podía mantener vivos los recuerdos de su amada y en donde por fin había logrado encontrar a una persona que se interesara en él como la persona que era y no como en el cajero automático que solía escuchar cuando era más joven.
—Vamos entonces. Siento haberlo olvidado.
—Tranquilo, a cualquiera se le puede olvidar por tener tanto en la cabeza a causa del trabajo. A veces está bien tener ciertos descansos, sino uno se satura. —le comentó, poniéndose una mascarilla y emprendiendo viaje al lugar seguro de ambos—. Te lo digo por experiencia.
—¿Ah si?
—Sí. —confirmó—. Cuando era una niña, en el tema económico nunca fue un tema delicado, por lo que trabajar no era necesario, ni para mi hermano y para mí. —narró, aferrándose del brazo de su nuevo amigo y roomie—. Así que, a lo único que me dedicaba yo era estudiar y sacar buenas notas. Como puedes imaginar, terminé desarrollando cierta obsesión hacia aquello, a tal punto en el que cuando eran vacaciones, me deprimía porque sentía que estaba perdiendo el tiempo por no hacer nada productivo. ¿Logras entenderme?
—Sí.
—Un día me pasó la cuenta, me llegaba a confundir con los días, no dormía las horas adecuadas y mi rendimiento fue bajando poco a poco. Mis padres se dieron cuenta de eso y me llevaron a un psicólogo para comenzar con las sesiones y poder trabajar en conjunto para darme una solución a esto. Y fue ahí recién cuando pude entender que yo estaba mal, que esta obsesión algún día me terminaría por aislar del mundo y olvidar cosas recientes que yo quería mantener en mis recuerdos.
—¿Cómo lograste dejarlo? Es... algo difícil dejar de hacer algo de lo que llevas tiempo haciendo y además te conocen por ello. —realmente quería saber algo para intentar cambiar y ser mejor persona.
—Es muy difícil, no te lo voy a negar y tampoco mentir. —entraron a la biblioteca y el volumen de voz de Sayuri disminuyó un poco—. Por eso estuve casi un año en sesión, pero básicamente mi mente y respiración se enfocaron en el presente, no tanto en el pasado. Hace minutos atrás me dijiste que "muchos nos quedamos en el pasado", pero no te dije nada porque no creo que eso sea verdad. Mira. —lo tomó de los hombros y le sonrió—. Piensa en tu presente, en la gente que tienes ahora y luego en tu futuro, ¿Quieres realmente vivir una vida con dinero sucio o que la gente te llame de "cajero automático" envés de conocerte como realmente eres? Yo creo que a nadie le gustaría vivir de esa forma.
Se acercó a un estante y tomó un libro aleatorio de ahí. Hajime la imitó, sacando un libro llamado "Un hombre en busca de sentido". Una sonrisa de lado se hizo presente en sus delgados labios. Debía ser una maldita broma, pensó mirando a Sayuri, quien se veía muy tranquila.
—Vive. —dijo de repente la fémina llamando la atención de Hajime. Se habían sentado en una de las mesas algo alejadas de todo—. Es el único consejo que te puedo dar.
Kokonoi sintió un peso en su corazón. Su mente divagó hace años atrás en donde una chica rubia yacía a su lado leyendo hasta que cayó dormida. Recordaba sus largas pestañas chocando en sus pómulos y esa suave respiración que Hajime intentaba seguir para sentirse en paz. También recordó ese casi beso que le daba, y sintió vergüenza de haber sido atrapado, pero su corazón se había llenado de amor cuando Akane le había dicho que esperaría por él. No obstante, todo se fue a la mierda, y ahora vivía una vida que, a pesar de estar llena de lujos, lo dejaban con un vacío emocional por también haber perdido a Inui, aquel chico que lo siguió por varios años y con el que tenía miles de historias para narrarle a Sayuri.
Un pequeño grito proveniente de su compañera lo hizo mirarle. Sayuri tenía sus mejillas rojas y sus ojos brillaban por lo que estaba leyendo: una novela juvenil. Hajime pensó que, ella había tenido una vida bastante normal en comparación a todo el resto de sus colegas. Sin embargo, supo las mierdas que tuvo que pasar para poder lograr hasta donde hoy estaba. Y eso era algo que Kokonoi admiraba de ella desde que cruzó palabras con Kobayashi, o sea ayer. Porque sí, ninguno de los chicos se creía que esta muchacha se había ganado el cariño de todos en horas. Inclusive con la de Manjiro, pues nadie entendía aún el tipo de conexión que ellos tenían.
Y nadie iba a saber, ya que eso era algo que ni siquiera ellos entendían con exactitud.
Luego de unas largas horas en donde bebieron café, comentaron sobre el libro que estaban leyendo y se lo terminaron, decidieron que ya era hora de marcharse. La caminata vuelta al escondite de Bonten fue silenciosa, pues no eran necesarias las palabras para notar lo agradecido que estaba Kokonoi con Sayuri por haberle traído de vuelta una rutina que había dado por olvidada. Cuando entraron, el único que se percató de la llegada de los chicos fue Sanzu, quien movió su mano enérgicamente hacia su considerada (por parte de Haruchiyo) mejor amiga. Y bueno, cómo no, la miradita de reojo de Mikey, pero se mantuvo en silencio.
—Hola y buenas noches. —saludó Sayuri y pasó de largo aún con Kokonoi a su lado.
Lo fue a dejar a su habitación y le sonrió con calidez cuando vio que Hajime de un momento a otro había derramado lágrimas. Sayuri lo abrazó. Se había dado cuenta de las intensas ganas que tenía de llorar desde que se le quedó mirando cuando ella casi cayó en un profundo sueño.
—Yo estoy aquí. —le susurró—. Y aunque no nos hayamos conocido en un pasado, me sucede lo mismo que con Mikey y el resto de ustedes. Me siento honrada por estar conociendo a las consecuencias de un pasado oscuro, porque aunque sea difícil de sanar o cambiar, sé, que muy dentro de ustedes, esos adolescentes miedosos y sentimentales se esconden ahí, y yo no dudaré en ser el apoyo que necesitan para hacerles ver que en este mundo no todo está jodido. —terminó dejándole un suave beso en la coronilla y se rió cuando se dio cuenta de que Kokonoi se había quedado dormido y quizás nunca escuchó lo que Sayuri dijo.
Pero eso no importaba, ya que ella se sentía tranquila de decirlo en voz alta y Manjiro, quien había estado detrás de la puerta escuchando, sabía que la decisión de traer a Sayuri era egoísta, pero era todo lo que necesitaba para sentirse amado y atento como alguna vez, hace doce años, lo fue.
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.¡Feliz año! Gracias por todo el apoyo que le están dando, ya que nunca creí que algo que escribí a las dos de la mañana gracias a no poder dormir, iba a ser consecuencia de tantas vistas, votos y comentarios.
Por eso, siendo ya casi las cuatro de la mañana en mi país, decidí subir este cap que puede tener alguna falta o incoherencia por el sueño.
Estos capítulos serán EXTRAS, porque el público lo pidió y yo también lo necesito. Así que disfruten mucho de la lectura.
Próximamente seguiré subiendo historias así de cortas, similares a la trama con bonitos mensajes y cosas más realistas. Por eso, puedes seguirme para que te notifique cuando suba fic, pero OJO no te estoy obligando a que me sigas.
Y eso es todo. ¡Nos leemos en el próximo capítulo! ♡♡♡♡
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la tatuadora de bonten [completa]
FanfictionHistoria corta. Los personajes le pertenecen a Wakui Ken a excepción de la rayis llamada Sayuri.