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゚。CAPITULO 5
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Hoy había amanecido con menos ánimos de los normales, sentía como me dolía ligeramente la cabeza y tenía sed, cosa que era rara en mí pues no solía tomar agua en las mañanas y no tenía ganas de ir a la escuela. Después de una pelea interna para convencerme de levantarme, me metí a bañar y bajé lista para tomar el desayuno.

    —Buenos días nena. —Mi mamá me saludó desde la cocina. 

    —Buenos días. —Fui hasta donde estaba dándole un abrazo, sinceramente lo necesitaba pero no quería contarle al respecto. Para tratar de distraerme y disimular, me puse a tender la mesa en la que ella servía el desayuno, mi relación con ella era buena, se podría decir que eran contadas las veces en las que discutimos, incluso parecíamos hermanas.

    —¿Y tu mochila? ahora no la escuché. — mis llaveros... 

    —Ah, la dejé ayer en mi casillero. —mentí. 

    Terminamos el desayuno en una plática sobre el cómo estaban sus amigas el día de ayer, de lo que hablaron y que se habían puesto de acuerdo en juntarse el fin de semana en casa de una de ellas para comer.
Por lo visto mi mamá tenía más vida social que yo. 

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uándo llegué a la escuela fui a mi casillero para sacar un cuaderno que usaría en todo el día, no sé si era mi imaginación o sentía miradas encima de mí, las cuales se me dificultaba ignorar pues no estaba segura de si pasaban o no, ni a la cafetería me quise presentar pues sabía bien que ahí los encontraría y no había visto a Luke en todo el día, ni en física, la mayor parte de la noche estuve imaginando que estaría en primer puesto esperando para preguntarme como me fue y molestarme todo el día con que él tuvo razón, y ahora tenía ganas de golpearlo, ¿qué clase de persona piensa que es? Él sabía perfectamente cómo es Oliver, ahora no podía sacar de mi cabeza el hecho de que le ayudó para que eso sucediera, sólo pensarlo me provocaba nuevamente náuseas. 

—Eso mismo escuché. Quien diría que es tan tranquila y se lanzó de esa manera a Oliver. Lo bueno que la frenó, aunque pobrecita, humillarse de esa manera.

    —¿De qué hablas? Yo escuché que hasta subieron a una de las habitaciones. — Risillas sonaban afuera del baño.

    —Pues yo escuché de un chico que antes de todo eso Arantxa ya se la había chupado en la cocina, que es una perra fácil. 

¿Qué hablaban? salí del cubículo del baño y las tres chicas que estaban en el lavamanos salieron disparadas de ahí. ¿Andan diciendo esas cosas de mí? Sentía que iba a llorar de nuevo, están regando difamaciones por todo el colegio, no iba a llorar, no aquí, traté de controlar mi respiración y cuando estuve convencida salí nuevamente en dirección a las demás clases. 

Este día ya tenía que terminar y el tiempo no iba a mi favor. En el final de uno de los pasillos venía Oliver con los demás, Dave pasando su brazo por encima de sus hombros y riendo, iban tan tranquilos como si no hubiesen hecho algo. Cuando fui consciente ya iba caminando en dirección contraria, doblé una, dos, tres veces a paso rápido y bajé escaleras para volver a subir otras y rodear el edificio para poder llegar a mi salón sin tener que encararlos. Nuevamente me sentía sola.

LO DIFÍCIL ES QUERERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora