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゚。CAPITULO FINAL
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Si le dijera a mi yo de hace unos meses que estoy con Luke recostado en mi pecho, planeando un futuro sin rumbo fijo pero con un destino definido, jamás me creería, no me creería que al final terminé encajando con quien menos me lo esperaba y lo feliz que he logrado ser, yo misma me daría por loca. Simplemente me desconocería.

-No hagas esa cara.- le dije riendo después de una profunda plática sobre mi pasado.

-¿Cuál cara?- preguntó divertido, estaba enderezado desde hace rato, recargado en su brazo y mirándome con detalle.

-Esa que parece que me quieres besar.- me atreví a decirlo y reí, estaba nerviosa y él sólo se me quedó viendo.

-Para besarte se necesitan muchos estímulos e instintos, no parece que quiero besarte, deseo besarte, pero justo ahora el instinto que gana es el de estupidez y si lo hago quiero que sea especial, no porque solo lo deseé o por un simple impulso. - habló dejándome una caricia en la nariz y se terminó de sentar en el otro extremo del sofá, suspiré algo desilusionada y me acomodé también subiendo ambos pies al asiento.

-¿Ocurre algo?- pregunté al ver que se quedó mirando a la nada por un buen rato.

-¿No te pasa que a veces sientes que por más que avanzaste y ves tus logros, sientes que no hay nada?-alcé mis cejas ante el cambio del tema.

-Muchas veces, sí, pero al menos trato de buscar algo positivo.

-Así me siento la mayor parte del tiempo. - me confesó. - Veo a los adultos con los que crecí, y no sólo hablo de mi familia, todos ellos para bien o para mal ya hicieron su vida, a su ritmo y a sus tiempos, en cambio nosotros, al menos en lo personal, siento horrible ser joven y diario tener la idea de que el tiempo se acaba y aun soy nadie en la vida. Me siento como en un reloj de arena, apresurado por el tiempo. -lo miré con detalle.

-Para todos brilla el sol, Luke. Sólo es cuestión de la perspectiva que tengas, porque muy encima de las nubes, el sól sigue ahí.- le sonreí tratando de hacerle sentir mejor, los consejos nunca eran mi fuerte.

-¿Y qué es lo positivo que has visto tú hasta ahora?- me preguntó jugando con el arito de su labio.

-Hice un amigo.- sonreí amplio señalándolo con ambas manos como si lo presentara ante un público, sintiéndome verdaderamente orgullosa.

Estuvimos todavía un rato sentados, después de aburrirnos continuamos pintando un rato más, Luke recordó que tenía un minibar y al abrirlo encontró unos refrescos y frutas, por lo visto había venido recién pues aún no se echaban a perder.

-¿Quieres una naranja?- me preguntó pasándomela, la recibí agradeciendo y comencé a tratar de quitarle la cáscara.

Esta naranja tenía algo en mi contra, la cáscara estaba demasiado pegada a la fruta y no me permitía ni abrir un poco para comenzar a pelar. Era una ardua pelea entre una chica contra una naranja.

Al final ganó la naranja.

-Te ayudo.- habló con burla quitándomela de las manos.- ¿Hasta para una fruta es en serio?- rió y yo le saqué la lengua. Encajó ligeramente su pulgar en la unión de los gajos, justo por donde se arranca del árbol y con ambas manos aplicó fuerza partiéndola a la mitad.

¿Cómo es posible que esa escena se me haya hecho subida de tono? Sólo yo veo sexy partir una naranja con las manos. La recibí nuevamente y me fue más fácil ir retirando los gajos en lo que seguimos pintando.

-Creo que ya deberíamos de irnos.- comentó cerrando los botes de pintura. Eran apenas las tres de la tarde.

-¿Y eso?- me desanimé echando la cáscara en uno de los compartimentos de mi mochila.

LO DIFÍCIL ES QUERERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora