Wanda Maximoff
Hace cuatro semanas cumplí nueve meses de embarazo, me siento como una vaca, me pesa mucho el cuerpo, la doctora me pidió que me quedara en la cama hasta que fuera hora del parto. Se supone que en un par de días debemos ir al hospital para que Nadya llegue al mundo, la doctora me dijo que no me alterara si sentía pulsaciones que se parecieran a contracciones, Nadya es muy activa y se mueve mucho por las noches normalmente. Nat suele decirle bebé vampiro, es gracioso y raro pero de algún especial, ayer dormí muchísimo, odio mantenerme en cama solo me levanto por ir por algo de comer y/o ir al baño, Nat se ha encargado de hacer las maletas y terminar de organizar, arma, bueno terminar de hacer todo para la llegada de nuestra hija. Me hace sentir acompañada todo el tiempo, se ha quedado en casa todo el tiempo, trabaja de manera remota, todo lo hace por la computadora, eso hace que nos acerquemos más, se queda en nuestra habitación todo el tiempo acompañándome.
¿Quieres algo de comer? - me dice mientras que teclea algo en la computadora.
No... Estoy bien por ahora - pongo la almohada entre las piernas para acomodarme -. Nadya esta un poco inquieta.
¿Te duele? - me pregunta mientras que me mira.
Un poco si - hago una mueca de dolor y me levanto de la cama rápidamente para ir al baño.
Lento quicksilver - me dice mientras que se hace a mi lado.
¡Ah! ¡Duele! - tomo mi barriga y respiro hondo.
Camina conmigo ¿si? - toma mis manos y me guía hacia el pasillo.
El dolor disminuye mientras que camino, respiro hondo en todo momento.
Ya paso, tranquila - Nat junta nuestras frentes -. Yo estoy aquí para tomar tu mano.
Gracias amor - Nat deja un beso en mi frente y yo suelto un suspiro.
¿Quieres quedarte aquí? - estamos en la sala de estar, yo asiento con mi cabeza -. ¿Pedimos algo de comer?
Lo que tu quieras está bien - digo mientras que me siento en el sofá.
Bien, ¿Quieres hamburguesas con doble queso? - yo me río y asiento -. Okey, serán hamburguesas con doble queso.
Nat pide las hamburguesas por teléfono y se sienta a mi lado, yo pongo mi cabeza en su hombro y suelto un suspiro, mientras que hago círculos con mi mano en mi abdomen.
¿Ya quieres salir no pequeña? - digo y miro a Nat -. Tu mami y yo estamos esperando que llegue ese momento desde el día en que supimos que venias, lo que tu quieres es verme sufrir. Nat se ríe y yo continuo - Debes esta diciendo es que mami, tu hace una semana no me diste de mi antojos, pero en mi defensa esa fue tu madre que no quiso pedir pizza y malteada a las dos de la madrugada.
Te podía hacer daño - me dice Nat, mientras que pone su mano sobre la mía -. Además, los antojos de tu mami han disminuido mucho los últimos días.
Suena el timbre, Nat abre y es la comida, paga y la recibe rápidamente, yo me levanto del sofá y siento un liquido caliente bajando por mi pierna.
Amor - digo mientras que toco mi barriga e intento no entrar en pánico.
Ay - dice Nat, pone todo en la mesa al lado de ella, sacude su cabeza y se acerca a mi -. Ven hay que irnos.
Estoy bien, ve por las maletas mientras que yo mantengo la calma - sonrío de manera sacarcastica, Nat corre a nuestra habitación coge las maletas, decidimos que lo mejor eran unas pequeñas para que no nos enredáramos tanto -. Bien, ahora larguémonos al hospital.
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Alma Gemela
Lãng mạnDice la leyenda cuando conoces a tu alma gemela, tu vida se vuelve una locura, además de que no puedes para de pensar en ella. ¿Irónico cierto? Ese no es el caso de Nat, lleva desde que tiene 11 años buscando a su alma gemela, estaba perdiendo la es...