Higuel Drabbles

21

Lo más difícil a lo que Hiro solía enfrentarse era al mal genio de Kyle. Aquello le ganaba incluso a los participantes de peleas de robots ilegales. Eso era mucho decir.

—No voy a desperdiciar los ingredientes de mi cocina en un picnic para ti y tu noviecito.

No iba a darse por vencido tan fácil. Supo que si quería convencerlo de prepararle la canasta, iba a tener que darle algo a cambio. Y sabía muy bien qué cosa ofrecerle.

—Si lo haces, te conseguiré el número del hermano mayor de Miguel.— vió como Kyle levantó una ceja. Había mordido el anzuelo .—He visto como lo miras cuándo viene.

Cualquiera que tuviera ojos podía ver cuanto el cocinero se moría por Marco... Excepto por el mismo Marco. Eran un par de idiotas. Aunque a Hiro no le gustaba decirles eso.  Más o menos lo mismo le había pasado a él con Miguel.

—¿Por qué me interesaría eso? No vas a dejarme en paz hasta que acepte y no tengo tiempo para eso, así que está bien. Te prepararé una canasta.

Hiro sonrió con suficiencia. Con la ayuda de Kyle, su primer picnic en pareja estaba destinado a ser un éxito.

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Tal y como prometió, Kyle le había preparado una hermosa canasta. Con varios tipos de sándwiches, frutas e incluso un pequeño pastel. Incluso se había tomado la molestia de conseguirle a Hiro la típica manta a cuadros rojos y blancos. Era un poco cliché, pero eso no quitaba que fuese un lindo detalle.

(De verdad tenía que darle un agradecimiento a Kyle. Además, ya estaba harto de ver los ojos de borrego a medio morir que ponía al ver a Marco)

Hiro estaba feliz. Y eso sólo aumentó al ver a Miguel llegar. Estaba usando una camisa  blanca de manga larga y llevaba entre las manos un termo rojo. Era adorable y hacía que quisiera besarlo.

No se contuvo, no tenía porqué hacerlo. Cuando el chico estuvo a su altura, lo abrazó y le dio un pequeño beso en los labios. Miguel lo aceptó con gusto.

—No sé mucho de moda pero... ¿No es un poco raro que lleves tu armadura del superhéroe a un picnic en el parque?—Dijo una vez que se separaron.

—Oh, Miguel. Cuando te invité, jamás dije que iríamos al parque ¿ O si?

Disfrutó mucho ver la cara de confusión que su novio querido puso ante eso. Realmente iba a sorprenderse con la idea que había tenido para la cita. 

—Entonces ¿A dónde vamos a ir?

En lugar de responder con palabras levantó a Miguel entre sus brazos. El chico soltó un pequeño jadeo por la sorpresa. Sin embargo, pronto se acomodó bien. Ya habían volado juntos varias veces.

—Ya lo verás.—dijo Hiro.

Se bajó el casco. Sujetó con mayor fuerza a Miguel y emprendió el vuelo. El traje estaba adaptado con agarraderas especiales para que él vuelo fuera seguro. Volar juntos era una de las cosas que más les gustaba.

Atravesaron el cielo anaranjado por el atardecer de San Frantokio. Pronto llegaron al tan característico puente de la ciudad. Hiro se acercó a una de las torres más altas y aterrizó allí.

La vista desde ese punto era impresionante. Se podía ver todo el cielo mientras atardecía y también como empezaban a encenderse las luces de la ciudad. Miguel se quedó pasmado.

—Es Maravilloso, Hiro.

Hiro se quedó viendo al chico mientras contemplaba todo a su alrededor. Si había algo maravilloso allí, ese tenía que ser Miguel. No sé atrevió a decirlo, por miedo, pero se acercó a abrazarlo por la espalda.

—Me alegra que te guste, Enano—dijo y le dió un beso en la cabeza—Vamos a comer.

Extendieron la manta y se sentaron para poder comer sobre ella. Hiro saco con cuidado la comida y la extendió entre ambos. También sacó de la canasta una serie de luces led. Kyle si que pensaba en todo.

—Espero te guste, es cortesía del Chef Kyle.

Miguel le dio una mordida a un Sándwich. Era de queso amarillo y manzana. Tenía un muy buen sabor.

—Tendré que agradecerle. Por cierto ¿Cómo hiciste para convencerlo?

Hiro se encogió de hombros.

—Digamos que tengo mis trucos.

Después de un momento de silencio, Miguel volvió a hablar.

—¿Le prometiste una cita con Marco o algo así, cierto?

—Su número, en realidad.

—Deberíamos hacerlos tener una cita. Me tiene harta que esos dos no se emparejen.

Hiro se rió. Se inclinó hasta quedar a la altura del otro chico. Había algo muy especial en estar solos en aquel punto tan alto de la ciudad.

—A mi también, pero hay que olvidarnos de ellos Miguel. Concentremos en nosotros dos.

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¡Hola!

Con este, ya llevo once (¿Doce?) Días de flufftober, que es mucho más de lo que yo esperaba hacer. Estoy atrasada, aunque no me he rendido.

Los prompts eran Primera Vez (No sexual)/Comida juntos/Picnic.

Infinito amor a hedwigSolangelo2610  por motivarme a escribir este día <3

Gracias por leer~

Ciao!