Higuel Drabbles

9

(Este es continuación del anterior.)

Estaba tan feliz que sentía que se podía morir.  ¡No podía creer que estaba en una cita con el chico que tanto le gustaba! Gracias a Dios, y aunque Miguel continuaba bastante parlanchín, no lo había arruinado.

La cita de los chicos había estado llena de adrenalina por los juegos y azúcar por todos los dulces que habían comido. Eso sin contar los nervios de Miguel ante los toques, a veces amistosos y otras coquetos, de Hiro.

Un día de emociones fuertes, sin duda. Por ello cerrarían esa cita de una forma tranquila, subiendo simplemente a una rueda de la fortuna.

Estaban parados esperando en la fila, un poco aburridos. Miguel, más que nada por llenar el silencio, empezó a hablar sobre  cómo obviamente Harry Styles admiraba a Juan Gabriel y por eso le copiaba la ropa. Mientras hablaba, Hiro estiró su brazo y le rodeó los hombros, pegándolo más a su cuerpo.

¡Ay Diosito! Si Hiro seguía jugando así con él, Miguel no iba a responder.

Avanzaron. Hiro aún abrazaba al menor. Por fin se montaron en una de las canastas. El juego pronto comenzó a avanzar.

Ahora que había anochecido, y  que se movían lo suficientemente lento, podían contemplar el panorama de la ciudad. Era hermoso. Miguel quedó embelesado ante la vista.

De pronto sintió una mano posarse en su cuello. Hiro tenía las manos algo ásperas, resultado de trabajar en laboratorios, y frías. Aquel tacto hizo temblar por completo a Miguel. Ya era suficiente. Giró la cara, dispuesto a enfrentarse al chico.

Pero nada pudo reclamar Miguel. ¿Cómo podía hablar teniendo los labios de Hiro sobre los suyos?  Un primer beso con el sabor a las manzanas con caramelo que habían comido antes. Así de dulce era el baile de labios entre ellos.

Inesperadamente, Hiro le mordió el labio inferior. Esto hizo que Miguel soltara un pequeño jadeo y se separara un poco. Por primera vez en toda la tarde se quedó sin palabras.

Hiro, aún acariciándole el cuello y no queriendo dejar pasar la oportunidad, dijo burlón:

—¿El gato te comió la lengua?

Por toda contestación, Miguel volvió a unir sus labios. No quería oír las payasadas de Hiro ahora. Porque entonces tendría que dejar de besarlo.

............

Hola~

Esto igual es de los drabbles que me faltaron de la Higuel Week. Aún me queda otro. Lo subiré en estos días.

Gracias por leer :3

Ciao!