Historias cortas y sin sentido sobre esta pareja. ~ Son independientes y las edades de Hiro y Miguel pueden variar en cada una.
Créditos del fanart de la portada: Ureshi-San
Los personajes pertenecen a Disney/Pixar
El pizarrón se estaba llenando de letras, números y flechas con bastante rapidez. Miguel sólo podía observar, asombrado y algo confundido, cómo las manos de Hiro seguían haciendo anotaciones.
El chico se dedicaba a hacer cálculos. Miguel a observarlo. Era sólo un par de años mayor, pero ya iba a la universidad.
Y aún así, había aceptado ayudarlo con su Química de preparatoria.
"Wow... Es muy bueno" pensó Miguel.
Hiro empezó a hablar sobre números atómicos y el tipo de orbital y quien sabe que otras cosas. Era momento de prestarle completa atención. Su brillante mente no debía ser ignorada. Además, no quería reprobar la materia.
Aunque, concentrarse cuando ese bonito par de ojos rasgados estaban cerca, era una tarea difícil.
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Poco más de una hora después, salieron del pequeño cubículo dónde habían estado estudiando. Miguel había entendido como se hace una configuración electrónica. Genial. Su semestre estaba salvado.
Había sido algo tedioso. A Miguel todo lo relacionado con la química lo confundía bastante. Si había logrado aprender algo, era gracias a su perseverancia.
Eso y que Hiro era un maestro paciente. Debía pagarle con algo más que sólo palabras.
Salieron hacia el jardín de la biblioteca. Allí pudieron retomar su plática.
—Hiro... Gracias por ayudarme. ¿Puedo invitarte un helado como agradecimiento?
—Acepto.— dijo Hiro. — pero yo también quiero darte algo.
Miguel lo miró levantando una ceja. El universitario continuó explicándose.
—Sé que te cuesta trabajo la química y, a pesar de ello, te esfuerzas por entender. Mereces un premio.
El mayor agarró una de las muñecas de Miguel. Con su mano libre tomó la cintura del menor y lo pegó a su cuerpo. Y entonces lo besó.
En un primer momento, Miguel simplemente abrió los ojos ante la sorpresa. Sentía química cuándo el y Hiro interactuaban, pero nunca pensó que algo se llegará a dar. Después, sus párpados fueron cayendo, su mano subió al cuello del otro, y se dedicó a sólo disfrutar de la sensación.
La lengua de Hiro le acarició sutilmente los labios. Él captó el mensaje y abrió la boca, permitiéndole entrar.
Mientras aquella lengua explotaba su boca, con timidez, Miguel pudo formar solo un pensamiento coherente.
"Realmente es muy bueno" ............,.................
Me basé en una imagen Starker.
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