Capitulo 9

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Aurora

Apenas entras a la mansión, ves la enorme escalera asombrosa y deslumbrante. A la derecha se ve un salón donde supongo que es la sala y a la izquierda el gran comedor.

- ¿Que quieres hacer querida? - pregunta Dora súper amable - ¿Ya quieres almorzar? ¿O algún postre? ¿O quieres ver la casa?

- Mmm...- No sé que decir o hacer así que miro a Will y él agarra el hombro a Dora.

- Le daré un tour por la casa - sonríe como para que se calme.

- Y yo terminaré de preparar mis ricos postres para que los pruebes querida - sonríe Dora yendo a la izquierda donde supongo que queda la cocina.

- Es súper linda - admito mirándolo.

- Lo sé, pero aveces se pone intensa - asegura - Ya te quiere.

- Y yo a ella - sonrío - Seguro tu lado tierno lo tienes gracias a ella.

- Quizá...- asiente mientras camina hacia la sala- Porque ninguno de mis papás lo eran.

- Igual debes tener recuerdos lindos con ellos... - supongo, mientras voy detrás de él.

- Los tengo, pero los opaca los malos que fueron muchos más - afirma y voltea repentinamente- Bueno, soy Will Kepler señorita Parker y esta...-mira su reloj - Tarde seré su guía en esta casa que fue construida en 1969...

- Vamos...- digo como incrédula mientras rodeamos la sala con sillones rojos antiguos.

- De verdad - asegura él - Solo que la remodelé un poco al comprar la casa - camina hacia la gran mampara - Me gusta el arte antiguo mezclado con un poco de gótico - abre la mampara - Pero también lo moderno, cuando es moderado.

Salimos a la terraza donde se encuentra una gran piscina y detrás de ella arbustos y laberintos de ellos.

En eso corren dos grandes perros hacia nosotros y retrocedo de inmediato por el impulso ya que parecía que nos iban a atacar.
Sin embargo, no era a mi. Sino iban directo a Will, quienes al llegar casi lo tumban mientras le lamen la cara y saltan para llegar a él.

- Hey hey...- calma Will entre risas - Tranquilos, ya estoy aquí.

Los perros que parecen caballos, ladran felices a su papá.

- Ya tranquilos...- dice Will acariciandolos pero no se calman - Hey ya. ¡Sentados!

Los perros de inmediato, sin ningún titubeo, se sientan frente de él.

- Él es Sheldon - señala Will al negro - Y él es Bruce - señala al marrón - Son mis... amigos, aunque más parecen mis hijos sinceramente.

- Son muy hermosos - admito acariciando sus cabezas. Me miraban con ternura.

- Ella es Aurora - les dice y ellos me miran. Lamen mi mano y ahora empiezan a rascar mi pierna para que los siga acariciando - Vaya... le caes muy bien a todo el mundo, incluso a mis perros.

- ¿Que puedo hacer? - alzo los hombros sonriendo- Soy irresistible.

- Tienes razón...- sonríe guiñando un ojo.

Reímos mientras sigo acariciando a los dos. Son muy tiernos aunque por su físico parecieran que te comerían los ojos. Pero en realidad lindos.
Como Will...

Finalmente él les dice que es hora de comer y que vayan ya a su comida. Ellos le obedecen yendo por donde vinieron y se perdieron de la vista.
La casa y el jardín es lo suficientemente grande como para que uno se pierda.

Pero ahora que los perros ya no tiene mi atención, la fijo toda en el jardín. Que para mi sorpresa, es bellamente impresionante.

- Parece el jardín de la reina Isabel - admito admirando alrededor.

Perdidos entre nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora