Capitulo 20

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Aurora

Rápidamente vuelvo a cerrar la puerta para tratar de procesar lo que había dentro. ¿Había visto bien?

Diego abre la puerta de nuevo que me hace soltarla y dar un paso atrás.

Seguía igual como lo recordaba, su cabello castaño y ojos claros. Solo un poco más alto que yo y bien afeitado. No puedo evitar compararlo con mi amado Will y casi me rio porque no puede haber ni un punto de comparación.
Él aún lo veía como un niño, Will era un hombre.

- ¡Aurora! - exclama emocionado dándome un abrazo donde yo no muevo ni un dedo. ¿Esto era real?

- Qué tal - saludo apoyando mi mano en su hombro para alejarlo.

- A los años - comenta sonriente mientras pone sus manos en su cintura - No sabía que trabajabas aquí.

- No tenias por qué saber tampoco - digo y él voltea confundido - Bueno, un gusto.

- Espera - me agarra del brazo para detenerme y yo me suelto rápidamente - Lo siento - me dice y yo solo lo miro queriendo que no esté acá. Se aclara la garganta - Creo que nos merecemos una conversación, Aurora. 

- Claro que no - aseguro - Esta todo bien, Diego.

- Pero...

- Todo está bien - interrumpo y no dejó cabida a réplica.

Me adentro en mi oficina y cierro la puerta donde finalmente puedo respirar.

¿Que estaba pasando?



Will

Después de razonar bastante las palabras que me habían dicho Aurora y Mark, veo que tienen razón. No le puedo dar todo a James y aunque me moleste, le haré caso a mi padre.

Salimos de nuestras oficina junto a mi mejor amigo para ir a almorzar. Mark me va contando como le pidió formalmente ser su novia a Pamela.

Llegamos al primer piso y la organizadora de eventos me intercede. No la esperaba.

- Buenas tardes señor Kepler - saluda y yo la saludo igual de cordial - Tenemos que hablar acerca de la subasta benéfica para los niños con cancer... según la fecha será en dos semanas.

- Esta bien esa fecha - aseguro mientras miro a Mark y este asiente igual- Coordina todo con mi secretaria.

- Esta bien señor - asiente y se va hacia los ascensores.

- Había olvidado por completo la subasta de este año - comenta Mark mientras salimos de la empresa.

- Hacemos muchas - hago recordar.

- Pero la de los niños con cáncer es la más importante - asegura y asiento.

Esa velada es muy importante, una de muchas, pero esa es la que está más cercana. Y aunque no me guste el mundo de la fama y celebridades, en veladas como esa son importantes. Por esas noches solo lo toleraría en beneficio a los que la necesiten.
Tendría que invitar a Aurora y la prensa nos vería, pero no me molestaba. Si era hora que nos vean en una alfombra, lo haríamos de maravilla. Claramente, tenía que consultarle primero.





Aurora

Me siento en mi escritorio tratando de procesar.
A Diego no lo había visto en muchos años y no espere volver a verlo nunca más. Me cambié de ciudad porque no toleraba saber que nos podríamos cruzar. Y aunque principalmente fue por eso la idea de venir a Nueva York, luego me enamoré de la ciudad por completo. Igual con la esperanza de no volvérmelo a cruzar nunca en mi vida y menos que sea nuevamente mi compañero de trabajo.

Perdidos entre nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora