Capitulo 22

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Aurora

Se voltea al escucharme. Su cara ha cambiado, esta como preocupado pero lo disimula con una tonta sonrisa sin dientes, solo estirando los labios de oreja a oreja. Nunca sonríe así.

- ¿Seguro que está todo bien? - pregunto agarrándole la mejilla derecha.

- Lo estará. Lo resolveré - asegura y agarra mi mano que está en su mejilla para acercarla a su boca y besar mi palma - Gracias por querer encargarte de la subasta...

- No te preocupes - sonrío apoyando mi mano en su hombro. El ascensor se abre y él se adentra - Te amo.

Me sonríe, sonríe con dientes haciéndome sentir plena otra vez. Podría vivir de sus sonrisas.

Escucho la voz de Mark despidiéndose de mí con un beso en la mejilla para luego adentrarse junto a Will.
Con una mirada preocupada pero sonriente me mira Will al mismo tiempo que el ascensor se cierra.



Will

Siento que mi cabeza explotará con tantas cosas en la mente trato de no preocuparla. No lo merece pero saber que me ama me hace querer solucionar aún más todo de una vez.

Se cierra el ascensor y Mark voltea a mirarme rápidamente como cara de "¿Que paso?"

- James fue a la empresa con su abogado y no se quieren mover hasta conversar conmigo...- suspiro apoyando mi cabeza en el espejo del ascensor.

- Pues también llegarás con tu abogado - asegura Mark como queriendo dar risa. Lo hace para calmarme pero toda esté situación me abruma.

- Pensé que se le pasaría...- admito metiendo mis manos en mis bolsillo.

- Se le pasará, pero cuando entienda que no puede hacer nada - dice Mark y se abre el ascensor donde bajamos.

Manejo lo más rápido que puedo y hasta donde se permita mientras mi cabeza trata de solucionar este problema.



Aurora

Regreso a la casa de Pamela, donde ella me espera en la barra de la cocina con la botella en mano de cerveza en mano con ojos grandes que decían "¿Y?"

- Es que estaba abrumado - me justifico y Pamela suelta un suspiro mientras voltea los ojos - Es en serio... algo ha pasado y él no estaba bien.

- También creo que sucedió algo...- comparte y toma otro sorbo - Pero también me preocupa el por qué no quieres contarle.

- ¡No es que no quiera! - exclamo tirándome nuevamente en el sillón - Es que no es importante y se lo diría créeme, pero no ahora con él así. Cuando esté todo bien.

- ¿Crees que lo iría a matar? - pregunta Pamela acercándose a los sillones.

- Probablemente - trato de reírme apoyando mi brazo izquierdo encima de mis ojos - Y no le quiero dar a Diego un importancia innecesaria.

- Bueno, quizá tengas razón de que ahorita no era bueno momento...- opina Pamela mientras se sienta en el sillón de al frente - Pero tienes que decirle.

- Lo haré - asiento aunque por dentro no estaba tan segura.





Will

Llegamos a la empresa donde todos los trabajadores nos miran como si supieran que acabáramos de matar y enterrar a una persona.
Supongo que el chisme pasa rápido. James nunca viene así que ya se habrá corrido la voz de por qué está acá.

Florence me da el encuentro y me dice que James y su abogado se encuentran en la sala de reuniones en el piso 27.

Subimos junto a Mark mientras coordinamos que diríamos y revisamos algunos papeles hasta que la puerta del ascensor se abre.

Igual que en el primer piso, todos me miran.
Devuelvo la mirada haciendo que todos la bajen o se volteen. Odio el chisme y menos que se trate de mi.

Llegamos a sala de reuniones de este piso donde está todo con mampara pero oscuras que no dejan ver lo que sucede adentro.

Con un último suspiro abro la puerta y hago pasar a Mark primero.

Lo veo sentado a James en terno, bien peinado y una cara de pocos amigos. Al costado de él está su abogado que jamás lo había visto antes.

- Nos hiciste esperar mucho - reclama James mientras Mark y yo nos sentamos al frente de ellos en esta mesa larga pero ovalada.

- No hubiera sido necesario la espera si me hubieras avisado con anticipación - aseguro sentándome y poniendo mi maleta en la silla del costado.

- Él es mi abogado, el doctor Matthew Walker - presenta y su abogado asiente - Con él hablarán todo acerca de este tema.

- Qué tal - estira la mano Mark hacia el abogado de James - Yo soy el abogado de Will, Mark Hoffman.

- Mucho gusto - estrechan manos y yo estiro igual y también estrechamos con el abogado.

James todo orgulloso se queda en su sitio sin mover un dedo.
Puede que esté enojado pero los principios nunca se tienen que ir.

- Hemos venido a hacer una propuesta - anuncia el abogado sacando algo de su maleta - Que los beneficiaría a los dos por igual.

Mark voltea a verme y luego pasa a verlo al abogado quien nos pasa dos carpetas para cada uno.

Lo abrimos y hay varias hojas.

- En conclusión...- comenta el abogado - Sería que se repartieran el 50% a cada uno.

- ¿El 50% de qué? - pregunto mientras reviso las hojas.

- De la compañía Kepler's - responde el abogado.

- No - dice tajante Mark cerrando la carpeta - La compañía Kepler's es totalmente de Will, lo que sería justo es que reciba el 50% de la empresa de su padre que eso si le pertenece. Aunque no deberíamos hacerlo, porque Will se lo compró cuando James le ofreció voluntariamente el puesto, pero estamos dispuestos a hacerlo y eso es lo que ofrecemos.

James y su abogado se miran las caras. Mi hermano mayor suelta una risa que lamentablemente me hizo perder la ilusión de que comprendería.
Esto sería largo.

- La compañía Kepler's se hizo gracias a la empresa Kobs que era de mi padre - me recuerda James - Asi que por eso reclamo....

- Tu no tienes por qué reclamar nada - interrumpo mirando a James- Lo que estás haciendo es un capricho que te va a salir muy caro si sigues así, James.

- ¿Crees que te tengo miedo? - reta James acomodándose en la silla - ¿Crees que me rendiré tan fácilmente?

- Sí, porque ya lo has hecho y lo vas a volver hacer y será una cadena interminable donde el dueño de todo seguiré siendo yo - escupo con toda la cólera del mundo. La paciencia ya se me había agotado - Porque yo me lo he ganado y donde estás tú sentado ahora mismo en esa silla, fue gracias a que trabajé y la compré. Todo este edificio lo construí yo James, YO - me golpeo en el pecho con mi dedo - Y los sabes, James. Sabes que la empresa de papá estaba en bancarrota, así que no me ayudo en casi nada para construir todo lo que tengo ahora - lo señalo con el dedo - Tú deberías agradecerme, pero en vez de eso me haces esta especie de guerra innecesaria nacida gracias a un capricho tonto que te nubla la vista de lo que sucede en realidad. ¡Despierta de una vez por todas! ¡Despierta que pareces idiota!

Me paro rápidamente de la silla y salgo de la sala con dirección al ascensor mientras me desajusto la puta corbata ya que siento que me ahorcará.

Perdidos entre nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora