Capitulo 4

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Will

Empiezo a buscarla mirando a todos lados, pero me doy cuenta que la puerta trasera de la casa está abierta.

Sonrío yendo hacia la casa. Creo que habló en serio de que no lo haría en el granero, pero si lo hicimos y varias veces en una isla...

Me rio al pensar eso mientras reviso la sala y la cocina. Nada.

- ¿Quieres jugar a las escondidas? - pregunto riendo mientras subo las escaleras - Robert ya se fue.

Comento mirando todas las puertas de la casa. Cerradas.

La única entreabierta es la habitación principal, por supuesto.
Al entrar me quedo helado al ver a Aurora en el balcón desnuda mirando el campo. Se me paraliza todo.

Realmente esta mujer me va a matar.

Cierro la puerta despacio sin aparta la espectacular vista. Me apoyo en la puerta cruzando los brazos.



Aurora

Will no dice ni una palabra y eso me hace reír.
Me volteo hacia él.

- ¿Te vas a quedar ahí? - pregunto viéndolo apoyado en la puerta con una mirada maliciosa.

- Si, me puedo quedar días así - asegura mordiéndose el labio inferior recorriendo todo mi cuerpo con la mirada.

- Bueno - alzo lo hombros entrando a la habitación con dirección al baño.

No doy otro paso más ya que Will me agarra del brazo haciéndome girar hacia él.
Me apoya en la pared y hace una recorrida a mi cuerpo para finalmente posarse en mis ojos.

- ¿A donde crees que vas? - susurra en mi oído dejando besos suaves en mi cuello. - Si eres mía. 

Muerde mi cuello mientras su mano baja por mi abdomen lentamente, comienza a acariciarla.
Me estremezco mientras desato su cinturón y el ríe suavemente mientras sube a mi boca.

- ¿Por qué esperaste tanto? - pregunta besando mi cuello. Sé que se refiere, solo que nunca lo habíamos hablado - Si lo deseabas tanto como yo, solo tenías que pedirlo.

Era verdad. Cada vez que veía a Will había un deseo por ambos que nadie podía negar, una tensión que hasta me dolía. Pero me abstenía y él nunca me preguntaba por qué, solo asentía y me abrazaba respetándome siempre. Por eso lo amaba tanto, porque siempre me entendida y cuando no, me daba tiempo para que pueda entenderlo yo primero.

- Porque....- gemí ya que sentí su dedo entró dentro de mi - Quería.... - suspiro agarrándome de su cuello porque mis piernas empezaban a temblar - Saber...- Will aumenta la velocidad y grito más fuerte.

- ¿Saber que? - dice con su voz ronca en mi oído que me excita aún más.

- Si esto... era real - Will disminuye la velocidad y me mira a los ojos - Aun sin el sexo.

Finalmente sonrió antes de besarme. Él ya sabía la respuesta, solo quería que se lo dijera para que me liberara de ese peso.
Sabía de sobra que esto era real. Sabía de sobra que no fue cosa de la isla y estar los dos solos. Habíamos estado de vuelta en la gran ciudad y aún así volvimos con el otro.

- Lo es - asegura y aumenta a la velocidad haciéndome gemir con mas fuerza - Es tan real que siempre volveremos con el otro.

Con la fuerza de sus dedos me poseyó reafirmando que le pertenecía. Se movía de manera posesivo entregándome por completo a él haciéndome derramarme en sus dedos con un grito con su nombre.

Me besa el cuello y cuando logro controlar mi respiración tras todo el placer que sentí, lo agarro del pecho y empiezo a empujarlo para la cama. Necesitaba más.

Perdidos entre nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora