-Chica podrías vender tu historia a hollywood -dijo divertida Grettell
-No es para tanto -rodeo los ojos Dalia
-Tienes razón, no tienen el material -suspiro -Irán a la misma universidad, no tienen un dilema por el cual luchar -carcajeo
-Eso fue demasiada coincidencia -pronunció -Realmente me gusto ese lugar y para Lorenzo parece estar bien -sonrió
-Miralos, dos tortolitos enamorados que aún sin hablarse se eligieron -suspiro -Por mi parte terminé con Daniel ayer -rodeo los ojos
-¿Qué? -dijo sorprendida -¿Estás bien?
-Si, yo lo corte -dijo antes de darle un sorbo a su popote
-¿Te hizo algo?
-No -se encogió de hombros -Iremos a la universidad, no se llega a la universidad con pareja, duh -dijo obvia
-Puedes llegar como quieras, cada quien lleva su ritmo -opino la pelirroja
-Tienes razón. Pero para mí es mejor así -sonrió
-Si eso quieres esta bien
La cafetería estaba vacía, los únicos alumnos en el colegio eran los que egresaban la semana próxima así que muchos estaban perdidos en los salones o pasillos donde no había supervicion.
-Es increíble que nos dejen hacer lo que queramos esta última semana en la escuela -dijo la pelirroja divertida
-Es normal, solo nos graduamos como quince de esta generación -se encogió de hombros
-Es un pueblo bastante curioso
-La gente aquí no quiere crecer. Se ponen límites y sienten tanta lástima por ellos mismos que no se permiten avanzar -suspiro -Agradezco que ya saldremos de aquí
-Me da miedo -murmuró Dalia
-Oh no Solari -negó con la cabeza -Tú estas hecha para cosas grandes, este pueblo no es para ti
-¿Y la ciudad si?
-Por supuesto. Te iré a visitar todos los fines si me es posible además tendrás a Lorenzo -sonrió
-Si, tienes razón -sonrió a medias -¿Siempre si se hará lo de hoy?
-Si, a las nueve, iremos todos a comprar tenis nuevos, ya quedamos que diseño y el vestuario. Será increíble -dijo emocionada
La naturaleza del ser humano es dejar huella, hay muchas maneras de hacerlo sin embargo a la que le damos más importancia es aquella que se gana la fama mundial. Los chicos de último año querían tomarse una foto tratando de ser leyenda como los quince alumnos que lograron salir de la preparatoria, siendo el menor número de graduados en el pueblo. No es un orgullo para la escuela pero para ellos si.
-Señorita ¿Tiene en numero cuatro? -preguntó Grettell a una empleado del sitio mientras le mostraba los tenis que quería
Toda la clase buscaba lo tenis que se habían acordado aunque realmente solo los había escogido Grettell. Froy jugueteaba con su sueter nervioso mientras que su rostro estaba entre una sonrisa y el llanto. Dalia sabía lo que estaba pasando ¿Cómo no lo haría? Lo vivió en carne propia entrando a secundaria.
«Lindos tenis acomodados dentro y fuera de sus cajas se mostraban en la gran tienda de la plaza, Dalia tenía doce años y comenzaba a preocuparse más por lo que traía puesto. Estaba triste por que sabía que sus padres no tenían el nivel económico en esos momentos para comprarle aquellos tenis caros o la mochila que tanto quería. Realmente solo tenían para comer.
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Compras Nocturnas ©
RomanceLa noche era totalmente misteriosa para Dalia; por que se dormía a las ocho de la tarde, y si ese no era el caso aún así no salía de casa después de esa hora. O al menos eso decían los demás de ella. En el caso de Lorenzo, era totalmente al revés...