ℂ𝕦𝕒𝕥𝕣𝕠

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~𝕋/𝕟 𝔹𝕝𝕒𝕔𝕜~

Ya era el tercer día.

Ayer Draco se quedo todas las horas de visitas conmigo, nadie más llegó, o él simplemente no los dejó entrar. Recuerdo que una enfermera le llevaba cosas para comer a menudo, pero pude notar que las dejaba en la mesa que había en la habitación. Comió poco y nada.

Me habló de mucho y de nada a la vez, quiso desviarse del tema de Kurt y todo eso, lo noté; le afectaba tanto como a mí.

Finalmente en la noche, recuerdo que se despidió de mí con un beso en la mejilla, y me susurró: "Te quiero, sigue luchando. Volveré mañana".

Hoy es el tercer día, es muy temprano por la mañana, he sabido calcular que las persianas de la habitación se abren solas, exactamente a las siete de la madrugada. A pesar de estar inmovilizada y con los ojos cerrados, sé que estoy despierta. De repente, el sonido de la puerta abriéndose llama mi atención.

-Esta es la paciente número once. De acuerdo a su ficha, su nombre es: T/n Black McKinnon. Tiene diecisiete años, está en estado de coma desde hace tres días. Sufrió un ataque de parte de un tercero, muchos hematomas, golpes y huesos rotos. Además, fue apuñalada doce veces en el abdomen por una daga con un veneno casi letal. -la enfermera hizo una pausa, esperando por la respuesta de su acompañante.

-¿A qué se deben tantos huesos rotos? -la voz era la de un hombre, mayor por lo que noté. Claramente el doctor.

-De acuerdo a lo que dice aquí, la chica luego de ser golpeada y apuñalada, fue empujada por unas escaleras desde el segundo piso.

-Pobre chica. -el hombre dio un suspiro y lo sentí acercarse a la camilla donde yo me encontraba-. T/n Black... es un gusto verte.

Créame, me gustaría decir lo mismo, sólo que no en estas circunstancias.

-¿Está despierta? -preguntó la mujer con cierto interés.

-Claramente no, pero lo está dentro de su subconsciente. Puede oírme. -el quizás no tan anciano mago, se sentó en la silla de al lado-. T/n, soy el doctor Webblins, encargado de ti y otros pacientes que se encuntran en tu mismo estado.

Se oía tan tranquilo, incluso feliz. Por alguna extraña razón eso me hacía sentir bien.

-Seré sincero y no tendré pelos en la lengua. Jovencita, no estás evolucionado nada bien. El veneno sigue penetrando tu sangre, y me temo que en cualquier momento pueda llegar a tus órganos vitales. -sentí un mal sabor en la boca-. Hemos probado muchos hechizos, medicamentos y pociones en ti, pero pareces rechazarlos.

Este hombre prácticamente me está diciendo que la muerte está a la vuelta de la esquina.

-Claramente no es tu culpa, sino que tu organismo parece no tolerarlos. -un suspiro pesado escapó de mis labios-. Todos tus cercanos me han hablado de ti; te describen como una chica solidaria, empática, amable y muy guapa, pero sobre todo: muy inteligente y valiente.

Quise agradecerle pero nuevamente dejé escapar un suspiro. Me siento patética.

-T/n, hoy te vengo a pedir una cosa muy importante. -me pregunto que querrá este anciano de una chica en coma-. No es nada grande, no es para mí, sino para ti. T/n, tienes que tratar de despertar.

Realmente eso me tomó por sorpresa. No podía despertar aunque quisiera e hiciera todos mis esfuerzos. ¿Qué pretendía este hombre?

-Sé que en tu mente estás pensando que soy un demente al pedirte algo así; sé que te sientes muy mal y cansada, pero si haces todos tus esfuerzos por despertar, y lo logras, mejorarás en un santiamén.

P.D: Aún te amo. [George Weasley] [COMPLETA✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora