Era un día domingo, y ya habían pasado tres días desde mi funeral. Yo iba cada día a mi lápida, esperando entrar en razón. Todos aquellos días, George había ido a dejarme rosas naranjas.
Hoy me sorprendí al encontrarme a Draco temprano por la mañana. A diferencia de los otros días, ya no vestía su traje negro habitual, sino que llevaba una arrugada camiseta color blanca y una chamarra negra, además de unos pantalones de tela y zapatos elegantes. Me era realmente extraño verlo con ese estilo.
-Hola, T/n... -su voz era triste-. Necesitaba venir aquí, para... desahogarme.
-Te agradezco por venir...
-Los días han sido una tortura, ¿sabes? Le he pedido a Kreacher que me informe cada que la casa Black está sola, y voy a pasar el rato ahí. Tu habitación aún tiene tu aroma, y he tomado de tu clóset algunas prendas y un frasco vacío de tu perfume.
-Lo sé, te he visto...
-Mamá a sufrido más de lo que creí, papá comienza a pensar que necesita algún tipo de tratamiento, él está preocupado por ella. No quiso venir hoy, solo ha llorado. Eras una hija para ella, ¿sabes?
Vi que juntaba valor para seguir hablando, pero lo vi llorar y mi cielo se desmoronó. Jamás he soportado verlo llorar.
-Me abandonaste, te fuiste sin siquiera pensar en mí, en cuanto iba a necesitarte -decía entre sollozos que me rompían por completo-. Nos dejaste a mamá y a mí, también a Blaise a Astoria, a George... pero.... pero por un momento pensé que yo estaría en tus pensamientos, que al menos lo pensarías dos veces antes de rendirte...
-Perdóname -dije, llorando sin consuelo-. Perdóname por favor, yo jamás quise dejarlos, pero no podía soportar más el dolor.
-Dijiste que me protegerías. Eras la única persona que tenía cuando me desmoronaba, y te fuiste de nuevo, esta vez para siempre...
-No tienes idea cuanto me arrepiento, pero sé que nos volveremos a encontrar...
-¿Y quieres saber que es lo peor de todo esto? Que ni siquiera puedo culparte, porque siempre quise lo mejor para ti, y estabas sufriendo... lo hacías demasiado.
Reinó el silencio por unos breves minutos, pero que se sintieron una eternidad, hasta que nuevamente él rompió el hielo.
-Perdóname por todo lo malo que quizás alguna vez te hice pasar; por nuestras discusiones, por nuestras diferencias...
-No hay nada que perdonar...
-Siempre fuiste la hermana que jamás tuve, te admiraba en cada sentido. En la manera en la que eras; como te mostrabas a los demás, a pesar del miedo que sentías a que te juzgaran, jamás bajaste la cabeza. Eras increíble...
Me quedé atónita a lo que oía. Draco jamás me había dicho algo como eso, y me siento afortunada al ser la persona a la cual admiró a pesar de ser un desastre.
-Te amaba, T/n, y aún lo hago. Jamás tuve la valentía de decirlo, pero siempre lo sentí, desde que éramos pequeños. Fuiste la chica más importante para mí, y lo seguirás siendo para toda la eternidad.
-Yo también te amo, Draco. Como no tienes idea...
-Prométeme... por favor prométeme que jamás me vas a olvidar...
-Ni en un millón de años, Draco...
-Yo jamás te olvidaré, ni en un millón de años.
Aquella frase me transportó al día que vi los recuerdos de mi madre y todo tuvo sentido.
Comenzaba a caer la noche y Draco estaba por irse. Acarició mi lápida un par de veces, regalándome una sonrisa triste, y a pesar de que él no pudo sentirlo, planté un beso en su mejilla.
Cuando creí que nadie más llegaría, Astoria apareció. No sabía si lo había acordado antes con Draco, o simplemente fue coincidencia.
-Siento haberme tardado, estaba juntando fuerzas... aún no logro asimilarlo, aunque sé que está lápida no te representa en realidad.
-También me cuesta creer que morí...
-Vaya... George te ha venido a dejar muchas rosas -dijo, dando una sonrisa-. Ustedes dos a pesar de estar en lugares distintos, no dejan de ser el uno para el otro.
Mientras hablaba, jugaba con el césped, y finalmente enrolló sus rodillas entre sus brazos.
-Falta menos de un mes para regresar a la escuela, y no sé que haré al caer en cuenta que ya no estás... Quiero desaparecer.
-Por favor, no digas eso. Sabes que me duele verte así...
-Nuestras comidas entre chismes; las noches que pasábamos juntas hablando acerca de lo estúpidos que pueden ser los chicos... extrañaré todo, incluso lo que jamás pensé extrañar...
-También yo...
-Perdona por las cosas que te dije las vez que discutimos y nos distanciamos. No pensé en lo mucho que sufrirías...
-Ha pasado tiempo, no hace falta disculparse por ello...
-Sé que me oyes, así que enserio espero que me perdones. Eres la mejor amiga que he tenido, ¿sabes?
-Tú también la mía...
-Jamás pensé en tener una amistad tan sincera y verdadera como la tuya, y siento que somos afortunadas al tenernos una a a otra, a pesar que estemos en dimensiones distintas...
-Ni me lo recuerdes, no creo jamás poder acostumbrarme a esto.
Ella se puso de pie de repente, y beso su mano para luego posarla sobre la lápida de piedra.
-Me gustaría quedarme más tiempo -me dijo con una sonrisa-. Pero le prometí a Draco estar con él hoy, ha estado muy triste, ¿sabes?
-No te preocupes, lo entiendo. Él te necesita mucho y confío en que no lo abandonarás.
-Puede que suene loco, porque incluso lo es para mí, pero... creo que comienzo a agradarle a Narcissa -sus ojos brillaron levemente- El otro día tuvo una charla conmigo y me agradeció por estar junto a Draco, por apoyarlo y estar para él. Me sentí feliz al oírla...
-Sabía que en algún momento aceptaría que eres para Draco. Estoy muy orgullosa de ti...
Dándome una última mirada, susurró un: "Te quiero", tomó su bolso y se despidió con la mano para luego volver a su rumbo hacia la mansión Malfoy.
Di un suspiro cerrando mis ojos, y de repente sentí que alguien comenzaba a hacerme cosquillas. Enseguida supe que era mamá, le encantaba hacerme eso.
-¡Ay no, por favor no! -dije entre risas.
Cuando logré librarme de su agarre, me di cuenta que papá comenzaba a hacerle cosquillas a ella, y solo para molestarlo, comencé a molestarlo yo también.
-¡A que no me atrapan! -con esa frase salí corriendo, siendo perseguida por ambos.
Luego de correr y correr, noté que ya no estábamos en el cementerio, sino que era un gran campo con césped, lleno de árboles de hojas blancas. No sé que era ese lugar, pero sin duda alguna, parecía un paraíso.
Rindiéndome, me tire en el suelo repleto de hojas. Sonreí, me sentí en paz.
-Lo estás aceptando... -dijo papá.
-¿El qué? -pregunté con cierto interés, pero sin abandonar lo relajante que se sentían las suaves hojas en mi espalda.
-Pronto lo descubrirás -sonrió mamá.
Lamentaba mucho el haberme ido, pero no podía hundirme por siempre en la tristeza y tratar de quedarme en el mundo de los vivos, porque ese ya no era mi mundo; así como ellos tampoco podían ahogarse por siempre en mi recuerdo, no podían permitir que les siguiera doliendo.
Lo superaré y ellos lo superarán, pero tampoco los abandonaré.
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P.D: Aún te amo. [George Weasley] [COMPLETA✔]
Hayran KurguDespués de su muerte, T/n Black decide quedarse un tiempo limitado en el mundo de los vivos, para ayudar a sanar a la persona que más amó; George Weasley. ¿Es posible olvidar a quien te hizo sentir que tocabas el cielo? Esa es la gran pregunta que d...